La Garganta de los Infiernos y Los Pilones, en el Valle del Jerte
El Valle del Jerte es maravilloso. No solamente por el productazo que sale de sus árboles y que todos conocemos por su excelencia: la cereza y la picota, sino también por lugares como la Garganta de los Infiernos y Los Pilones. Nosotros no conocíamos la zona, y la teníamos en pendientes, así que en cuanto tuvimos tres días libres cogimos el coche, nuestra cesta de picnic y salimos a explorarla para incluirla en nuestro apartado para descubrir nuevas rutas.
La Garganta de los Infiernos y Los Pilones
Nuestra primera parada para estirar un poco las piernas fue en El Barco de Ávila. Pasado el puente hay un pequeño mirador en el que dejar el coche y admirar unas vistas impresionantes del pueblo que bien merece una visita en exclusiva. En otro viaje será, porque nosotros queríamos llegar al Valle del Jerte a la hora de la comida y no queríamos retrasarnos.
La mayor afluencia de turismo en la zona se realiza cuando están los árboles en su floración. Viendo fotos de la zona en esa época te das cuenta de que realmente es un espectáculo. Pero nosotros fuimos cuando pudimos, a primeros de mayo, cuando la floración había pasado y todavía los árboles no estaban llenos de cerezas. La belleza del lugar no deja lugar a dudas para pensar que cualquier estación es buena para visitar la zona.
Nuestro objetivo era comer en el merendero que hay junto a la N-110, la carretera que recorre el Valle del Jerte, a medio camino entra Cabezuela del Valle y Jerte, justo antes de comenzar la ruta a Los Pilones, en la Garganta de los Infiernos. Cuando terminamos de comer y descansamos un poco, como no hacía excesivo calor decidimos acometer la ruta.
Hay un Centro de Interpretación de la Garganta de los Infiernos situado a pocos metros del merendero. Al lado del Centro de Interpretación hay también un camping para los que os apetezca esa opción de alojamiento en la zona. Desde el Centro de Interpretación parten dos rutas señalizadas que recorren la Garganta de los Infiernos.
Las rutas
La ruta principal es circular, está señalizada con amarillo y blanco, y tiene unos 16 km de longitud y una duración de unas 6 horas aproximadamente. Esta ruta contiene una segunda, que lleva a Los Pilones, señalizada de verde y blanco, y que es de unos 6 km ida y vuelta.
Aunque la ruta es de baja dificultad, el tramo inicial presenta una considerable pendiente, con un buen tramo de escaleras salpicado de peldaños de madera y grandes piedras, eso sí, entre robles y castaños, mientras te adentras en la Garganta de los Infiernos.
Después de un buen tramo de subida el camino se abre en un mirador natural para mostrarnos el esplendor de la naturaleza, con el agua al fondo, y enfrente, manando de la piedra en el Chorrero de la Virgen. Lugar fijo de foto recuerdo.
Es en el siguiente tramo en el que te encuentras con zonas de helechos y con alguna que otra leve pendiente que acaba en una pista forestal que te conduce a los Pilones, una zona de aguas bravas que se remansan en gigantescos pilones —o marmitas de gigante, como también se las conoce— horadados en el macizo granítico por la acción del agua durante siglos y siglos.
Nosotros habíamos visto muchas fotos de la zona, porque era un destino que antes o después queríamos conocer, pero realmente estar allí mismo contemplando semejante espectáculo de la naturaleza te deja sin palabras. Como hacía cierto calorín había gente bañándose. Siendo primeros de mayo, unos valientes, sin duda.
De vuelta
De vuelta hicimos una parada en el bar que hay enfrente del centro de Interpretación: tiene una terraza de lo más agradable.
Apúntate la ruta en un cuaderno donde vayas escribiendo esas cosas que uno tiene que hacer al menos una vez en la vida.
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