Hoy os traigo una receta típica manchega, la del guiso de las bodas de Camacho, pero con ingredientes tan básicos que bien podría ser un plato universal. Es un guiso de pollo en puchero, y lo que lo hace especial son los diferentes majados que vamos añadiendo, y que le dan un sabor único, y las bolitas de higadito de pollo que cuecen con él.
Guiso de las bodas de Camacho
4 de 17 votos
Cremas, sopas y guisos
Española
Ingredientes
1pollo en octavos
1cebolla
1vasode vino blanco de la zona
½litro de caldo de pollo caserono de brick
2vasosde agua
2rebanadas de pan frito
2yemas de huevo cocido
2higaditos de pollo
50grde jamón serrano
50grde miga de pan de pueblo
1huevo
5granos de pimienta blanca
2dientes pequeños de ajo
10piñones
Perejil
Sal
Aceite de oliva virgen extra
3hebras de azafrán
Preparación
Salpimentar los trozos de pollo, y pasarlos por harina.
Freírlos con un poco de aceite de oliva bien caliente.
En la cazuela en la que vayamos a hacer el guiso, sofreír la cebolla bien picada. A continuación ponemos aquí el pollo bien escurrido.
Echar el vino y subir el fuego, y añadir el caldo de pollo y los dos vasos de agua. Dejar que hierva unos 10 minutos.
Freír las rebanadas de pan, y en un mortero, majarlas con las dos yemas de huevo cocido. Añadirlo a la cazuela y dejar cocer otros 15 minutos.
En este punto vamos a preparar unas albóndigas muy especiales para añadir al guiso, que es lo que le da el toque especial.
Limpiar bien los higaditos, y ponerlos en un vaso para triturar, junto con la mitad del jamón, la miga de pan de pueblo y un huevo. Echar una pizca de sal y triturar. La consistencia será la de un paté espeso. Con una cucharilla ir cogiendo porciones de este paté y formar unas bolitas, que pasaremos por un pan rallado muy fino. Freír en abundante aceite de oliva e incorporar al guiso. Seguir con la cocción, el tiempo es orientativo y dependerá de la carne del ave que utilicéis.
Cuando falten unos cinco minutos para retirarlo del fuego, preparar un nuevo majado con ajo, perejil y los piñones. Machacarlo todo con primor y agregar al guiso. Añadir unos taquitos de jamón y comprobar si tenemos que rectificar.
Precisiones
Se puede hacer en olla para acortar tiempos, pero no es aconsejable. Si queremos olla, hay que decantarse por otro tipo de receta con pollo. Este guiso requiere cazuela, porque hay que ir añadiendo poco a poco diversos ingredientes y cociendo primero a fuego fuerte y luego más pausado. En todo caso, serviría en olla cerrada hasta el primer majado, luego habría que abrir e ir añadiendo los ingredientes y dejando cocer a su amor.
Soberbio el aroma de la cocina y la manera en que va reduciendo y espesando la salsa.
Ojo con la sal de este plato. No se puede abusar en el primer salado del pollo porque es un guiso muy sabroso, que va cogiendo más sabor conforme va cociendo y los sabores suben mucho al final, cuando el caldo reduce.
Para este guiso estrené mi nueva mandolina, que mis carpantillas me regalaron para mi cumpleaños y que merece un post aparte. Con ella hice unas patatas fritas en forma de rejilla para adornar.
“Todo lo miraba Sancho Panza […] Primero le cautivaron y rindieron el deseo las ollas, de quien él tomara de bonísima gana un mediano puchero; […] y así, sin poderlo sufrir ni ser en su mano hacer otra cosa, se llegó a uno de los solícitos cocineros, y con corteses y hambrientas razones, le rogó le dejase mojar un mendrugo de pan en una de aquellas ollas.” LIBRO II CAPÍTULO XX DE DON QUIJOTE DE LA MANCHA DONDE SE CUENTAN LAS BODAS DE CAMACHO EL RICO CON EL SUCESO DE BASILIO EL POBRE
Ay Su!
No se me ocurre mejor manera de homenajear en este año a Cervantes que preparando este plato. Pero eso sí, a lo grande, que en cocina significa como lo hacían nuestras abuelas. Me guardo la receta y prometo hacerla con un buen “pitu de caleya”, como llamamos aquí en Asturias a esos pollos grandes criados en libertad, como antes, en cocina de leña y una buena olla de cerámica, que anda guardada en la casa del pueblo soñando con volver a ser usada y que con tanta cocina de inducción y de vitro está la pobre en el fondo del armario.
Gracias por hacer que la cocina siga siendo una fuente de maravillosas sorpresas.
Debe ser fantastico y desde luego una receta de las Bodas de Camacho deben ser lo mas, pero lo de los higaditos de pollo, es decir tomar porciones de esa mezcla y hacer bolitas me da un asquito….!!!!!!! no se si voy a poder!!!!!
Ay Su!
No se me ocurre mejor manera de homenajear en este año a Cervantes que preparando este plato. Pero eso sí, a lo grande, que en cocina significa como lo hacían nuestras abuelas. Me guardo la receta y prometo hacerla con un buen “pitu de caleya”, como llamamos aquí en Asturias a esos pollos grandes criados en libertad, como antes, en cocina de leña y una buena olla de cerámica, que anda guardada en la casa del pueblo soñando con volver a ser usada y que con tanta cocina de inducción y de vitro está la pobre en el fondo del armario.
Gracias por hacer que la cocina siga siendo una fuente de maravillosas sorpresas.
Qué bonito!!
Debe ser fantastico y desde luego una receta de las Bodas de Camacho deben ser lo mas, pero lo de los higaditos de pollo, es decir tomar porciones de esa mezcla y hacer bolitas me da un asquito….!!!!!!! no se si voy a poder!!!!!