Entrénate a aprovechar el tiempo en cocina

Ya hemos visto en entradas anteriores lo importante que es ser el jefe o la jefa de tus fogones. Pues también lo es aprovechar el tiempo en cocina y eso, como casi todo, se puede entrenar.

Aprovechar el tiempo

Estudiar las recetas

Es importante que estudies las recetas en casa, las tuyas de siempre y las que quieres incoporar, y que pienses cuáles congelan bien. De ellas podrás tirar en los días que vayas peor de tiempo. Cocinar doble cantidad no supone doble tiempo. En cuanto enfríen, al táper y al congelador. Recuerda lo que siempre te digo, según metes, así sacas.

Uno de las aplicaciones más claras es el tomate frito casero: haz el doble de cantidad y luego congela las raciones que creas conveniente. De esa manera siempre tendrás tomate a punto que te puede servir para acompañar unas sobras. Por ejemplo, si te ha sobrado carne picada, sacas tomate frito y te montas una boloñesa estupenda o un plato de pasta en tiempo récord.

Y piensa que siempre viene bien tener un caldito congelado para esos días que hace frío y te viene bien algo caliente sin tener que hacerlo, o las consabidas croquetas, o un guiso de pollo ya cocinado que apaña tanto.

Optimiza el uso del tiempo

E igual de importante que el congelador es necesario que analices qué otras cosas se pueden adelantar mientras se está cocinando. Un ejemplo: cuando tengo en mi cazuela un guiso de pollo escabechado, que es muy sencillo, su chup-chup me deja tiempo libre para hacer otras cosas. Yo aprovecho para poner en un robot de cocina una crema de verduras, que se hace también sin requerir ninguna atención, y a la vez en mi olla exprés puedo estar cociendo en 5 minutos una verdura para la cena.

Implicación colectiva

¿Qué luego hay que fregar y recoger? Pues claro, pero lo que no me podéis negar es que ahora todo son medios. En casi todos los domicilios hay lavavajillas y, además, es un buen momento para pedir ayuda en casa y dejar la cocina lista para su próximo uso. Hay que implicar en casa a todos con el tema alimentación: no solo estar listos para comer, sino también para echar una mano en la compra o en otras tareas de cocina que no gustan tanto.

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