Corona de ángel
Tras este nombre tan angelical de corona de ángel se esconde uno de los bizcochos más finos al paladar. Es un clásico en repostería. El hacerlo en molde de corona es para asegurarnos la perfección, ya que estos bizcochos que llevan claras batidas suelen hundirse a veces un poco en el centro si se hacen en un molde redondo normal. Con este tipo de bizcochos también tenemos que entendernos con nuestro horno, pero una vez que hemos probado, es un bizcocho ideal por lo ligero que es, y apto si tenéis colesterol en casa.
La receta que yo os pongo es la básica de este tipo de bizcochos con claras, que se llaman de ángel. A partir de aquí, le podéis añadir a vuestro gusto lo que os apetezca: naranja rallada y un chorrito de zumo de naranja, o vainilla, como en este caso, o incluso un poco de chocolate fondant a la masa inicial.
El adorno está inspirado en unas piruletas de chocolate maravillosas que me mandó mi amiga Eva, de la marca b.mbons, con un diseño sencillísimo, pero espectacular y muy fácil de hacer.
Para este dulce viene muy bien utilizar una botella de claras pasteurizadas que venden en Mercadona, porque el día que utilizo las claras de mis huevos, a continuación tengo que hacer un tocino de cielo, y no siempre tengo tiempo para hacer los dos dulces seguidos. Estas claras se encuentran en la zona de refrigerados donde están los gazpachos, y los ahumados.
Receta de la corona de ángel
Ingredientes
9 claras de huevo a temperatura ambiente
1 pizca de sal
250 gr de azúcar blanquilla —si sois menos golosos podéis dejarlo en 200 gr—
150 gr de harina de repostería
8 gramos de levadura de repostería
½ cucharadita de esencia de vainilla
Preparación
Tradicional
2. Preparar un molde tipo corona, de 18 a 20 cm de diámetro, y engrasar con un poco de mantequilla y harina. Volcar el molde para que el sobrante de harina se elimine.
3. Mezclar toda la harina con 125 gr de azúcar en un cuenco grande. Añadir la levadura. Reservar.
4. Batir las claras con un poco de sal en un cuenco limpio, hasta que estén a punto de nieve. Cuando estén, añadir los 125 gr de azúcar que restan. Batir hasta que la masa esté brillante.
5. Añadir la esencia de vainilla. Tamizar la mitad de la mezcla de harina, azúcar y levadura sobre el merengue e incorporarlos cuidadosamente con unas varillas. Repetir la operación con la otra mitad del azúcar, harina y levadura.
6. Verter la mezcla en el molde y hornear unos 30 minutos a 160˚. Cuando pase este tiempo, subirlo a 170˚ y mantenerlo otros 10 minutos aproximadamente. Apagar el horno y dejarlo con la puerta entreabierta para que el cambio de temperatura sea lo menos brusco posible.
7. Cuando esté templado, dejar enfriar en una rejilla. Cuando esté frío, espolvorear con azúcar glas ayudándonos de un colador.
Thermomix
2. Pesar la harina y mezclarla con la levadura, tamizándola a velocidad 6 durante 15 segundos. Reservar en un bol.
3. Pulverizar el azúcar a velocidad máxima durante 30 segundos. Apartar.
4. Poner la mariposa y batir las claras a punto de nieve a velocidad 3 ½ hasta que veamos que están duras. Casi al final del proceso añadir la mitad de azúcar. Nos quedará un merengue brillante.
5. Sacar a un bol. Tamizar sobre las claras montadas la mitad de la harina con la levadura, envolviendo la mezcla muy cuidadosamente. Repetir la operación con la mitad de la harina que queda. Incorporar también muy cuidadosamente la mitad del azúcar restante. Añadir la esencia de vainilla y remover ligeramente.
6. Verter la mezcla en el molde y hornear unos 30 minutos a 160˚. Cuando pase este tiempo, subirlo a 170˚ y mantenerlo otros 10 minutos aproximadamente. Apagar el horno y dejarlo con la puerta entreabierta para que el cambio de temperatura sea lo menos brusco posible.
7. Cuando esté templado, dejar enfriar en una rejilla. Cuando esté frío, espolvorear con azúcar glas ayudándonos de un colador.
El adorno
Para hacer el adorno, fundir chocolate fondant en el microondas a temperatura baja. Sobre un acetato con un aro de emplatar no muy grande, y pincelado con aceite de girasol en su interior, verter el chocolate en cantidad suficiente para hacer un círculo. Retirar el molde cuando el chocolate esté frío. Fundir en el microondas chocolate blanco, y con la ayuda de un biberón o de una jeringa, hacer otro círculo más pequeño sobre el anterior.
Para que el adorno se quede en el bizcocho a modo de peineta, hacer un corte en la parte superior de la corona con un cuchillo afiladísimo, y ajustar el adorno en él.
Este bizcocho es un básico que, si no habéis probado, me gustaría animaros a que lo hicierais. También admite el molde redondo clásico, teniendo cuidado de no asustarlo con cambios de temperatura muy bruscos en el horno y al sacarlo para enfriar.
Es ideal acompañarlo también de una salsa de chocolate hecha con unos 200 gr de chocolate negro para fundir, 150 gr de crema de leche, y 50 gr de mantequilla. Lo ponemos en un cazo a fuego bajo, removemos, y cuando la salsa esté homogénea, la vertemos sobre el bizcocho y servimos…
Como siempre, desde la Mancha con amor.
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