Cuando comprar para cocinar es un suplicio
Está claro que hay que comprar para cocinar, pero imagínate la siguiente escena:
Una persona en el súper, ha aparcado mal, va fatal de hora. Mete en el carrito los productos con prisas y de manera mecánica, porque son los que se usan siempre en casa. No tiene un mercado cerca y este supermercado no está mal y no tiene que esperar colas. De paso compra cualquier pan bajo el rótulo “Recién hecho” que no nos disgusta en casa, si hasta está calentito cuando lo compras y al día siguiente incluso lo podrás usar como un martillo para hacer bricolaje…
Con la compra en casa tampoco presta demasiada atención a lo que guarda. Sólo quiere tomar algo rápido y un poco de sillón, por favor…
Comprar para cocinar
Creo que todos nos hemos visto reflejados en esta escena alguna vez. Algún lector tendré que lleve una vida tranquila y pueda dedicar tiempo y mimo a estas cosas, pero muchos otros tienen que hacer malabares para compatibilizar casa, comida, trabajo y organización familiar, esto en el mejor de los casos, que haya trabajo.
Comprar para cocinar es una labor que hay que entrenar, como todo en la vida, y lograr además disfrutar de este proceso tan importante. Con una buena compra en casa ―¡ojo!, que digo buena, y no cara― parte de la labor en cocina ya la tenemos hecha.
Mis consejos
Te recuerdo unos consejos que igual son de tu utilidad:
Antes de
- Ten pensados los platos para tu menú semanal. Se puede ser flexible para que no se convierta en una obligación que genere estrés, pero tener las recetas pensadas facilita mucho la labor de compra y cocina. Recuerda lo que comento muchas veces: cocinar es una inversión.
- Ten también un presupuesto de lo que te puedes gastar en comida: esto te ahorrará caprichos innecesarios, aunque de vez en cuando ¡permítete alguno!
- Ten siempre en casa un fondo de despensa con ingredientes básicos que te sacan de cualquier apuro, que se pueden comprar una vez al mes y que descargan un montón la compra semanal.
- También te puede ayudar comprar algún producto por internet. En sitios de confianza hay productos que llegan a casa directamente desde el productor, y eso da mucho gusto.
Durante
- Elige productos frescos y elegidos, cocina de mercado, en definitiva.
- Aprovecha las ofertas más interesantes.
- Si es posible visita mercados tradicionales: se pueden elegir productos que no están envasados.
- Habla con el que te despacha, gánate su confianza semana tras semana: será tu mejor aliado.
- Me encanta aprender mientras compro. Cualquier detalle es importante para aumentar el conocimiento sobre lo que compramos y comemos.
Y después
- Cuando llegues a casa, recuerda clasificar bien los productos, meter lo congelado en seguida en el congelador, sacar la fruta de las bolsas y analizar la que tiene que madurar un poco todavía para dejarla fuera y meter el resto en los cajones del frigo ―esto es bien importante― y colocar lo más antiguo delante para gastarlo antes. ¡Qué importante es entrenarse!
Como verás, todo este esfuerzo influye directamente en nuestra salud y en nuestra economía. Seguiré con más artículos detallados sobre la compra. Deja en comentarios si quieres que me ocupe de algún detalle en particular sobre la misma que te gustaría mejorar o saber e intentaré ayudarte.
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