Soplete, necesario en mi cocina
Dirás que para qué quieres un soplete. En casa es necesario, si bien no es de uso diario, claro, pero con lo que me gustan postres como la tarta de limón, la torrija al estilo Joselito, la crema catalana o el carpaccio de piña, darle un toque ahumado a la piel de las verduras o cuando no quiero encender el horno para gratinar porciones muy pequeñas, poco a poco se ha vuelto un imprescindible, un apechusque que tengo que tener en perfecto uso.
Mi soplete
Bueno, «mis sopletes» más bien, porque he probado alguno que otro. Te cuento mi historia con este utensilio.
Lacor
El primero que tuve, hace muchos años, fue de la marca Lacor. Aunque la marca era y es de mi total confianza, el soplete no me dio muy buen resultado. Tocó buscar otro.
Mastrad
Cambié a Mastrad y mejor, pero tampoco me acabó dando muy buen resultado. Me costaba mucho mantener un nivel de llama constante, con lo que me tocaba manipular mucho el aparato estando encendido para regular la llama a mis necesidades. Vamos, poco práctico.
Soplete Hotery
Hace un par de años entró en casa el soplete Hotery, que resolvía todos mis problemas, así que se ha convertido, por fin, en mi soplete. La estabilidad de la llama y la duración de la carga —tiene una autonomía de sesenta minutos— me permitieron respirar y dedicarme a la receta, en vez de al utensilio.
Como todos los sopletes, al menos los que yo conozco, el Hotery emplea gas azul. Tiene un sistema de seguridad que me permite realizar la recarga con todas las garantías.
Tiene unas medidas de 155 x 140 x 55 mm.
Lleva en casa desde la Navidad de 2019, funciona perfecto y me parece un utensilio muy recomendable. Lo puedes comprar aquí, recuerda que puedes usar el código de descuento webosfritos.
Su