Pisto de calabacín
El fin de semana pasado estuvimos en Cuenca de celebración de la Primera Comunión de María, hija de mis sobrinos Marta y Man. Por la tarde, después de la comida, estuvimos un rato en la finca que tienen los padres de Man, Mariano y Mariluz, en el Pinar de Jábaga, un rincón delicioso entre pinos, donde tienen una pequeña huerta que entretiene mucho a su padre y donde pasa sus horas desde su jubilación. Nos trajimos en nuestro maletero unos calabacines deliciosos y unos huevos puestos esa mañana, y qué mejor manera de aprovechar todo que con este pisto que ya hacía mi bisabuela Gregoria, y que también hace Mariluz, me consta que estupendamente.
Pisto de calabacín
personas
Ingredientes
- 1cebolla grande
- 1.200gde calabacín
- 3tomates grandes y maduros
- Una pizca de sal
- 1cucharadita de azúcar
- 4cucharadasde aceite de oliva virgen extra
- 4huevos
Preparación
- Trocea la cebolla en dados muy pequeños.
- Pela el calabacín. Quitále los extremos y trocea en láminas finas y pequeñas, como si fueras a hacer tortilla de patata. Ponle un poco de sal.
- Pela los tomates maduros, córtalos en dados, y déjalos escurrir unos minutos en un colador.
- Pon el aceite en una sartén. Cuando esté caliente, sofríe la cebolla unos minutos.
- Añade los tomates a continuación, échales un poco de sal y el azúcar para quitar acidez.
- A los 5 minutos añade los calabacines, y deja que se vayan haciendo poco a poco, dando vueltas muy a menudo, y machacando un poco el calabacín con una cuchara de madera. El tiempo depende de lo tierno que sean el calabacín. Prueba, comprueba el punto de sal y retira.
- Enciende el gratinador del horno. Si no puedes meter la sartén en el horno porque tiene alguna pieza que no lo permite, pasa tu pisto a un recipiente apto para el horno. Si la puedes meter, un cacharro que te ahorras de fregar. Haz 4 huecos en el pisto, echa los huevos en ellos, añade una pizca de sal, y gratina todo unos minutos hasta que los huevos tengan el punto que te guste.
- Sirve inmediatamente.
Consejos
- Una variante que me encanta es la que hacía mi bisabuela Gregoria, que era revolver unos huevos en la propia sartén.
- Esta manera de hacer el calabacín te servirá de guarnición para infinidad de platos: una pechuga de pollo o un pescado a la plancha, salmón al horno, o para acompañar pasta…
- Puedes congelarlo, sin poner los huevos, y usarlo cuando estés necesitado de algo rápido.
- Mi cazuela donde hago estos guisos es estupenda: te dejo el enlace donde me la compré en una de esas ofertas que hay de vez en cuando. Como todo lo bueno en cocina, vale su dinero, pero es una inversión estupenda. La uso mucho para hacer guisos de pescado en salsa e incluso bizcochos como el que tenéis en nuestro libro Bizcochos, en la página 40.
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