Cómo presentar el clásico melón con jamón de una manera diferente
El melón con jamón es un plato conocidísimo: fresco para el verano, suele gustar a todo el mundo, y si el melón nos sale rico y ponemos un buen jamón, ya me parece de matrícula de honor. Hoy propongo una idea para saber cómo presentar el clásico melón con jamón de una manera diferente, la vi en Hola, y me gustó muchísimo.
Consejos para elegir un buen melón
- Es mejor que los melones sean duros y sin marcas, pero con unas estrías grises (en la variedad que mas abunda). Los que tienen la piel muy verde han sido recogidos antes de tiempo. Cuando están maduros tienen un olor dulce y delicado muy característico —en mi casa se les llama aguardientaos—. Si no tienen fragancia, hay que dejarlos madurar a temperatura ambiente durante unos cuantos días.
- Para saber si un melón está maduro, hay que tomarlo entre las manos con firmeza. Presionar suavemente la base, el lado opuesto a la mata, y que ceda un poco, pero no demasiado. Si no, estará muy maduro.
- Debe de estar la cáscara firme al tacto y sin partes blandas, que pueden significar podredumbre por dentro.
- Un melón debe tener peso. Normalmente no están buenos los que por su poco peso al cogerlos, denotan que están huecos.
Presentación
1. Quitar la corteza.
2. Cortar el melón longitudinalmente, y partir en finas tiras con un cuchillo afilado, intentando que nos queden del mismo grosor —se puede hacer también con mandolina—.
3. Colocarlas plegadas, semejando a una flor, como véis en la foto.
4. Adornar en el centro con el jamón —si podéis ibérico, mejor—.
El melón se debe servir frío, por lo que es preferible poner el jamón en el último momento, para que esté a temperatura ambiente y suelte esa grasita tan rica y tan característica de un buen jamón. Yo lo perfumo con un chorrito muy fino de un buen aceite de oliva extra, que apenas se nota, pero es que me encanta el punto que le da.
Su