Las no recetas
Bonita foto ¿verdad?
Es una tarta de requesón con mandarinas, de la cual NO os voy a dar la receta.
Hoy os quiero contar la otra parte de esta cocina, la de las recetas que se quedan en el cajón porque no cumplen, a mi parecer, las condiciones para que en un porcentaje del 90% os salgan bien. Muchas veces me decís: —¡Si es que la receta sale clavada!—, o cosas como: —entro a ver que preparo y con el poco tiempo que tengo, sé que voy a lo seguro…— Esto es lo que nos mueve: dar la seguridad de que, salvo imprevistos o que nos falle un ingrediente, el tiempo que nos dediquemos a cocinar, supone la satisfacción de obtener buenos resultados. Además esto es contagioso: si no te ha gustado nunca la cocina, y empiezas a hacer cosas y te salen bien, al final, te animas, y en casa se animan, se implican y al final disfrutáis todos.
¿Qué le pasaba a la tarta?
La tarta empezó muy bien. La receta estaba seleccionada entre muchas de este tipo pero:
- Me equivoqué en la elección del requesón, con un sabor más intenso a leche de cabra del aconsejado, que dejaba muy en segundo plano al resto de los ingredientes y hacía que al paladearlo pareciese que te estabas comiendo a la mismísima cabra.
- La base, a pesar de ser la adecuada a este tipo de tartas, no aguantó demasiado bien la pasada por el horno de casi hora y media a 140º y se ablandó demasiado.
- El desmoldar sin problemas fue una tarea imposible, a pesar de utilizar el molde adecuado. Yo a este tema le doy mucha importancia, que aunque me encantan que las cosas artesanas sean un poco irregulares, me gusta que visualmente parezca que no han puesto manos encima, porque a la hora de ponerlo en la mesa, la vista cuenta y mucho.
Por todo esto hay una cosa que no se me olvida nunca: tener la responsabilidad de ofrecer recetas comprobadísimas. Las que se hacen en casa de siempre es muy fácil, pero hay otras muchas, que hay que probar y probar hasta estar seguros de poder ofrecer lo mejor. Eso conlleva que a veces muchas horas de trabajo se queden en nada, como en este caso. Me consta que nos pasa a muchos compañeros blogueros y en este proceso de búsqueda se aprende mucho y se mejora, y además creo que esta autenticidad le da un valor muy importante al mundo de los blogs de recetas. Para nosotros desde luego es un reto conseguir que hasta al más torpe le salga bien.
Vendrán muchas más tartas y bien buenas.
Su