El no—premio del Día Mundial del Pan
La revolución silenciosa del pan…
Así lo definía el otro día una lectora de webos fritos enganchada a hacer pan en casa. Quiero pensar que algo se mueve en este país con muy poca tradición de hacer pan en casa. Hace poco hablaba con un aficionado panadero casero, de tan sólo 22 años, encantado con sus panes, y que tiene a su familia alucinada. Y es que realmente en las ciudades grandes hemos comido pan muy rico hasta hace unos años, en que se ha impuesto en muchos sitios de compra rápida y en pseudotahonas el pan precongelado, perdiendo gran parte de su calidad. Yo incluso he sufrido al ver a la venta un pan candeal poco hecho, y volver a encontrármelo al día siguiente más morenito, evidentemente sobrante del día anterior y horneado de nuevo para su venta; el primer día imposible disfrutar por crudo, el segundo, por exceso de horno. Toda esta picaresca y esta manera de enfocar el negocio del pan, va muy acorde con las prisas de este mundo de hoy: vas corriendo a coger el Metro, pasas a donde sea a comprar una baguette como te la den, y cuando llegas a casa encuentras una cosa a la que llaman pan, poco crujiente y de sabor… regular. Los buenos panaderos que no se enfaden, esto va con otro tipo de venta de pan.
Por eso, cuando hace años cayó en mis manos la receta del pan milagro, tan poco ortodoxa, tan fácil para enfrentarse a la masa por primera vez, tan poco purista, pero a la vez tan convincente, en seguida pensé: ¡Pero si es que yo puedo hacer en casa pan! Lo que sale de ese primer amasado torpe es el primera escala de un viaje apasionante. A partir de ahí cada uno realiza su aprendizaje particular, dependiendo de sus propias circunstancias. En mi caso, sin tiempo para nada, se convirtió en una prioridad, en algo muy importante, que me llena muchísimo.
La verdad es que desde siempre mi madre nos enseñó a no tirar una miga de pan y a tener un respeto casi reverencial por él. Lo que significa para mí tocar la masa, hornear, el olor y el sabor hacen el resto. Si fueramos unos pocos este hecho pasaría desapercibido, pero le pasa a todo aquel que empieza aún sin ningún conocimiento para amasar. Hace poco Ibán puso en marcha el foro del pan con una aceptación espectacular. Os invito a todos a pasaros por allí; es interesantísimo. Las aportaciones y experiencias de otros panaderos son de una gran utilidad, y cuando veo que el número de usuarios registrados aumenta día a día pienso: ¡que sí, que la revolución ha comenzado!
Hace unos meses la Union Internationale de la Boulangerie et de la Boulangerie-Pâtisserie convocó un concurso a nivel mundial para la realización del cartel para anunciar la celebración del próximo día mundial del pan en octubre de 2010. La única condición era incluir el texto y la fecha en cuatro idiomas y su propio logotipo. Con la idea del pan como alimento básico mundial, realizamos esta madre tierra en pan, representada gravitando en el universo:
El premio se falló en la reunión de la Comisión de Marketing y Publicidad de la UIB celebrada el pasado día 18 de abril en Chania, Creta. El cartel ganador ha sido realizado por el Instituto de Desarrollo de la Panadería y Pastelería IDPC de Brasil. Nos ha gustado su propuesta, una realización diferente de una misma idea.
No hemos ganado, pero de verdad no importa.
No importa.
Hemos puesto nuestro granito de arena, en nuestra particular guerra contra el pan precongelado y mal horneado. Hemos disfrutado preparando el cartel para el concurso, y el pan, hermosísimo, además de servirnos como un modelo profesional, que posó estupendamente para mi fotógrafo el día que lo hice, nos sirvió de protagonista en una sencilla cena.
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