Masa quebrada de almendra para tartas: dos recetas
Recopilando, en webos fritos tenemos como base para tartas:
- La receta de hojaldre como base absolutamente maravillosa para tus tartas. El pero que tiene, es que es un poco trabajoso y no todo el mundo dispone del tiempo necesario para hacerlo. Eso sí, os recomiendo que alguna vez, preferiblemente en invierno, lo hagáis y os deis el lujazo de comer un hojaldre casero. Nada que ver con el comprado, ni por asomo, y os lo puede decir cualquier lector que lo haya hecho.
- También publiqué una masa quebrada que os vale tanto para tartas saladas como dulces, y es la que uso para hacer las quiches.
- Otro día os hablé de la masa para tartas, que me gusta porque se maneja bien, está rica y no es muy delicada. En un vídeo de pocos minutos os enseñe cómo darle una forma bonita al molde y aquí, unos trucos para que la masa no encoja.
- También tenéis la opción de hacer una base para una tarta con masa filo, que me encanta. Las tartas quedan ligeras y crujientes. Así lo hice para esta receta dulce y para esta otra salada.
Hoy traigo una base diferente, más delicada de las que os he comentado, pero mucho más exquisita. Os ofrezco dos versiones:
Versión 1: mi favorita
Absolutamente maravillosa pero, pero… ¡delicadísima! Queda de aspecto muy rústico porque se rompe con mucha facilidad si no se manipula con cuidado, y al trabajarla y depositarla en el molde casi hay que ir construyendo la base como si fuese plastilina. No se ablanda —bueno, a las 18 horas— al poner una crema por encima, cosa que les pasa a muchas de estas masas.
Ingredientes
125 g de harina de repostería
100 g de azúcar
75 g de almendra molida
100 g de mantequilla
1 huevo para pintar la masa
Preparación
Tradicional
3. Hacer una bola y aplanarla un poco. Meter media hora en el frigorífico envuelta en plástico transparente.
4. Meter la masa entre dos plásticos transparentes y aplanarla con un rodillo.
5. Engrasar la base del molde. Forrarla con la masa. Pincelar los bordes con agua para que la masa quede como pegada. Retirar la masa restante con los propios dedos. La masa es arenosa a más no poder, por lo que el dibujo del molde no os quedará muy definido, pero no pasa nada.
7. Meter en el frigorífico durante 5 minutos.
8. Precalentar el horno a 200º, calor arriba y abajo.
9. Bajar la temperatura a 180º y hornear unos 15 minutos. Este tiempo será suficiente si la tarta se sigue horneando una vez puesto el relleno, pero si la tarta se rellena en frío puede necesitar hasta 5 minutos más de horno.
Thermomix
2. Hacer una bola y aplanarla un poco. Meter media hora en el frigorífico envuelta en plástico transparente.
3. Meter la masa entre dos plásticos transparentes y aplanarla con un rodillo.
4. Engrasar la base del molde. Forrarla con la masa. Pincelar los bordes con agua para que la masa quede como pegada. Retirar la masa restante con los propios dedos. La masa es arenosa a más no poder, por lo que el dibujo del molde no os quedará muy definido, pero no pasa nada.
6. Meter en el frigorífico durante 5 minutos.
7. Precalentar el horno a 200º, calor arriba y abajo.
8. Bajar la temperatura a 180º y hornear unos 15 minutos. Este tiempo será suficiente si la tarta se sigue horneando una vez puesto el relleno, pero si la tarta se rellena en frío puede necesitar hasta 5 minutos más de horno.
Esta masa, al no llevar peso, sube un poco en el horno, y si miras en ese momento dices: ¡Qué espanto, por favor! pero luego al sacarla del horno vuelve a su ser. ¡Ojo! Al sacarla del horno un simple roce del guante puede hacer que la masa pierda la forma.
Versión 2
Muy rica, bastante más manejable y menos delicada que la versión 1. La foto corresponde a esta versión, para que os hagáis una idea de como queda.
Ingredientes
135 g de harina de repostería
40 g de almendra molida
100 g de mantequilla
50 g de azúcar
1 huevo
Aroma de vainilla —opcional—
Preparación
Tradicional
2. Hacer un volcán con la harina dentro de un cuenco. Añadir todos los ingredientes, incluido el huevo. No trabajar mucho la masa, lo justo para que se unan los ingredientes.
3. Hacer una bola y aplanarla un poco. Meter media hora en el frigorífico envuelta en plástico transparente.
5. Engrasar el molde. Forrarlo con la masa. Quitar la masa sobrante pasando el rodillo por encima del borde.
6. Pinchar toda la masa con un tenedor.
7. Meterla en el frigorífico durante 10 minutos. Recortar un papel de hornear de la medida interior del molde y poner por encima unas legumbres que tengamos para estos menesteres o unas bolitas de cerámica para que la masa no suba.
9. Bajar la temperatura a 180º y hornear unos 15 minutos. Este tiempo será suficiente si la tarta se sigue horneando una vez puesto el relleno, pero si la tarta se rellena en frío puede necesitar hasta 5 minutos más de horno, ya sin las legumbres.
Thermomix
3. Aplanar la masa con un rodillo y forrar con ella un molde que habremos engrasado previamente. Quitar la masa sobrante pasando el rodillo por encima del borde. Pinchar con un tenedor por toda la masa.
4. Meterla en el frigorífico durante 10 minutos.Recortar un papel de hornear de la medida del molde y poner por encima legumbres que tenemos para estos menesteres o bolitas de cerámica para que la masa no suba. 5. Precalentar el horno calor arriba y abajo a 200 º.
Consejos
- La mejor manera de tener claro que te gusta y cuando usarlo es practicando. Por ejemplo: las dos siguientes tartas que voy a publicar están mucho mas ricas con el toque de almendra que lleva la masa de hoy en cualquiera de sus dos versiones, pero igual tu tienes un gusto diferente al mío, y te apetece más la masa quebrada normal. Por eso hay que ponerse sin pereza a estas cosas.
- Al hacer este tipo de masa en muchas recetas se aconseja hacer una bola y meterla en el frigorífico, para luego sacarla y aplanarla. Pero si tu metes la bola ya muy aplanada a enfriar, te costará mucho menos trabajarla, ya que al pasarle el rodillo se romperá menos por los bordes. En todo caso acuérdate de que es una masa delicada: ve recomponiéndola con tus propias manos cuando se cuartee un poco.
La pruebas y me cuentas.
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