Diez consejos para hacer la compra sin morir en el intento
Imagínate la siguiente escena. Una persona en el súper. Tú mismo. ¿Te ves?
Has aparcado mal, vas fatal de hora. Metes en el carrito los productos con prisas y de manera mecánica, porque son los que usas siempre en casa. No tienes un mercado cerca y este supermercado no está mal, aquí no tienes que esperar colas. De paso compras cualquier pan de la zona, bajo el rótulo “recién hecho” —ejem—, que en casa no les digusta y que al día siguiente incluso lo vas a poder usar como un martillo para hacer bricolaje… Llegas a casa agotado, y tampoco prestas demasiada atención a lo que guardas. Sólo quieres tomar algo rápido y un poco de sillón, por favor…
Creo que todos nos hemos visto reflejados en esta escena alguna vez. Algún lector tendré que lleve una vida tranquila y pueda dedicar tiempo y mimo a estas cosas, pero muchos otros tienen que hacer malabares para compatibilizar casa, comida, trabajo y organización familiar, esto en el mejor de los casos que haya trabajo.
Todas las semanas, cuando publico mi menú, te comento la importancia de hacer la compra con el menor estrés posible, con cabeza y con mimo: este es el primer éxito en la cocina.
Diez consejos para hacer la compra sin morir en el intento
Hoy te ofrezco unas claves para hacer la compra. Aunque todos las sabéis de sobra, siempre hay a quien le cuesta ponerlas en práctica.
1. Prioriza
Es cuestión de prioridades: a algo de tu tiempo de ocio siempre hay que renunciar. Más que pensar en lo que te gusta o no de la compra, piensa en las consecuencias positivas que tiene una compra bien hecha:
- Productos frescos y elegidos.
- Ingredientes escogidos para menús planificados.
- Aprovechar las ofertas más interesantes.
Como verás, todo este esfuerzo influye directamente en nuestra salud y en nuestra economía.
2. Elige
Elige lo que mejor te venga: mercado de tu barrio, o un buen supermercado, sin descuidar a la tienda de barrio pequeña de toda la vida, que igual tiene algún producto que te interesa. Si vives en una ciudad pequeña es más fácil poder comprar en un mercado y complementar en otro tipo de establecimientos. Si vives en ciudades más grandes tendrás que valorar dónde comprar. Eso sí, te aconsejo que aunque sea en supermercado, busca uno donde no estén todos los productos frescos ya envasados en bandejas: es bueno poder elegir productos no envasados.
3. Invierte y sé constante
¡Dedicar tu tiempo a hacer la compra no es perderlo! Es invertir en tu salud y en la de los tuyos. Además, sé constante. Adquirir el hábito de comprar con tranquilidad y cabeza no es cosa fácil. Tira de refranero: el que la sigue, la consigue.
4. Piensa
Ten pensados unos platos del menú semanal y una lista con los productos que te hacen falta para hacerlos, pero ve con la mente abierta. Si hay una buena oferta, valórala, y cambia sobre la marcha lo que te haga falta. Un ejemplo. Tú vas con la idea de hacer mi palometa, y por narices quieres hacerla, y resulta que el pescadero, de quien ya te vas haciendo amigo, te dice:
—No te lleves la palometa —guiño, guiño, codazo, codazo— y llévate el bonito, que está fantástico.
Pues sé receptivo a este cambio, que seguro que puedes hacer otra receta para disfrutar.
Ten también un presupuesto de lo que te puedes gastar en comida: esto te ahorrará caprichos innecesarios, aunque de vez en cuando ¡permítete alguno!
5. Fondo de despensa
Ten siempre en casa un fondo básico de despensa con ingredientes básicos que te sacan de cualquier apuro, que se pueden comprar una vez al mes, y descargan un montón la compra semanal. De este tema tengo que escribir con más detenimiento otro día…
6. Confianza
También te puede ayudar comprar algún producto por internet. Yo lo hago con el aceite, las harinas, las conservas y, cuando es temporada, las naranjas, que aguantan muy bien el transporte. En definitiva, se trata de buscar tus sitios de confianza, al igual que lo haces con los establecimientos físicos.
7. Habla y mira
Habla con el que despacha. Gánate su confianza semana tras semana y será tu mejor aliado.
El ticket su turno es sensacional, pero encuentro maravillosa la vuelta a la antigüedad:
—¿Quién es el último?
Mientras me toca me entretengo mirando. Si estoy en la frutería veo lo que han traido de novedad esta semana, o pensando si voy a hacer esto o lo otro, o —en mi caso— tuiteando algún producto interesante.
8. Aprende
Interésate por el producto que compras. Con las prisas no siempre se puede hacer un máster sobre el tipo de queso que llevas, por ejemplo, pero si un día tienes un poco más de tiempo, mira y analiza qué quesos hay, los que tienen Denominación de Origen, alguno especial que te llame la atención, si son de marca blanca cuál es el fabricante… Cualquier detalle es importante para aumentar el conocimiento sobre lo que compramos y comemos.
9. Paciencia
Si vas con niños, todo se ralentizará. Pero igual que invertimos en unas buenas clases de inglés, por qué no le echamos paciencia al asunto y dedicamos un poco tiempo a enseñarles cosas de los ingredientes o, al menos, a educarles para que sepan algunas cosas más de los productos que comen. Lo sé, es dificil, pero no imposible.
10. Y orden
Coloca la compra cuando llegues a casa:
- Clasifica bien los productos.
- Mete lo congelado en seguida en el congelador.
- Saca la fruta de las bolsas y colócala en los cajones del frigorífico. Analiza la que tiene que madurar un poco todavía para dejarla fuera.
- Coloca lo más antiguo delante para gastarlo antes.
- Coloca la carne y el pescado.
En definitiva dedica a cada alimento la importancia que le corresponde. Como lo coloques así te lo vas a encontrar.
Ahora, con todo recogido, y el momento compra resuelto y del que hemos disfrutado lo más posible —o por lo menos lo hemos intentado—, la cocina empieza de otra manera, con otra actitud: una actitud más relajada y positiva.
Lo sé, es complicado cambiar los hábitos del día a día con todas estas pautas. Te has quedado sin tiempo para ________________. [Escribe sobre la línea lo que más te duela dejar de hacer]. Pero estás apostando por hacer tu paso por la cocina más feliz, sin tanto estrés, y eso repercute en casa en todos los aspectos.
Todo mi apoyo para los que peleáis con estas cosas en vuestro día a día.
#compraconcabeza #comprafeliz
Su