Cuéntame
Hoy voy a hablar de un tema que planteo alguna que otra vez en Instagram, red social que me gusta mucho. Igual tú que me estás leyendo no eres de redes sociales, pero sí lees las entradas del blog que te interesan. Por eso hoy toca comentar este tema desde aquí, con la idea de que te ayude si por tu cabeza ronda alguna idea y no terminas de tener el empujón que te hace falta.
Imagen: La evolución de webos fritos
¡Nueve años ya!
Ya te comenté que el pasado 1 de diciembre fue el noveno aniversario de webos fritos. Mira esta receta del bizcocho fino de otoño y verás el primer bizcocho que hice para mi blog, ese que me fotografió mi marido hace 9 años, sobre la mesa de la cocina mientras yo salía al parque a dar una vuelta con mis hijas, que eran pequeñas, en una tarde otoñal.
Al llegar a casa me encontré en mi ordenador una sencilla plantilla de blog, con el nombre webos fritos y un primer logo diseñado por él (el primero que ves en la imagen) que fue con el que empezamos a compartir recetas. Te darás cuenta de que esa receta poco se parece a nuestro trabajo actual: la foto es mala —muy mala—, la presentación muy de andar por casa —¡esa blonda dorada!—, y la receta escrita sin más, sin consejos, que para mí son importantísimos. Pero ahí está, y ahí se va a quedar. Nunca hemos tenido la tentación de quitarla o rehacerla. Esos fueron nuestros inicios, ésta, nuestra evolución. Esa receta con la que empiezas un proyecto precioso casi como un juego y que nos ha llevado a donde estamos, nueve años después, con todo lo vivido, lo aprendido, lo compartido, lo trabajado (muchísimo) y lo disfrutado.
¿Necesitas un empujón?
¿Y por qué tú no?
Y toda esta parrafada es para decirte que si nosotros hemos podido ¿por qué tu no?.
¿Por qué no sacas adelante en forma de blog o de cualquier otra cosa esa idea que te ronda por la cabeza y a la que no terminas de dar salida? Seguro que hay algo que te apasiona, algo que te gusta mucho: fotografía, jardinería, algún deporte, labores, moda, educación, música, viajes, cocina… y seguro que tienes mil ideas que compartir. Muchos dicen que los blogs están acabados y no tienen futuro. A mí me parece que no, aunque evolucionen de otra manera, es impresionante poder compartir cosas y aprender desde el momento uno en que lo pones en marcha. ¡Y se ponen en funcionamiento tantas cosas buenas…! Lo que más me fascina es que es la capacidad de mejorar personalmente la que más se pone a prueba.
¿Ya tienes uno?
Y si tienes ya un blog no quiero que me digas “Es un espacio pequeñito…”, “Nada que ver con este…”, ni cosas parecidas. Por favor comparte más abajo en comentarios cómo se llama, a mi me interesa y seguro que a otro lector le puede interesar tu trabajo… Nosotros también empezamos como un blog muy pequeño y que nada tenía que ver con este, pero le hemos puesto las ganas, el trabajo, el tesón, la voluntad y toda la pasión posibles. Todos somos capaces de hacer lo que nos propongamos, con mucho trabajo, de acuerdo, pero si te gusta, el trabajo se convierte en placer. ¡Da el primer paso! El resto sólo te dará satisfacciones personales. ¡Ah! Y no abandones ante la primera dificultad: perservera, que el tema informático en este mundo que nos movemos a veces da algún que otro disgusto.
Cuéntame qué te gustaría hacer o qué te ronda por la cabeza. A veces ponerlo en palabras ayuda a verlo tan claro que ya estás tardando en ponerte en marcha.
Su