Orejas de fraile
Cómo me gustan las recetas de siempre…
Orejas de fraile
Ingredientes
- Un huevo
- Una cucharada sopera de harina bastante llena
- Una pizca de azúcar —no poner mucha para que no se quemen—
- Un poco de leche
Preparación
- Mezclar todos los ingredientes con unas varillas hasta conseguir una masa sin grumos. Utilizar un bol hondo y estrecho.
- En un cazo hondo y no muy grande, poner abundante aceite de oliva suave. Luego se puede reutilizar para otras cosas, porque no se ensucia ni se oscurece.
- Cuando el aceite esté bien caliente meter una cuchara sopera dentro.
- Cuando la cuchara esté muy caliente, cogerla por el mango con cuidado y meterla en la masa, hasta un poco menos de donde empieza el mango. Escurrir un poco la masa sobrante y meterla en el aceite.
- Nada más meter la cuchara con la masa en el aceite, moverla un poco, y se desprenderá sola la masa. Si no es así, ayudaros con unas pinzas.
- Ponerlas a escurrir en un plato con papel de cocina absorbente, y las que vayamos a servir con azúcar, pasarlas inmediatamente por ella.
- Las que no hayamos rebozado en ázucar podemos mojarlas en leche —caliente o fría— servida en un bol o en un plato con canela y azúcar.
Trucos para tener éxito
- Tener siempre la cuchara bien caliente. Si no se os despegan solas de la cuchara, probablemente es porque no tenian la temperatura adecuada.
- Para que se queden crujientes ponerlas en papel absorbente.
- Especial cuidado en no quemarse en la manipulación.
- Consumir lo antes posible para apreciar la textura tan maravillosa —a algunos no les hace falta este consejo—
Realmente es un delicioso juego: masa, cuchara, freír, oreja. ¡Ay, qué ratos más buenos nos da la cocina!