Crumble de fritada de pimientos
Siempre os cuento que en casa se hace muy a menudo una fritada de pimientos verdes y rojos con cebolla, que utilizamos como guarnición para carne, pescado o pasta. Desde que la hago en sartén tipo wok incluso me gusta más, ya que la fritada se hace estupendamente, sin mucho aceite y sin que se consuma mucho la carne de los pimientos, quedando carnosos, jugosos y con poca grasa. Hoy veremos la receta de esta crumble de fritada de pimientos.También os he comentado ya en un post anterior mi reciente descubrimiento de los crumbles en dulces y salados. Hoy nos toca la fusión con mi fritada manchega, para dejar que se convierta en un entrante de lujo.Es candidato perfecto para primer plato de una comida que tengáis que preparar y que no queráis que os dé mucho trabajo, ya que la fritada se puede hacer la víspera, y la masa la podemos tener congelada y esparcirla por encima de los pimientos y la cebolla antes de meter al horno. Ponéis una buena carne de segundo y un postre que hayáis podido hacer la tarde de antes, y sin apenas trabajo, tendréis un resultado espectacular.A la masa base de crumble, que se hace con harina y mantequilla, le he puesto unos piñones y un buen queso manchego. A ver si me enmiendo y algún día empiezo a mostraros los quesos tan maravillosos que da mi tierra.La fritada también congela muy bien. Yo siempre tengo un túper en el congelador con champiñones, y otro con la fritada de pimientos o de verduras. De esta manera, con cualquier cosa y este acompañamiento salgo de cualquier apuro —o incluso sin apuro, para alegrar un simple filete de pollo a la plancha—.Yo he utilizado pimiento rojo y verde, pero si tenéis oportunidad de comprar pimientos italianos entreverados —en parte rojos, en parte verdes—: son los más ricos, pero no siempre tienen.
Crumble de fritada de pimientos
Ingredientes
- 2cebollas hermosas
- 2pimientos rojos
- 4pimientos verdes italianos
- 2cucharadasde aceite de oliva virgen extra
- Sal
Para la masa
- 150grde harina
- 80grde queso manchego
- 50grde piñones
- 100grde mantequilla fría
Preparación
- Precalentar el horno a 200°, calor arriba y abajo.
- Poner el aceite a calentar en una sartén tipo wok. Cuando esté caliente, poner la cebolla cortada en gajos.
- A medio pochar, añadir los pimientos en tiras, lavados, secados, y limpios de semillas.
- Freír todo hasta que el pimiento haya perdido su firmeza —tampoco demasiado, porque luego llevan una media hora de horno—.
- Dejar templar.
- Para preparar la masa mezclar los ingredientes.
- Partir los piñones previamente con un cuchillo, para que queden más pequeños, y agregar el queso bien rallado, bien en dados pequeños.
- Es muy importante trabajar con la mantequilla muy fría y cortada en cuadrados. La masa nos tiene que quedar con una textura como de arena gruesa.
- Dejar reposar unos 15 minutos en el frigorífico.
- Poner la fritada en una fuente apta para el horno, echar la masa por encima y meter en el horno.
- Tardará unos 30 minutos. Hay que vigilarlo casi al final, para que quede dorado pero no se queme. Si veis que vuestro horno va muy fuerte, bajadlo a 180° una vez pasados los primeros 15 minutos.
Sugerencias
- Lo más interesante de este plato es la calidad de lo que le pongamos, tanto de los pimientos como del queso manchego y la mantequilla
- Es importante dejar reposar la masa 15 minutos en el frigorífico antes de ponerla sobre la fritada. De este modo, cuando entra en contacto con el calor del horno, la mantequilla, que va fría, se funde adecuadamente junto con el queso formando una costra maravillosa.
- Para que quede realmente rico es importante que la fritada no tenga mucha grasa. De esta manera, con la costra crujiente, es irresistible al paladar.
Variaciones, las que gustéis: ya me iréis contando.
Su de la Mancha… o lo que queda de mí con estos calores.