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Escapada corta a Ronda, la Sierra de Cádiz, Doñana y Matalascañas

El pasado puente de mayo hicimos una escapada corta que nos supo a gloria. No pensaba escribir una entrada porque al ser muy pocos días solo puedo aportaros pequeñas pinceladas, pero me pedisteis en Instagram que por favor hiciera un resumen con todo lo visto, así que si a alguno os sirve de ayuda, estupendo. Lo ideal es dedicarle a la zona más tiempo, pero nosotros aprovechamos muy bien los pocos días que tenemos y nos parece como si hubieran sido unas vacaciones en toda regla.

La cornisa y el tajo de Ronda

La idea era conocer cinco cosas que mi madre llevaba mucho tiempo queriendo visitar: Ronda, Doñana desde El Rocío, Cádiz, Zahara de los Atunes y Matalascañas. Muy poco tiempo para tanto que ver, aún así, como madrugamos, estirábamos los días hasta caer rendidos, pero contentos de estar disfrutando de una zona maravillosa de España, que no nos la habíamos trabajado nunca.

Escapada corta a Ronda, la Sierra de Cádiz, Doñana y Matalascañas

Primera etapa: Madrid-Ronda

Llegamos a Ronda ya cansados y anocheciendo. Queríamos cenar las cosas ricas que llevamos preparadas para las llegadas a destino van en mi bolsa de primeros auxilios. Si me sigues por Instagram ya lo habrás visto unas cuantas veces. Así con la cena lista podríamos descansar para emplear la mañana del día siguiente en disfrutar de una ciudad tan impresionante como ésta.

Alojamiento: Deluxe Apartaments Ronda Espinel 36.
Nuevo, camas muy cómodas, muy bien situado en una calle peatonal con aparcamiento muy cercano. Baños espectaculares. Cocina muy bien equipada. Muy luminoso y bonito. Para cinco personas: dos habitaciones y un sofá cama en el salón. Más que recomendable.

Día 1: Ronda | Sierra de Grazalema | El Puerto de Santa María

Como te he comentado al principio de la entrada, cuando viajamos pocos días y queremos ver unas cuantas cosas procuramos darnos unos buenos paseos pero de una manera relajada, lo que no nos da tiempo es a entrar en sitios emblemáticos o ver la ciudad en todas su profundidad, pero las horas que estamos las gozamos y eso fue lo que hicimos en Ronda.

Lo primero, no se puede empezar una buena caminata sin unos buenos churros: desayunamos en la churrería Alba, al lado del apartamento. El día estaba un poco nublado, pero perfecto para caminar. Comenzamos el recorrido desde la plaza de España, donde está ubicado el Parador, fuera de mi presupuesto, pero desde donde me consta que hay unas vistas preciosas al río. Cruzamos el Puente Nuevo sobre el Guadalevín —¡qué vistas!—, para tomar la calle Armiñán y adentrarnos en el casco histórico. Callejuelas y plazas recoletas con un gran encanto, hasta encontrarnos con Santa María la Mayor, el Ayuntamiento y el convento de las Clarisas que conforman la plaza de la Duquesa de Parcent, que dicen que es la más pintoresca de la ciudad. Más callejuelas y plazuelas para llegar a la plaza de María Auxiliadora, por cuyo extremo más oriental puedes tomar el camino que desciende al Tajo de Ronda, para poder admirar el Puente Nuevo de frente y toda la cornisa de la ciudad. Tiene foto obligada.

El tajo de Ronda

Sí. Después hay que subir. Para los de Cuenca eso no es nada, pero… A través de más callejuelas vuelves al Puente Nuevo, y no viene mal otro ratito de vistas. Puedes no cruzar el Puente Nuevo y bajar por la cuesta de Santo Domingo y la calle Real hasta el Arco de Felipe V, para salir de la ciudad y cruzar el Puente Viejo. Desde allí puedes visitar los baños árabes, admirar las murallas del Carmen o volver a la parte nueva atravesando los Jardines de Cuenca, sobre la cornisa del Tajo y distribuidos a través de una serie de terrazas con unas vistas bien bonitas. ¡Cuenca está hermanada con Ronda desde 1975!

El Puente Viejo de Ronda

Nuestro siguiente destino era disfrutar de Arcos de la Frontera, con parada para comer en la Sierra de Grazalema. Nos quedamos locos con la zona habilitada para comer en LLanos del Campo.

Mientras tanto, disfrutamos desde la carretera de todos los maravillosos pueblos blancos por donde íbamos pasando. Hicimos parada en Grazalema. La llegada por la carretera es un espectáculo: verde y preciosa, como toda la zona. De hecho siempre se dice que es el pueblo donde más llueve de España. Precioso su casco urbano, declarado Conjunto Histórico.

