Stop
Siempre os digo que esto es más que vosotros y yo separados por una pantalla de ordenador. Compartimos recetas, recuerdos gastronómicos, vivencias, y también sé de muchas de vuestras circunstancias personales. Es lógico: llevamos mucho tiempo juntos, día a día, durante tres años y medio sin dejar de publicar nunca durante este tiempo.
Hoy me toca deciros que durante unos días no habrá nuevas recetas. Tenemos que parar. Necesitamos recuperar un poco el aliento.
Mi padre ha fallecido el día 10 de este mes. Llevaba enfermo muchos años, muy mal los últimos dos meses, y sus últimas 48 horas fueron terribles. Pero él siempre dijo que estaba muy bien. Ha sido para todos un ejemplo de fortaleza, de saber estar, de no quejarse nunca, de vitalidad y ganas de vivir.
La foto que ilustra el post es su última foto justo antes de que el libro entrara en imprenta, antes de ponerse muy malo. Ha podido tener el libro en sus manos, le hizo mucha ilusión, estuvo ayudándonos en lo que pudo cuando estabamos liados con el proyecto. Mi padre tenía una letra preciosa, y durante 4 años, sabiendo lo que me gustan estas cosas, transcribió recetas de libros antiguos a papel, manteniéndole este proyecto entretenido, además de zamparse y disfrutar de todo lo que cocinabamos para webos.
Esta cocina se queda coja. Mi padre se ha ido sin querer irse: sólo quería quedarse, estar con sus nietos, leer su periódico y copiar recetas, sólo eso.
Gracias a todos por preocuparos.
Espero que pronto haya más recetas, más crónicas y más firmas.