Cómo presentar un gazpacho para una cena de verano
Probablemente muchos de vosotros sepáis cómo presentar un gazpacho o una sopa fría en una cena de verano de la forma que os enseño hoy. Pero por si no lo habíais visto nunca, y os apetece ponérselo a vuestro personal, ahí va la idea que aprendí de un libro de técnicas culinarias de Editorial Blume.
Me parece una opción diferente y estupenda para que quede bonita una presentación, sin dar mucho trabajo, ya que se hace y se puede desmoldar con antelación, y se tiene en el congelador listo para poner en cuanto nuestros comensales se hayan zampado los aperitivos. Me parece maravilloso, y depende de la decoración que le pongamos, con unas u otras hierbas aromáticas, tendremos un leve toque de sabor que sin duda lo hará diferente.
Necesitas para hacer el cuenco de hielo
Dos cuencos, de forma similar, pero que quepan uno dentro de otro. En mi caso he utilizado uno de 21 cm y otro más pequeño de 17 cm de diámetro. Con estas medidas el cuenco de hielo que se forma tiene aproximadamente medio litro de capacidad
Plantas aromáticas y unas flores
Agua
Una lata de conserva llena —sirve su peso—
Elaboración
1. Llenar el bol grande con un dedo de agua. Poner en el fondo unas hojas de hierbas aromáticas y unas flores, al gusto. Meter en el congelador dos horas.
2. Sacarlo, y a continuación, poner el bol pequeño encima, bien centrado, y situar, dentro de él, el bote de conserva, para que no flote el bol al verter el agua.
3. Llenar con cuidado de agua, y poner el resto de hierbas y flores, según inspiración.
4. Llevar con cuidado al congelador. Una vez asentado, repasar que estén centrados los boles, y con cuidado, cerrar el cajón. Dejar de un día para otro.
5. Unas horas antes de que nuestros invitados lleguen, sacar del congelador, y con una bayeta que estrenemos para este uso, mojada en agua muy caliente y escurrida, frotar ambos boles. Repetir la operación unas cuantas veces hasta que los boles se despeguen.
6. Con cuidado, depositaremos nuestra creación en el congelador hasta el momento de servir.
Me gusta mucho, porque además de la presentación, que ya es de por sí muy atractiva, podemos darle a la sopa fría que presentemos un leve toque aromático, que es el que desprende el cuenco: a mi parecer es de lo más interesante.
Su