Pastel de filo con rape y langostinos
Solamente deciros una cosa: si alguna vez pudierais venir a comer a casa, sería uno de los platos que elegiría sin duda alguna. Con eso creo que están muchas cosas dichas. Es una combinación fantástica de sabores, incluso para los paladares más clásicos — como los de mis padres— y es que este pastel de filo con rape y langostinos enamora.Como ingredientes principales están el rape y los langostinos; la salsa espesa que lo acompaña, le va fenomenal, y la pasta filo, le aporta una delicadeza y una textura crujiente que es el no va más.La receta original, de Telva, es con salmón y langostino, que es una conjunción estupenda, pero yo siento debilidad por el rape, y de ahí la variante, aunque por precio, mejor la original. De todas formas últimamente encuentro unos rapes no muy grandes y a buen precio, y como yo del rape aprovecho todo —cabeza y huesos para sopas o caldos para arroces y los lomos de cualquier forma—, no encuentro que se me salga del presupuesto.La pasta filo la encontrareis en los súper grandes, en los lineales donde estén las masas de hojaldre y quebrada, en el zona de refrigerados. Su manipulación es un poco delicada en postres o platos donde tenemos que utilizar la lámina entera, pero para este plato da igual que se rompa un poco: cuanto más rústicos queden los adornos, mejor.A ello.
Receta del pastel de filo con rape y langostinos
Ingredientes
- 500gde rape
- 500gde langostinos
- 3puerros
- 1diente de ajo
- 100gde brandy
- 2cucharadasde tomate frito
- 1brickpequeño de nata para cocinar
- 1cucharadade maicena
- Aceite
- Sal y pimienta
- 1paquetede pasta filo
- Mantequilla fundida
- 1huevo batido
Preparación
- Lavar y cortar los puerros en rodajas finas. Pelar y picar el ajo. Pochar en una cacerola hasta que estén transparentes.
- Añadir el tomate frito y el brandy. Dejar evaporar, e incorporar la nata.
- Hervir hasta que la nata espese ligeramente.
- Añadir el rape cortado en cubos, y los langostinos, pelados y en troceados en dos.
- Cocer durante 3 minutos más a fuego fuerte. Si es necesario espesar con la maicena, previamente disuelta en agua fría.
- Sazonar y dejar enfriar.
Montaje
- Pintar con mantequilla las hojas de pasta filo, y pegarlas de tres en tres.
- Forrar un molde apto para horno, poniendo las láminas en el fondo del molde. Repetir la operación según queramos el grosor de la base; yo puse un total de 6 láminas. Las zonas que sobresalgan del molde nos servirán para tapar el relleno.
- Colocar el relleno encima de la masa —si está el relleno a temperatura ambiente, la pasta filo responde mejor— y cerrar los bordes de la pasta hacia dentro.
- Decorar la superficie del pastel con más masa filo pintada de mantequilla, haciendo con ella una especie de flores, retorciendo la pasta sobre sí misma: cuanto más irregular, más bonito.
- Sellar bien con ayuda de mantequilla, y pintar con huevo batido, dando toques con una brocha con cuidado de no aplastar la superficie.
- Precalentar el horno a 200°, calor arriba y abajo y meter la tarta hasta que la masa esté dorada. Servir bien caliente.
¡Ojalá lo disfrutéis como en mi casa!
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