Mercadillo Albert Cuyp, en Amsterdam
Siguiendo con los apuntes de las pequeñas escapadas que hacemos, os voy a recomendar una delicia de mercado: el mercadillo Albert Cuyp, en Ámsterdam.
Esta ciudad es fantástica para una escapada corta: es un destino al que vuelan las compañias low-cost, y por lo tanto, aunque es una ciudad cara, como casi todas, sobre todo el alojamiento, es un destino estupendo si se tienen unos ahorretes despistaos. Primero os cuento cosas de este mercado y luego os doy unas pistas, por si algún día este destino se cuela en vuestra maleta.
Ámsterdam
Lo primero que me sorprendió es que caminar por la ciudad es un deporte de riesgo: el carril bici tiene el mismo color que las aceras, y si no andas prevenido las bicicletas te llegan por todos los lados, por detrás, por delante, en una dirección, en otra… Todo el mundo va en bici, y hace su vida en bici, es decir, se montan en marcha, van tomando su cafe, consultando su smartphone, en fin… lo normal.
Una vez que te acostumbras, pasear por el centro de Ámsterdam es un placer: cada calle es en sí para disfrutarla, con las típicas casas que se construyeron en los siglos XVI y XVII, y con canales y más canales, por no hablar de sus museos, de visita obligada para los que os guste la pintura.
Una de las visitas que vais a hacer es a su famosísimo mercado de las flores, en donde vais a poder ver un montón de bulbos de tulipanes, maravillosas orquídeas, y todo tipo de plantas.
Mercadillo Albert Cuyp
Desde allí, a 20 minutos a pie, os vais a encontrar el mercado Albert Cuyp, en la calle Albert Cuypstraat, con más de 300 puestos en la calle y con más de 100 años de antigüedad. Su horario es de 9:00 a 17:00 horas de lunes a sábado. Los domingos no abre.
En el mercado te vas a encontrar puestos de ropa, de tejidos, tiendas de cosas de cocina y especias, de comida preparada, de quesos, pero lo que más destaca son los puestos de fruta y verdura. En verano fue un espectaculo ver los puestos llenos de mangos, sandías, piñas, frutas, frambuesas, fresas, berenejenas, alcachofas, calabacines, y así podría seguir… Me sorprendieron mucho dos cosas. La primera, el precio; como estoy acostumbrada a ir a los mercados, la verdura y la fruta tenía el precio que en España, alguna verdura un poco más cara, pero por ejemplo mangos, piñas y fresas al precio que yo las compro aquí. Y la segunda, la importación; funciona estupendamente, ya que la mayoría de los productos no eran autóctonos, y el tamaño, vista y presencia eran perfectos. Probamos las fresas, y a pesar de no estar en temporada, estaban muy ricas, y los mangos, dulces y jugosos. La clientela, de lo más variopinta: desde turistas a gente del barrio haciendo sus compras. El sitio, como os comento, es más que recomendable para los que os guste visitar mercados en las ciudades que visitáis.
Qué más ver en Ámsterdam
Ahora os voy a contar otros sitios que recomiendo para vuestra escapada a Ámsterdam.
Dentro de la ciudad
- La Plaza Dam, en el centro de Ámsterdam. En ella se encuentran el Monumento Nacional, el Palacio Real y la iglesia Nieuwe Kerk.
- El Begijnhof, curiosísimo sitio cerca de la animada Plaza de Spui. Se trata de un conjunto de elegantes casas fundado en 1346 para albergar una hermandad femenina católica laica: las beguinas. Allí podreis ver la casa más antigua de Ámsterdam, de madera. El sitio, la verdad, está muy bien cuidado y es un remanso de paz.
- El museo de Van Gogh es el más visitado de Ámsterdam. Hay más de 200 obras del autor, y os aconsejo llevar las entradas sacadas por internet, se evitan colas de entrada y es muy cómodo. Hay que sacarlas con antelación porque cuando completan el aforo cierran la venta.
- La casa de Ana Frank: si te interesa ver donde se ocultó y escribió su famoso diario disfrutarás en esta casa-museo, pero te comento lo mismo que el museo de Van Gogh: el aforo es limitado, las entradas se agotan y las colas son enormes. Si tienes claro que te apetece visitarlo, la mejor opción, entradas por internet.
- Barrio rojo: A mí no me preguntéis por el tema: viajamos con dos hijas y una abuela, y no nos trabajamos estos sitios.
Fuera de la ciudad
Os voy a recomendar tres sitios imprescindibles que harán que te lleves aún mejor sabor de tu visita a Ámsterdam:
- Volendam y Marken: localidades más que turísticas, pero que son una delicia. Nosotros fuimos en bus hasta Volendam. Se coge en Centraal Station, y el trayecto es de una media hora. El pueblecito tiene un paseo delicioso con mil tiendecitas de productos de la zona, y artículos de recuerdo. Desde allí cada media hora sale un barco para Marken. La travesía dura unos 15 minutos y cuando el barco te deja en el pueblo, lo primero que ves son unas casitas de cuento. El paseo es muy tranquilo y gratificante para la vista. Desde allí puedes volver en autobús hasta Ámsterdam.
- Los molinos de Zaanse Schans: Se puede ir en tren desde la Centraal Station de Ámsterdam, hay que pedir un billete a Koog-Zaandijk. Esta población se encuentra a 15 minutos de Ámsterdam. Nada más salir hay un dispensador gratuito de planos que te permite orientarte. Lo primero que te asombra es el olor tan intenso a chocolate que te va acompañar durante todo el recorrido. Hay un paseo delicioso hasta la zona de los molinos, y si el día te acompaña y está agradable, te acordarás siempre de él, ya que entre un molino y otro, a cual más pintoresco, paseas por campo, casas sacadas de otros tiempos, entre ovejas, cisnes y hierba. Si vais con niños o mocitos se lo van a pasar pipa. Los dueños de las tiendas enseñan gratuitamente a andar con zancos de madera. Como curiosidad os comentaré que la primera tienda de Ultramarinos Albert Heijn está allí. Albert Heijn, abuelo y fundador del imperio de estos supermercados, se hizo cargo de la pequeña tienda de comestibles de sus padres en 1887.
- Utrech: un destino que pasa un poco desapercibido y que a todos nos suena como a sitio de Tratado. La ciudad es espectacular. A 30 minutos de Ámsterdam en tren. Impresionante la torre de su catedral y pintorescos a más no poder sus canales. La parte más antigua de la ciudad es de trazado y aspecto medieval. Tiendas espectaculares, muchas de ellas de artículos de cocina y casa, eso sí, con unos precios de soloparamirar, cafés, y más cafés. Nos encantó.
Por si a alguno os interesa, nos alojamos en el hotel Nh City Centre, mejor comunicado imposible. Si sólo llevas una maleta de cabina y llegas en tren desde el aeropuerto, en 12-15 minutos caminando estás en el hotel. Parte de sus habitaciones dan a un canal, con vistas fantásticas de las casas de Ámsterdam desde las habitaciones, y a un paso de todo.
En cuanto a restaurantes siento no poder recomendaros restaurantes. Disfrutamos en otro plan, el que os cuento siempre: un buen pan y los productos de la zona, y para terminar los dulces que se tercien.
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