Galletas de avena, plátano y chocolate
Hace ya un par de años mi hija Sara me enseñó estas galletas de avena, plátano y chocolate, y las tenía pendiente de hacer desde entonces. Ella es seguidora de blogs americanos, pero seguro que muchos de vosotros las conocéis por otros blogs, porque son famosas. Hoy pongo mi versión, mis trucos y otras posibles combinaciones.
Galletas de avena, plátano y chocolate
unidades
Ingredientes
- 2plátanos de Canarias maduros
- 75gde copos de avena
- 30gde almendra molida
- 2cucharadas de perlas de chocolate
- Una pizca de sal
Preparación
- Precalienta el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.
- Pela los plátanos, trocéalos y ponlos en un cuenco. Aplástalos con un tenedor.
- Añade los copos de avena, la almendra molida y la pizca de sal. Mezcla con tus manos.
- Agrega las perlas de chocolate y termina de mezclar.
- Coge porciones de masa de unos 25 g y haz con ellas unas bolas ligeramente aplastadas —lee los consejos—.
- Hornea durante unos 20 minutos. Como siempre el tiempo es aproximado.
- Sácalas y déjalas enfriar sobre una rejilla.
Consejos
- Los plátanos tienen que estar maduros, pero no pasados. Si el plátano es de calidad, le dará el dulzor justo a la receta. Es importante este tema porque si no te pueden resultar poco dulces. Te aconsejo probar la masa antes de hornearla para que la puedas rectificar. Si la notas que le hace falta un poco de dulzor, usa una pizca de miel, que las mantiene tiernas más tiempo.
- Con estas medidas tendrás una textura por fuera un poco más dura y con el corazón blandito. No se agrandan en el horno: con la forma que las hagas así salen.
- Yo le pongo perlas de chocolate porque a mis hijas les encantan, pero puedes ponerles pasas, o canela, o trocitos de naranja confitada, o trocitos de manzana ¡imaginación al poder!
- Puedes eliminar la almendra molida, y ponerle esa misma cantidad de avena molida, o subir en 30 g la cantidad de copos de avena.
Este pañito con esa labor tan preciosa, me lo ha hecho Teresa, tía de mi amiga Teresa, de Cuenca, que tiene unas manos… ¡espectaculares!
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