Cualquier sitio es bueno para parar, cualquier pueblo es bonito para callejear… Si te gusta el senderismo no te puedes perder el Pinsapar de Grazalema, reserva de la biosfera. ¡Ojo, se necesita permiso! Hay un aparcamiento a unos dos kilómetros de Grazalema.

Ya por la tarde llegamos a Zahara de los Atunes, en cuya playa paseamos tranquilamente un rato, y a Caños de Meca, donde nos sentamos un rato a contemplar un precioso paisaje que no conocíamos. A cenar y a dormir en El Puerto de Santa María.

Alojamiento: Hotel Monasterio de San Miguel. Instalado sobre el edificio rehabilitado del monasterio del siglo XVIII. Camas espectaculares, el personal bien amable, desayuno correcto. El pero: los baños, que necesitan un poco de actualización. Recomendable.

Día 2: El Puerto de Santa María | Cádiz | El Rocío

Nos levantamos dispuestos a aprovechar el día de la mejor manera posible. Nos dimos un buen paseo por el Puerto de Santa María, disfrutando de sus rincones.

Habíamos quedado en Cádiz a las 12 con mi amiga Chary, para disfrutar de la ciudad unas horas. Entramos a la ciudad por el puente nuevo, llamado de la Constitución de 1812, aunque popularmente se le llama de La Pepa —como a aquella constitución, vamos—. Quedamos con nuestros amigos en el Balneario de La Palma, que enmarca la playa de La Caleta. Paseamos disfrutando del paisaje, hacía un día maravilloso. Nos encaminamos hacia el castillo de San Sebastián y Santa Catalina.

Murallas de San Carlos

De ahí nos fuimos atravesando el Barrio de La Viña, llegamos a la plaza del Falla caminando por Benjumeda hasta la plaza de San Antonio, encaramos la calle Ancha para llegar a la plaza de Las Flores y de ahí llegamos al mercado Central, donde paramos a picotear, comprando en los diferentes puestos lo que nos apetecía y comiendo en las mesas centrales. Y para rematar el paseo nos fuimos por toda la Alameda de Apodaca y terminamos de nuevo en La Caleta delante del inmenso ficus del antiguo hospital Mora.

Me sorprendió Cádiz, tiene un aire colonial que me cautivó- Desde luego no es lo mismo ver una ciudad como turista que ir de la mano de unos amigos que te la enseñan con pasión: eso no tiene precio.

Cádiz

Ya a media tarde partimos con rumbo a El Rocío. Queríamos dormir allí para salir a la mañana siguiente a hacer una rutas a pie por el Parque Natural de Doñana.

Las marismas de Doñana

Llegamos al anochecer, y las imágenes que tuvimos de las marismas con la puesta de sol y las bandadas de palmípedas fueron increíbles.
Anochecer en Doñana

Alojamiento: Hotel Rural El Acebuchal 23. Es una casa grande con mucho encanto. El acceso al último piso se hace con una escalera volada sobre el patio. Es, cuando menos, distinto a un hotel al uso. Personal muy amable, sin ruidos, salvo el trinar de los pájaros. El salón está acristalado y tiene unas vistas espectaculares a las marismas.

Día 3: El Rocío | Doñana | Playa de Matalascañas | Sevilla | Sanlúcar la Mayor

Dirás, pues vaya intensidad de día. Pues sí, pues sí.

Nos levantamos pronto. Como no teníamos el desayuno incluido en el precio de la habitación nos fuimos dando un paseo hasta el Santuario de la Virgen. Hicimos una visita y a la salida vimos un quiosco de jeringos —es así como llaman a lo que en el centro conocemos por porras—, así que esperamos a que nos hiciera una de las ruedas que te llevas a una mesa de una cafetería cercana donde pides lo que te apetezca, y allí nos tomamos un desayuno glorioso, con un paisaje maravilloso y una tranquilidad absoluta. A esas horas todavía no había peregrinos, iban llegando poco a poco.

Cogimos el coche y nos dispusimos a hacer un par de de las rutas que hay a pie por Doñana. Empezamos por la que sale del aparcamiento del Palacio del Acebrón. Para llegar hay que tomar la salida que indica La Rocina y El Acebrón desde la carretera A-483, sobrepasar el centro de visitantes La Rocina y recorrer siete kilómetros más por la H-9023 hasta que acceder al aparcamiento del Palacio del Acebrón. Allí dejamos el coche y empezamos a caminar por el sendero peatonal que rodea al Charco del Acebrón, de una belleza increíble. El recorrido, de unos 2 kilómetros y sin dificultad, atraviesa bosques de alcornoques repletos de helechos, a ratos sobre el arroyo. Es un remanso de paz y un disfrute para todos los sentidos. Luego vimos el Palacio, que alberga una exposición acerca de los usos tradicionales de la tierra, y nos montamos de nuevo en el coche.

