Mini quiches Portobello para Thermomix

Hay tres cosas en cocina, entre otras muchas, que me sorprenden por su sabor, especialmente al hacerlas en casa. Estoy hablando del pan —como no—, del hojaldre y de la pasta quebrada, ingrediente esencial en esta quiche Portobello que hoy os presento.

Comprar en un supermercado láminas de hojaldre o pasta quebrada resulta una solución magnífica para mil preparaciones, pero —siempre hay un pero— cuando has probado hacerlo en casa, encuentras una diferencia de sabor brutal. Entiendo que el hojaldre es más entretenido, pero la pasta quebrada es fácil de realizar, y cualquier parecido con la comprada es ciencia ficción. Es cierto que la tartaleta quizá queda más imperfecta que si la hacemos con la lámina industrial, pero vamos… por lo demás no tiene nada que ver. La quiche con pasta quebrada casera pasa a ser un manjar extraordinario, ideal acompañada de un buen vino en una cena de viernes.

Sobre la masa quebrada

De este tipo de tartaletas con pasta quebrada tengo bastantes recetas, ya que admiten todo: tengo una que la llamo quiche resumen nevera, con eso os digo todo. En esta primera receta con masa quebrada, os voy a dar una serie de recomendaciones que a mí me funcionan muy bien por si os sirven de ayuda:

– Es importante elegir bien el molde. Personalmente me decanto por el molde rígido, me gusta más que el de silicona. Untarlo bien de mantequilla, aunque yo siempre le retiro el exceso con un papel de cocina. Se trata de que no se nos pegue y de que no quede la base muy grasa.

– Desmoldar nuestra tarta salada cuando esté templada, para no correr el riesgo de que se nos rompa. Hay un molde magnífico con la base desmoldable que nos ahorra bastantes problemas.

– Para desmoldar las mini quiches utilizo un truco muy conocido, que es untar el molde con mantequilla, cortar dos tiras de papel apto para horno —como un rectángulo largo que sobresalga del molde por los dos lados— para ponerlas en la base de este en forma de cruz. Con la mantequilla se pegan al molde fácilmente. Se pone la masa de la tartaleta encima, y para desmoldar, tiramos de estas bandas y salen fácilmente.

– A mí me gusta pinchar bien la base con un tenedor —sin saña, pero bien pinchadita—, coger la masa con el rodillo y ponerla con los agujeritos de haberla pinchado tocando la base, con esto conseguimos que quede bien adherida y no se infle.

– Para darle forma a los bordes, me parece el método más sencillo que una vez que esté colocada la plancha de masa en el molde, bien asentada en el fondo, pasemos un rodillo de amasar por encima, y quedan los bordes perfectos.

– Cuando ya la tenemos en este punto, antes de rellenarla, taparla con un trapo limpio y dejarla reposar en el frigorífico una media hora.

– Este tipo de masas congela estupendamente.

– Personalmente me gusta hornear estas tartas antes de ponerle el relleno porque quedan mucho más crujientes, nada blandas. Para este proceso utilizo un papel apto de horno que lo pongo encima de la masa, y sobre el, unas legumbres que tengo para estos menesteres —no valen los garbanzos del cocido que sobraron ayer, ¿eh? Son sin cocinar—. La cantidad: bastante, que cubra el alto de la tarta. Cuando lleva 10 minutos en el horno, lo saco, le quito el papel con las legumbres y lo vuelvo a meter en el horno otros 5 minutos. A continuación saco de nuevo las tartaletas, pongo el relleno elegido lo meto en el horno y se termina de hacer en un tiempo corto dependiendo de cada receta. Es un proceso facilísimo, que se hace con los ojos cerrados.

Muchos de estos consejos los da la experiencia, cuando haces estas recetas muy a menudo. Otros los he aprendido de Delphine de Montalier, ya que su libro Tartas es para mí de consulta obligada en el uso de pasta quebrada.

La receta del libro de la Thermomix me gusta mucho, pero creo que sale mejor ésta que os propongo a continuación, y que yo la aprendí del libro que os he comentado.

Mini quiches Portobello

Pizzas, empanadas y cocas

6 personas

Necesitarás

6 moldes pequeños de tartaleta ó uno grande

Ingredients

Para la masa quebrada

250 g de harina
5 g de sal
125 g de mantequilla ablandada, cortada en daditos —de buena calidad, merece la pena, pues cambia totalmente el sabor—
1 yema de huevo
2 cucharadas de agua helada

Para el relleno

300 g de setas Portobello —son como el champiñón, pero más duras y más sabrosas—
350 g de langostinos frescos
Una berenjena
½ cebolleta tierna
2 huevos
1 brick pequeño de nata para cocinar
Sal
Pimienta negra
Un poco de aceite de oliva para sofreír

Preparación

Poner la mantequilla y la yema en el robot de cocina hasta obtener una crema untosa.
Incorporar el agua y mezclar de nuevo.
Añadir la sal y la harina de golpe y trabajar lo menos posible.
Hacer una bola, aplanarla y envolverla en un plástico transparente.
Ponerla en el frigorífico al menos 1 hora. O toda la noche si vamos a hacerla al día siguiente.

El relleno

Precalentar el horno a 180°C.
En una sartén antiadherente poner el aceite de oliva, y pochar la cebolleta.
Pelar la berenjena, y partirla en tiras. Yo la meto un par de minutos al microondas, añadiendo unas gotas de agua por encima para que no se reseque, y así se ablanda un poco y se sofríe antes. Añadir a la sartén.
Pelar los langostinos. Salpimentar y reservar.
Partir las setas en cuartos, y darles una vuelta en la sartén.
En un bol batir los huevos. Añadir la nata y remover.
Echar los ingredientes de la sartén, escurriendo bien el aceite.
Servir esta preparación dentro de las tartaletas de masa quebrada, que habremos horneado vacías de contenido antes, y repartir por encima los langostinos.
Reducir la temperatura a 170° y mantenerlas unos 15 minutos hasta que estén a nuestro gusto. A mí me parece que hay que dejarlas un poco jugosas, porque cuando se templan quedan perfectas.
Dejar enfriar en una rejilla y servir templadas.

Consejos

Si necesitamos hacerlas con antelación, quitar tiempo de horno, y cuando las vayamos a servir meterlas en el microondas para calentarlas, no es lo mismo, evidentemente, pero toleran bien el calentamiento.

Seguro que todos habréis hecho masa quebrada, pero si hay alguien al que le ha dado pereza, espero que lo intente, y cuando pruebe la diferencia que hay con la comprada, que me lo cuente.

Su.

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