Horchata casera de chufa de Valencia
Sabéis de mi pasión por la horchata en todas sus modalidades. La he utilizado en bastantes recetas, y sois muchos los que me habéis puesto un correo preguntándome como la hago yo, y por eso hoy os pongo la receta de esta horchata casera. La realización, facilísima y el resultado, para los que seáis horchateros, es un placer.
Horchata casera de chufa de Valencia
Ingredients
- 300gde chufas de Valencia
- 1Lde agua muy fría
- 95gde azúcar glas
Preparación
- Poner las chufas en un recipiente con agua cubriéndolas durante 8 horas para conseguir su hidratación. Cambiar un par de veces el agua. A mí me gusta tenerlas todo este tiempo en la nevera.
- Una vez rehidratadas las chufas, enjuagarlas y desinfectarlas poniendo un par de gotas de lejía en el agua del aclarado durante unos minutos, agitándolas cada poco tiempo.
- Finalizada la desinfección, enjuagar muy bien para eliminar los restos de lejía.
- Triturar las chufas lavadas junto con 700 ml de agua muy fría. Si tenéis Thermomix, basta con 2 minutos a velocidad 5-10. Si no, podéis ayudaros con una batidora. Prensar y tamizar la pasta que se obtiene poniendo en un colador una gasa, envolviendo la pasta y apretando la pasta, para sacar todo su jugo.
- Añadir a la horchata que hemos obtenido los otros 300 ml de agua muy fría. Remover y volver a colar en el colador con otra gasa nueva, para eliminar cualquier residuo de chufa triturada.
- A este extracto final se le añade el azúcar, agitándolo bien para disolverla. Se puede utilizar azúcar granulada normal.
La horchata debe enfriarse rápidamente a temperaturas de 0°, y lo ideal es servirla a 2°.
Consejos para degustarla
- Es fundamental, como os he comentado antes, la calidad de la chufa. En función del dulzor que tenga antes de triturar, deberemos añadir más o menos azúcar al final. Como os comento, las marroquíes necesitan más cantidad que las valencianas, y dentro de esto, en cada casa hay un gusto. La cantidad que os propongo queda dulce pero no en exceso, de tal manera que podrías beberte un litro sin apenas enterarte.
- Servirla en un vaso atractivo. A mí me gustan los altos y los tengo metidos en el congelador antes de servirla.
- Es importante servirla muy fría pero no congelada, ya que pierde un poco el sabor. Si la queremos granizada, incorporaremos en vez de agua hielo cuando la estemos haciendo, y a continuación, la meteremos un rato en el congelador, con cuidado de que no se nos congele totalmente.
- La horchata casera deja un extracto de chufa en el fondo del recipiente, por eso es conveniente agitarla antes de tomarla.
Aprovechando este post me gustaría comentaros alguna de las propiedades de esta bebida que tanto me gusta, avaladas por estudios de especialistas, y que ofrece el Consejo en su página web, que tantas veces os he recomendado que visitéis:
- Posee propiedades digestivas muy saludables por su alto contenido en almidón y aminoácidos.
- Es un alimento bajo en sodio, por lo que es apto para hipertensos.
- Es una bebida energética y nutritiva de origen vegetal y con propiedades cardiovasculares similares al aceite de oliva, contribuyendo a disminuir el colesterol y los triglicéridos, por su alto contenido en acido oléico.
- Ideal como prebiótico para favorecer la acción de las bacterias intestinales beneficiosas, y como prevención y cura en las diarreas víricas.
- No contiene lactosa ni fructosa. Si no se le añade azúcar puede ser consumida por el paciente diabético.
- Es estupenda para niños, deportistas y ancianos porque proporciona energía fácilmente asimilable.
- Tiene una alta capacidad antioxidante por su contenido en vitaminas E y C.
- No contiene gluten, con lo cual es apta para celíacos.
- Es una fuente importante en fósforo, magnesio y cinc.
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