Costillar de conejo relleno
Costillar de conejo relleno
Necesitarás
- Cordel para atar el costillar
Ingredients
- Los costillares de dos conejos
- 200gde las setas que más os gusten
- 1cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 50gde jamón
- Un poco de vuestro paté favorito
- Una pizca de sal
- Una pizca de pimienta
- 1vasode vino blanco
- Una pizca de manteca de cerdo
Para la salsa
- 2chalotas o 2 cebollas tiernas pequeñas
- 1vasode caldo
- ½vasode vino de Oporto
- ½cucharadade harina de maíz—Maizena—
- Un poco de pimienta
- 1cucharadade aceite de oliva virgen extra
Para la guarnición
- Unas cebollas francesas
- 1puerro
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Azúcar
Preparación
- Lavar y secar con un papel de cocina las setas. Cortarlas en trocitos, y ponerlas a freír en una sartén con una cucharada de aceite y una pizca de sal. Cuando estén hechas, retirarlas y dejar que se templen.
- Con un cuchillo afilado separar la falda de las costillas del conejo y cortar la ternilla que hay entre un huesecillo y otro.
- Estirar la falda, y untar con el paté. Poner en la parte más alejada de los huesos el relleno, con las setas y un poco de jamón troceado. Ir haciendo un rollito hasta alcanzar con él las vértebras. Poner un cordel para que el relleno se quede compacto, tal y como veis en la foto. Untar el conejo por fuera con una pizca de manteca de cerdo, aplicándola con los dedos; le da muy buen toque.
- Precalentar el horno 180º, calor arriba y abajo, y meter el conejo, poniéndole por encima el vaso de vino blanco. El tiempo orientativo es de aproximadamente unos 20 minutos. La carne tiene que estar blanca pero con el dorado tan característico que tienen las carnes horneadas. Sacar y dejar templar antes de quitar el cordel.
La salsa
- Poner en un cazo un poco de aceite de oliva, cortar la chalota en pequeños trocitos y freírla. Cuando esté frita, añadir la ½ cucharada de harina de maíz, y echar el vino. Dejar que evapore un poco.
- Añadir el caldo y una pizca de pimienta. Dejar que reduzca y se mezclen sabores.
- Pasar la salsa por un chino o un pasapurés —o si vais con prisas con la batidora— para que quede fina, fina. El espesor que buscamos es medio, y se sirve muy, muy caliente, ya que la temperatura del conejo será templada.
La guarnición
- Pelar las cebollitas y ponerlas en una sartén con un poco de aceite, una pizca de sal, y una cucharada de azúcar. Dejar que se caramelicen poco a poco, hasta que estén ligeramente doradas y hechas por dentro.
- Cortar el puerro en pequeñas tiras a lo largo. Freír en abundante aceite de oliva unos segundos: cuidado, que se quema enseguida. Escurrirlo en papel de cocina, y ponerle una pizca de sal. Queda de un crujiente maravilloso. Servir como más os inspire.
La guarnición
1. Pelar las cebollitas y ponerlas en una sartén con un poco de aceite, una pizca de sal, y una cucharada de azúcar. Dejar que se caramelicen poco a poco, hasta que estén ligeramente doradas y hechas por dentro.
2. Cortar el puerro en pequeñas tiras a lo largo. Freír en abundante aceite de oliva unos segundos: cuidado, que se quema enseguida. Escurrirlo en papel de cocina, y ponerle una pizca de sal. Queda de un crujiente maravilloso. Servir como más os inspire.
En la fotos veis en la base una pincelada de una reducción de vinagre de Pedro Ximénez, porque me gusta el punto que le da en estas carnes, en contraste con el tipo de carne y la salsa.
Esta cocina en miniatura es para pocos comensales. Para los que os juntéis muchos lo mejor son las propuestas que os he presentado en el menú de Navidad 2010 de rollos de carne, que solucionan mucho. No obstante, no todos tenemos las mismas circunstancias, y no quiero olvidarme de los lectores más pitiminís.
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