En el congelador, según metes así sacas
Aunque la semana pasada te dije que casi todo en la vida lo arregla un sofrito, lo cierto es que, al menos en mi casa, el congelador también. Te doy los trucos esenciales para lograr la mayor eficiencia.
El congelador
Rapidez
Este tema es importantísimo en el día a día a la hora de congelar alimentos o sobras: no debes congelar algo que lleva rodando por el frigo unos días. Lo metes habiendo perdido textura y propiedades y así lo sacarás.
Si congelas un bizcocho recién hecho, saldrá tal cual; si congelas un pan de calidad, lo mismo; en el caso de las verduras, algunas se comportan mejor que otras al descongelarlas, pero ya hablaremos de esto en otra entrada; si congelas caldo o cualquier guiso, hazlo lo antes posible una vez que se haya enfriado.
Porciones
Para congelar cualquier alimento, hazlo mejor en pequeñas porciones, para que uses lo que necesites y tener así ordenado tu congelador. Cuando necesites sacar algo no te dará pereza ponerte a rebuscar a ver si lo encuentras porque sabrás donde meter la mano.
Aire
En mi casa, por falta de espacio, no podemos tener un arcón, y con los tres cajones del congelador tengo que hacer verdaderos juego malabares para tener todo un poco ordenado y tener unos básicos que siempre me solucionan. Un detalle en el que pongo mucho empeño es intentar que cada alimento que congelo tenga la menor cantidad de aire posible: gano espacio no empleado inútilmente y no se genera escarcha.
Lo que congela peor
Hay alimentos que congelan peor y lo debemos tener en cuenta. Es el caso de las patatas guisadas o cocidas, pierden mucha de su textura, las verduras que se quieran comer en crudo, por ejemplo, una lechuga, y, por supuesto, arroces o pasta que ya hayamos cocinado, que también pierden su textura.
Lácteos
Congelar la leche, los yogures o la nata no interrumpe su plazo de caducidad. Además los lácteos se llenan de grumos y en ocasiones al descongelar aparecerán cortados. Un buen queso pierde mucho sabor al descongelar y modifica su textura. Yo únicamente congelo el queso que voy a usar para rallar, el típico trozo que me queda suelto y no quiero que se endurezca más.
Cremas
Siempre la cuento y hoy la recuerdo una vez más, la respuesta a una pregunta que me hacéis a menudo sobre la congelación de las cremas: pueden congelarse, pero hay que resucitarlas una vez descongeladas. Recién descongeladas tiene una textura como si estuvieran cortadas, pero no es así. Ponla a fuego medio y remueve con unas varillas. Verás como la resucitas bastante bien, mucho mejor si no lleva patata entre sus ingredientes.
Otras cremas sueltan mucho más líquido en la descongelación, como es el caso de las cremas de setas. Tendrás que tenerlo en cuenta y dejarlas un poco más espesas.
Resumiendo
En definitiva, si congelas algo mediocre, seco o con unos días de vida en tu cocina, pues al descongelar te encontrarás… algo más mediocre y más seco. Si por el contrario congelas un buen producto, cuando lo descongeles encontrarás el mismo buen producto.
Al final si tenemos guardadas pequeñas joyas en nuestro congelador, no será un apaño lo que cocinemos con ellas, o calentemos: será un placer comerlo en un día en el que no tienes tiempo para dedicarle a la cocina.
Y ya sabes que opino que la vida va de entrenarse, también para tener nuestros apaños perfectos para facilitarnos el día a día.
¿Eres consciente de este tema? Cuéntame cómo apañas tu congelador.
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