Tarta de hojaldre de morcilla y manzana
Ya sabéis que con una plancha de hojaldre soy feliz.Da igual lo que hagas, dulce o salado, todo queda de cine.Se ha hablado mucho estos meses de lo bien que resulta el hojaldre fresco del Lidl. Si andas con poco tiempo, esta es tu mejor opción, desde luego, pero si te quieres dar un homenaje especial, te ánimo a que lo hagas tú mismo antes de que lleguen las calores, y vas a comprobar que merece la pena el hacerlo. Lo hemos comentado otras veces; yo lo hago, y os aseguro que no tengo un minuto libre. Entre una vuelta y otra, cuando el hojaldre descansa en el frigorífico, voy haciendo otras cosas, eso sí, que no metan calor en la cocina, o sea, tender, preparar los bocatas del día siguiente, en fin, los preparativos del día a día.En otras recetas que he hecho con morcilla os he hablado de las de mi tierra, riquísimas, exclusivamente de cebolla, cortas de longitud, tiernas, aptas para potajes, revueltos, timbales… Y vosotros me habéis contado las peculiaridades de las morcillas de vuestra zona, con arroz, con piñones, más largas, más cortas, y todas muy bien especiadas.Para esta receta he utilizado una morcilla de Burgos, porque son ideales por su textura para cortar en rodajas, tienen un sabor tan rico, y combinan estupendamente con la manzana reineta.
Tarta de hojaldre de morcilla y manzana
Necesitarás
- Sartén antiadherente
- Molde rectangular antiadherente
Ingredientes
- 1planchade hojaldre
- ½morcilla de Burgos
- 1manzana reineta grande
- 3huevos
- 200mLde nata
- Un poco de sal
- Un poco de pimienta
Para caramelizar la manzana
- Una pizca de mantequilla
- Un poco de azúcar
Preparación
- Precalentar el horno a 200°.
- Untar un molde que os guste con un poco de mantequilla. En mi caso he utilizado uno rectangular que se desmolda, y que para estas tartas es estupendo.
- Poner la plancha de hojaldre encima, acoplarla bien a la forma del molde y pasar el rodillo por encima para que los bordes queden lo más regulares posibles. Pincharla con un tenedor.
- Poner un papel de horno encima de la plancha y ponerle peso —yo ahora utilizo unas bolas de cerámica que venden para estos usos, pero toda la vida he utilizado mis garbanzos—.
- Meter en el horno unos 15 minutos y sacar. ¡Cuidado con el horno! Si veis que está a medio hacer un poco antes de este tiempo, sacadla.
- En un bol batir los huevos y la nata. Salpimentar al gusto.
- Pelar y partir en gajos un poco gordos la manzana. En una sartén antiadherente, poner una pizca de mantequilla y poner la manzana a caramelizar con un poco de azúcar por encima, hasta que tenga un punto medio de hechura. No debe estar muy blanda ya que le queda un rato de horno.
- Quitar el peso que le hayamos puesto al hojaldre, y echar la nata y los huevos batidos. Colocar ordenadamente una rodaja de morcilla, una de manzana y así sucesivamente.
- Meter otros 15 minutos en el horno, hasta que veamos que los huevos y la nata han cuajado y el hojaldre queda ligeramente dorado.
Esta tarta con el hojaldre casero congela muy, muy bien, de tal forma, que la sacas, la dejas descongelar un poco, y le das un toque de calor en el horno, y te cruje cuando la pruebas. ¡Vamos, que nadie se puede imaginar que ha salido directa de Siberia a nuestra boca!
Trucos para triunfar con esta receta
- Es necesario cogerle el punto al horneado. No es aconsejable pasarnos de horno porque queda muy seca. Es preferible un punto jugosa, pero claro, el huevo y la nata deben estar cuajados.
- Utilizad vuestra morcilla favorita, pero mejor que tire a sabor suave, para que no anule el resto, y no salgamos con el paladar anestesiado.
- Por presencia, es preferible una morcilla que admita cortarla en rodajas.
- Fundamental la variedad reineta de la manzana, para conseguir ese punto agridulce que le va tan bien a este tipo de combinaciones.
No hace falta ni que os diga que es una de las tartas favoritas de mi fotógrafo.