Rodillo de acero inoxidable
Este rodillo se ha convertido en uno de mis imprescindibles cuando me pongo a hacer galletas, cruasanes u hojaldre.
Es magnífico, ya que su peso extra me ayuda a conseguir los resultados que a mí me gustan. Además lo puedo meter en el frigorífico, y consigo un punto más de frío para trabajar el hojaldre.
Yo tengo un rodillo de madera al que tengo mucho cariño, pero se ha visto arrinconado por éste, que para el tipo de masas que manejo yo consigo mejores resultados.
Me lo compré en El Amasadero y me costó alrededor de 25 euros.
Actualización junio de 2015: en perfecto estado, lo tengo impecable a pesar de su uso continuado y me sigue pareciendo imprescindible.