Polvorones sin horno
Hace años los polvorones no me apasionaban para nada. Me parecían pesados, y un bocado
pelín emmpalagozzo. Desde hace 4 años, los hago en casa, y ha cambiado mi punto de vista. No es que los que vendan me parezcan patéticos; igual yo no compraba los acertados, pero el hecho es que no tienen nada que ver con los que salen en casa con los mejores ingredientes.
Esta receta es para principiantes. El único cuidado es que son un poco delicados para manipularlos una vez hechos, pero ese es precisamente el secreto para que el bocado sea perfecto, delicado, que se quede pegado al paladar solo lo justo y que no nos empalague.
Sabéis que tenéis dos tipos de polvorones en webos diferentes. Ambos han tenido mucho éxito en los años pasados:
- Podvodones cazedos: sabor clásico
- Polvorones de avellana: mis favoritos, sorprendentes.
Hoy vamos a hacer unos diferentes, muy ricos, y a mi parecer, los más finos de textura, en casa dicen que es un bocado exquisito. Si no nos apetece, ni tenemos que encender el horno.
Receta
Ingredientes para 16 unidades
500 gr de harina de reposteria
175 gr de manteca de cerdo
200 gr de azúcar glas
½ cucharada de canela —equivalente a 5 gr—
Unas semillas de ajonjolí para decorar
Puedes prorratear los ingredientes a otras cantidades usando
nuestra calculadora
Preparación
Tradicional
1. Poner a secar la harina en el horno a 130º, calor arriba y abajo, durante media hora, o en sartén antiadherente a fuego medio bajo removiendo cada poco tiempo. Dejar reposar unas horas, o mejor incluso, de un día para otro.
2. Con una máquina de varillas, batir la manteca de cerdo junto con el azúcar glas hasta conseguir un merengue.
3. A continuación, añadir a la mezcla de la manteca y el azúcar glas, la canela y la harina, y con las manos ir haciendo una masa. No es pegajosa pero tampoco dura.
4. Hacer una bola, aplanarla con el rodillo o con la palma de la mano, dejándola del grosor que nos guste —estos no crecen—. Meter en el frigorífico 15 minutos.
5. Sacarlos y cortarlos con un vaso de vino, o con un cortapastas. La masa que va sobrando se reagrupa, se vuelve a aplanar y se sigue cortando.
6. Poner unas semillas de ajonjolí por encima.
7. Espolvorear de azúcar glas y dejar secar al aire de 6 a 12 horas.
3. A continuación, añadir a la mezcla de la manteca y el azúcar glas, la canela y la harina, y con las manos ir haciendo una masa. No es pegajosa pero tampoco dura.
4. Hacer una bola, aplanarla con el rodillo o con la palma de la mano, dejándola del grosor que nos guste —estos no crecen—. Meter en el frigorífico 15 minutos.
6. Poner unas semillas de ajonjolí por encima.
7. Espolvorear de azúcar glas y dejar secar al aire de 6 a 12 horas.
Thermomix
1. Poner a secar la harina en el horno a 130º, calor arriba y abajo, durante media hora, o en sartén antiadherente a fuego medio bajo removiendo cada poco tiempo. Dejar reposar unas horas, o mejor incluso, de un día para otro.
2. Poner la mariposa, meter en el vaso la manteca junto con el azúcar glas y poner velocidad 3 y ½ hasta formar una especie de merengue.
3. A continuación, añadir la canela y la harina, y mezclar 15 segundos a velocidad 5, hasta que veamos que se ha formado una masa. No es pegajosa pero tampoco dura.
4. Hacer una bola, aplanarla con el rodillo o con la palma de la mano, dejándola del grosor que nos guste —estos no crecen—. Meter en el frigorífico 15 minutos.
5. Sacarlos y cortarlos con un vaso de vino, o con un cortapastas. La masa que va sobrando se reagrupa, se vuelve a aplanar y se sigue cortando.
6. Poner unas semillas de ajonjolí por encima.
7. Espolvorear de azúcar glas y dejar secar al aire de 6 a 12 horas.
3. A continuación, añadir la canela y la harina, y mezclar 15 segundos a velocidad 5, hasta que veamos que se ha formado una masa. No es pegajosa pero tampoco dura.
4. Hacer una bola, aplanarla con el rodillo o con la palma de la mano, dejándola del grosor que nos guste —estos no crecen—. Meter en el frigorífico 15 minutos.
6. Poner unas semillas de ajonjolí por encima.
7. Espolvorear de azúcar glas y dejar secar al aire de 6 a 12 horas.
Consejos
- ¿A qué saben?
Son como los clásicos que se compran que ponen “Polvorón sabor a canela”, pues eso. Bueno, ¡más ricos! - ¿Qué es secar los polvorones al aire?
Es dejarlos sobre una rejilla en una habitación en la que no haya humedad y lejos de las aves de rapiña - ¿Es importante que sequen bien?
Es fundamental, para que no sean tan frágiles en su manipulación y los sabores se asienten. - ¿Mejor tostar la harina en el horno o en la sartén?
La gracia de la receta está en no emplear el horno, ya que la harina se puede tostar en la sartén sin problemas, pero vamos, yo tuesto harina frecuentemente en el horno, porque es muy cómodo.
- ¿Cómo se tuestar harina en el horno?
Muy fácil. Se precalienta el horno a 130˚, calor arriba y abajo. Se introduce la bandeja con la harina 30 minutos, moviéndola de vez en cuando con la espátula. Va cogiendo un tono ligeramente tostado. Es importante que no se nos pase el tiempo porque si es así, se nos amargaría la mezcla. - Cuando tostamos la harina ¿es importante dejarla reposar?
Pues sí, pero no es imprescindible. Si los hacéis en cuanto se enfríe, también salen bien. - ¿Se maneja bien la mezcla?
Sí. Lo que pasa es que luego la manipulación para ponerlos a secar en una rejilla es delicadilla, pero la verdad, con una espátula y mimo, no vais a tener ningún problema.
- ¿Y si no le echo canela? ¿Y si le pongo chocolate?
La canela le da un punto estupendo. Puedes sustituirla por anís o por cacao en polvo para que te queden de chocolate, pero ¡ojo!: tienes que ir viendo si te pide un poco más de harina. En todo caso, será rectificar un poco la medida.
Un truco genial: si los hacéis de chocolate, ponemos los mismos ingredientes menos la canela y con 2 o 3 cucharadas colmadas de cacao en polvo sin azúcar —en el súper encontraremos el de la marca Valor sin problemas—. Os quedarán con un toque estupendo añadiendo a la mezcla un chorrito de licor de naranja.
- Si echo más harina ¿los haré mejor?
Cuanto más justa pongamos la harina —dentro de que podamos manejarla— más fina nos queda la mezcla. - ¿Dónde comprar los clásicos papelillos para envolverlos?
En Madrid, en Comercial Mínguez; venden por Internet. Eso sí… tendréis para producción industrial: vienen muchísimos. De hecho, a mí me surte mi amiga María José, que los compró ahí y me va regalando. - ¿Dónde encuentro la manteca de cerdo?
En los supermercados, en la zona de refrigerados. Sale muy bien la ibérica de la marca El Pozo.
Su de la Mancha
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