Máquina para hacer pasta en casa
Sí, sí, empieza a visualizarte haciendo pasta casera porque si no has hecho todavía te aseguro que nada tiene que ver con la idea que todos tenemos de que es un engorro.
Hace varios años que hago pasta en casa con medios rupestres. Empecé haciendo fettuccine a mano, con mi rodillo —por aquel entonces tenía uno muy malo—, un cuchillo para trocearlos y secándolos en un palo entre dos sillas —el método habitual entre novatos—. Me sigue pareciendo un buen sistema, sobre todo cuando no tienes presupuesto para más cacharros. Pero hay temas, como el estirado de la masa, para los que, la verdad, contar con una máquina para hacer pasta en casa supone vencer la pereza más fácilmente. Me compré hace tiempo una máquina barata de pasta, y no me dio buen resultado, ya que las cuchillas de los cortes no eran buenas. Total, que cada vez me costaba más ponerme a hacer pasta, y mi relación con este mundo ha acabado siendo irregular.
Máquina para hacer pasta en casa
Yo sabía que Mariano, amigo mío, estaba detrás de traer a Lecuine la que posiblemente sea el mejor modelo de máquina para hacer pasta en casa: la Marcato Atlas 150 Wellness. Al final me alegro de haber esperado a que la trajera, porque tengo una joya absoluta en casa, y desde mi cumpleaños, en septiembre, está en sitio privilegiado y a pleno uso. No te imagines nada muy grande: es más bien pequeña, de 20 por 20 por 18 —casi un juguete, vamos—.
Creo que hay un gran mito en esto de hacer pasta en casa y todos lo imaginamos como un tema laboriosísimo, con harina por todos los lados, cara de “qué necesidad tengo yo, con lo sencillo que es comprarla…”.
Pues nada de esto es cierto. Yo no creo que tarde más de veinticinco minutos o media hora en tener preparado medio kilo de pasta, con la que comemos 5 personas, y congelo un poco que me sobra tal cual, sin cocer, y me queda perfecta para hacerla para una cena de las chicas un día entre semana.
Hay personas a las que igual media hora las parece una barbaridad, pero esto ya depende de cada uno. A mi no me lo parece, y me merece la pena con creces, por poder comer un plato de pasta maravilloso. Invertir tiempo en la cocina es invertir en salud. Los que hayáis probado la pasta fresca estaréis conmigo en que no tiene nada que ver con nada la pasta seca que se vende habitualmente en los supermercados. No digo que esté mal, pero a veces, sobre todo la de algunas marcas blancas, la pasta tiene una textura, para mi gusto, de espanto.
Tipos de pasta
Esta máquina hace tres tipos de pasta: lasaña, fettuccine, y tallarines. Al que le guste otro tipo de pasta que sepa que existen accesorios aparte. La limpio con un paño húmedo, la seco con otro, y lista.
Estuve pensando si me compensaba tener el tendedero de pasta, y pensé que sería un trasto más, para nada necesario, pero me alegro de tenerlo tanto como la máquina. Es comodísimo, se recoge y no ocupa casi nada. Tiene una varilla para recoger la pasta fresca de la máquina y pasarla cómodamente al tendedero, donde la dejo secar alrededor de una hora antes de ponerla a cocer, y en 2 o 3 minutos en agua hirviendo la tengo lista.
Te dejo un vídeo de 6 minutos de la marca en el que se ve estupendamente todo el proceso. Este vídeo fue el que me animó a pensar que esta máquina era para mí.
Dentro de poco publicaré mi receta de pasta, que es tan sencilla como harina, huevos, una pizca de agua y la mínima expresión de sal —hay recetas que no llevan sal, y en otras pondré un poco de aceite—. Haré pastas de colores, salsas para las pastas y un montón de recetas muy versátiles.
Unos datos
Precio de la máquina para pasta, 60,90€. Más información, aquí
El del tendedero, 29,90€. Más información, aquí
Su