Rosquillas de nata
Las rosquillas de nata que hoy os presento no tienen nada que ver, ni por sabor, ni por textura, con las que se hacen con buñuelera. Son diferentes, y para los amantes de este tipo de dulce, son extraordinarias. A pesar de llevar mucha harina en su receta, no quedan pesadas y no son nada grasientas.
Rosquillas de nata
Ingredientes
- 1tazade nata para cocinar
- 2huevos
- 100gde azúcar
- 2cucharaditasde levadura de repostería
- La ralladura de un limón
- ½kgde harina normal
- Sal
- Aceite de oliva para freír
- Azúcar glas y canela para espolvorear
Preparación
- En un bol batir la nata, la levadura, el azúcar y un pellizco de sal, añadiendo a continuación la ralladura de limón y los huevos un poco batidos.
- Una vez mezclado todo, agregar la harina tamizada hasta conseguir una masa que no se pegue a las manos. Dejar reposar la masa unos 10 minutos.
- Tomar pequeñas porciones de masa para hacer unos cordones, y unir sus extremos formando las rosquillas.
- Freír en abundante aceite caliente hasta dorarlas.
- Una vez fritas, escurrirlas y espolvorearlas con azúcar glas y canela al gusto.
Muy ricas para servir tanto frías como calientes.
Trucos
Para los ingredientes
- Como siempre os aconsejo utilizar los mejores ingredientes; es muy importante usar unos huevos bien frescos y una nata de buena calidad.
- Hay que ir incorporando la harina poco a poco, y batiéndola según lo vayamos haciendo. La textura adecuada es aquella que nos permite trabajar la masa para hacer unos cordones, pero siempre teniendo cuidado de no incorporar demasiada harina con el ánimo de manejar la masa mejor. Éste es el principal secreto de estas rosquillas, que podamos trabajar con ellas pero sin pasarnos de harina. Nos ayudará mucho tener las manos impregnadas de harina constantemente.
Para la fritura
- Si podéis tener a un ayudante que vaya friendo mientras vosotros vais haciendo las rosquillas, mucho mejor. A mí me gusta más este sistema, porque si estáis solos, hay que hacer las rosquillas e ir dejándolas en la superficie de trabajo, para luego cogerlas y freírlas. Es una manipulación añadida y corremos el riesgo de que pierdan algo de forma. ¡Pero no siempre podemos disponer de otras dos manos adicionales! Yo tengo la suerte que mi madre me asiste en estos menesteres y entre las dos es coser y cantar.
- A muchos reposteros les gusta freír con aceite de girasol este tipo de dulces, pero yo me inclino por freírlos con aceite de oliva 0,4°. El olor mientras se fríen es muy agradable y el aceite conserva las mismas propiedades casi desde las primeras rosquillas hasta las últimas.
- Siempre se deben escurrir en papel de cocina. Si son rosquillas que vamos a rebozar en azúcar blanquilla se rebozaran con la rosquilla caliente. Si por el contrario vamos a añadirle azúcar glas, esperaremos a tenerlas templadas o casi frías para que el azúcar no se funda y se quede con el efecto nevado que tanto gusta.
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