Charco del Acebrón

La siguiente parada fue una pequeña ruta por otra zona de Doñana, llamada El Acebuche.

Un paseo con parada en las diferentes cabañas preparadas para la observación de aves en el Parque Nacional.

Laguna del Acebuche

Ya cerca de la hora de la comida, queríamos tomar algo rico en Matalascañas y conocer la playa, ya que no habíamos estado nunca. Y en poco menos de media hora desde donde estábamos nos plantamos en Matalascañas. Aparcamos el coche y entramos en el chiringuito “La Barca”, en el número 10 del Paseo Marítimo. Un sitio totalmente recomendable, muy rico —para no variar— el pescaíto de la zona —mis hijas podrían estar comiendo de continuo el pescaíto de por allí, les da igual el que sea—, y unas gambas, que para eso estábamos, aunque fuera solo por unas pocas horas, en Huelva y que nos supieron a gloria.

El tapón de Matalascañas

Tras la comida, paseo de un par de horas por la playa cargando pilas. Y cuando nos íbamos a montar en el coche el sector femenino convencimos al conductor para que, #posyaque, nos acercara a Sevilla para rematar la tarde. Total, sólo se tardaba media hora… Un buen paseo por Sevilla fue el fin de día perfecto y agotador.

Como era la Feria en Sevilla y el precio de los alojamientos estaba intocable encontramos sitio en el hostal Don Julio, muy agradable, en Sanlúcar la Mayor, a pocos kilómetros de Sevilla y nos fuimos a descansar, que al día siguiente nos tocaba viaje de vuelta a casa. Enfrente justo del hostal hay una frutería y compramos un saquete de patatas de la zona maravillosas que se vinieron a casa. Y por supuesto el desayuno en un quiosco cercano al hostal, recomendación del dueño del hostal: impresionantes sus churros.

Como te he dicho al principio de esta entrada, sólo pudimos disfrutar de parte de Andalucía en pequeñas pinceladas que con tan poco tiempo libre como el que tenemos nos supieron a gloria. ¡Seguro que volvemos!

Su

Publicado por Su, el 29 de mayo de 2017. Esta entrada está guardada en: Rutas por España.

Comentarios


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Ya se han hecho 8 comentarios para "Escapada corta a Ronda, la Sierra de Cádiz, Doñana y Matalascañas".
  1. Irene dice:

    Que bien Su! Que viajecito mas bueno. Me alegro que te gustara mi tierra ( Cadiz) . Yo vivo en Alemania y la echo mucho de menos. Tengo mono de playa, pescaito, sol y gente con arte. En fin…gracias por esta entrada, las fotos me han encantado. Besitos!

  2. Cristina dice:

    Qué gozada de viaje. Muchas gracias por compartirlo.

    Besos manchegos

  3. Chary dice:

    Querida Susana:

    Escápate más, quedó mucho Cádiz por vivir.
    Un beso.

  4. Mª Luisa dice:

    Genial,pero a ver cuando vienes por mi “Graná”,que yo si que te la iba a enseñar con pasión.Y si de paso me firmas todos los libros,completo.Jajaja!Sé que estás mal de tiempo,pero por dar ideas que no quede.Un saludo.

  5. Marisa dice:

    Que buena pinta. Este año tengo pensado ir por Cádiz provincia y quería pasar un día en Cádiz ciudad, supongo que en agosto será distinto y habrá mucha gente, pero alguna recomendación para aparcar el coche? Muchas gracias!

  6. Suuu, que pena no saber que veníais a mi Huelva, me hubiera acercado a veros, con lo que yo os admiro. Os hubiera enseñado algunos sitios, hay tantos, la gruta de las maravillas en la sierra, pueblos de la costa, el condado, el andevalo. Sitios increíbles para comer, además este año Huelva es la capital gastronómica 2017.
    Volved pronto y avisadmeeeee, si queréis claro,jeje.
    Un abrazo.

  7. Sorokin dice:

    Un viaje muy bien aprovechado. Enhorabuena. He estado en Ronda y en algunos pueblos blancos de la serranía, como Gaucín, pero me falta volver a Cádiz y a Huelva.
    Besos

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