Pan del Villar, mi pan favorito

Hoy 16 de Octubre, es el Día Mundial del Pan, desde aquí mi homenaje a todas las personas que de una manera u otra nos hacen más felices entre hornos, levados y harinas.

Villar del Domingo García. Cuenca.
28 de Agosto de 2012.
8:30 de la mañana.

Alfredo enciende el horno de leña a las 6 de la mañana desde hace 34 años, lo mismo que hacía su padre, Amancio, hace 60 años, y antes hizo su abuela, la hornera del pueblo. De aquí sale un pan fantástico, con una corteza crujiente, sabor maduro e intenso, no ácido y con un intenso olor a leña. El 60% de su producción se vende en Cuenca, a partir de la 1 de la tarde, en determinados comercios. Para los que nos gusta este pan es todo un protocolo la espera para poder comerlo, que bien merece la pena.
Los que me seguís por Twitter sabéis que es mi pan favorito. Muchos fines de semana, cuando vamos de Guadalajara a Cuenca, tenemos parada obligada en el Villar de Domingo García. Es un placer parar a comprar tres hermosas barras, de las que una cae en el propio coche antes de llegar a Cuenca. Para los conquenses es un pan casi obligado en las fiestas, cuando se consumen más bocadillos, en Ferias, Semana Santa, o Jueves Lardero

Para hacer este pan Alfredo utiliza harinas de la provincia, masa madura del día anterior y un pequeño porcentaje de levadura. La madera para su horno es de pino, procedente de los desmontes. Nos cuenta Mihail, su ayudante desde hace 5 años, que cuando llega algún cliente que no se cree que sea un horno a leña sin ayuda, les dice: ‘Mira, no tienes que ver más que la parte de abajo del pan’, donde restos de ceniza son todavía apreciables.

Mientras el olor de los primeros panes recién horneados impregna todo, mi fotógrafo y yo somos testigos del trabajo en equipo y en silencio con una coreografía perfecta. Magia entre harina, madera, y calor. Mihail va colocando los panes que están levando en unas palas, les hace la greña y los traslada a la pala inmensa, con un mango de unos cuatro metros que gobierna Alfredo y que mueve por todo el obrador. No quiero olvidarme de su mujer, María Ángeles, siempre en la tahona ayudando en lo que haga falta, ya sea en el despacho o entre harinas.

Este horno ya existía antes de que el padre de Alfredo se hiciera cargo de la tahona. Ya os he comentado que su abuela era la hornera del pueblo, que horneaba los panes y masas que la gente del pueblo hacía, a cambio de parte de lo horneado. El horno se halla en un cuerpo de edificación de unos 6 por 6 metros adosado a otra edificación que tiene el obrador, unos almacenes, y el despacho de pan en planta baja, y la vivienda encima. La base del interior del horno es de piedra arenisca, y la campana está revestida de adobe. Aquí no hay termómetro, sólo el ojo del buen panadero.

Para los amantes del pan bien merece la pena un viaje hasta el Villar para disfrutar de un pan especial. No os vais a encontrar ni bollos, ni otro tipo de panes. Eso sí, os aseguro que no se os va a olvidar. Palabra.

Pan del Villar
C/ Hospital 5
Villar del Domingo García, Cuenca
Horario: de 9:30 a 14:00 horas