¿Thermomix sí? ¿Thermomix no?
Hoy toca hacer un post políticamente incorrecto para unos y para otros.
Ni hay que denostar la cocina hecha con la Thermomix, ni es una máquina tan imprescindible como para no poder defendernos en la cocina sin ella.
Puntualizaciones
- Mi opinión es, claro, mía; la de una persona que trabaja dentro y fuera de casa y con afición a los fogones. Ni vendo Thermomix, ni tengo a nadie conocido en la empresa Vorwerk, que es su fabricante, que me tenga a mí bajo el influjo del robot.
- La tengo desde hace 5 años, la uso bastante, pero no al 100%: hay muchas cosas que no hago en ella. Si miráis las cocinas de Velocidad Cuchara y Recetario Canecositas entre otras muchas, os asombraréis de todo lo que se puede hacer con ella y los resultados tan extraordinarios que se logran. Hablaré sólo de lo que yo he probado. Además cuento con una experiencia añadida, y es que cuando hago una receta en TMX para webos, la hago a mano también, y con ello compruebo perfectamente si ha funcionado bien la receta en ella.
Parece que todo el mundo tiene que saber qué es una Thermomix, porque siempre hay alguien conocido que la tiene, pero por si alguien no sabe de qué estamos hablando, os diré que se trata de un robot de cocina. Sus principales funciones son: rallar, moler, pulverizar, trocear, triturar, emulsionar, calentar al baño maría, montar, amasar, y sofreír. La terminología al principio, para quien no esté familiarizado con ella, es un poco surrealista: que si Varoma, velocidad 4, giro a la izquierda, velocidad cuchara. Al principio todos vamos con nuestro librillo siguiendo las instrucciones. Pasados unos meses y ya más sueltos, es coser y cantar, innovar, y ya nos habremos hecho forofos de ella.
En esta foto os indico las partes fundamentales de la Thermomix:
El Varoma es un complemento para cocinar al vapor que se coloca sobre la Thermomix:
Con esta foto os podéis hacer una idea de sus dimensiones, sin el Varoma:
Y con él:
Determinadas personas, muy puristas de la cocina, ven una receta hecha en Thermomix y les produce rechazo, considerando que eso ya no es una receta en condiciones. Pues no, señores. La Thermomix es una ayuda en la cocina, una máquina que te puede acelerar o ayudar en algún proceso, pero las cosas no se hacen solas. En mi trabajo, me encuentro la recurrente frase —lo digo en serio, no es un chascarrillo—: “Me lo harás pronto. Como lo hace el ordenador…”, con lo que me dan ganas de levantarme, coger mi bolso, el autobús y marcharme para mi casa. Total, como el ordenador lo hace solo… Pues esto es igual; hablar de que por hacer una receta en olla exprés, en Thermomix o en lo que sea es menos receta, indica, a mi parecer, una visión simplista de la cocina. Por la misma regla de tres, tendríamos que estar cocinando en lumbre y con un caldero para poder comer un menú en condiciones.
Lo que no me gusta
- No me gusta como responde la Thermomix con las legumbres y en general con los guisos. Saben diferentes. No digo que malos, no; digo diferentes. En casa no gustan.
- A una, que viene de una cocina de aprovechamiento, con una madre que saber reciclar hasta una miga de pan que sobre en la mesa, me parece que con muchas recetas de masas, o con la misma masa de las croquetas, se queda mucha cantidad entre las aspas, y que es muy difícil de aprovechar y de limpiar.
- No me gusta al 100% como monta las claras: entra poco aire por el bocal y aunque quedan montadas correctas, tienen menos consistencia que con una batidora de varillas.
- No es muy práctica para hacer poca muy cantidad de nata o mayonesa, ya que se queda en las paredes, y no termina de coger la textura deseada, si no es a base de coger la espátula y bajar el contenido hacia las aspas.
Me parece fantástica porque…
- Amasa estupendamente.
- La masa de las croquetas queda de fábula.
- Las cremas y el gazpacho quedan tan finos y tan deliciosos, que creo que es insuperable la textura. A mí me viene especialmente bien para hacer cremas de verduras, ya que en el propio vaso se hace la crema y luego se pasa, con lo cual, me supone menos cacharrerío para fregar.
- Los sofritos para las cremas y para la sopa de marisco se hacen muy bien, ya que el aceite se pone muy caliente y se sofríe estupendamente, tal y como lo haría en una sartén.
- Mayonesas en grandes cantidades, muy bien.
- Las masas para bizcochos, magdalenas, tartas de queso, las borda.
- Masas quebradas y similares, más que correctas.
- Batidos, sorbetes y granizados de frutas: extraordinarios.
- Para montar nata, sobre todo cantidades superiores a 500 gramos, es espectacular, no sé si podéis apreciar la textura en la foto.
- Arroces yo no hago en ella, pero he visto hacerlos y los he probado. Los caldosos me parecen correctos.
- Todo lo que sea al vapor, sobre todo pescados, con un accesorio que tiene llamado Varoma, queda espectacular y muy jugoso.
- Muy útil que tenga balanza incorporada, aunque en medidas muy pequeñas, mejor pesarlas fuera del vaso.
- Es una máquina poco delicada, muy robusta. Admite transporte y manejo sin mucha fineza, y aguanta bien todos los envites. Hasta ahora no he tenido que utilizar ningún recambio.
Y podría estar hablando hasta mañana de sus virtudes…
Por lo tanto, si estás pensando en comprarla… ¿Thermomix sí? ¿Thermomix no? Definitivamente, SÍ. Depende de las circunstancias de cada uno y de la economía, porque muchas veces lo único que echa para atrás es el precio. Cuesta 940 euros a julio de 2010, y la verdad es que te dan toda clase de facilidades para poder hacerte con ella. Siempre te queda la duda ¿amortizaré lo que vale? Pues me imagino que como todo, dependerá del uso que le des. Eso sí, te aseguro que para muchas personas ha supuesto una inyección de moral, porque con ella se han lanzado al mundo de la cocina y, sobre todo, al de la repostería.
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