Muchos de los que me conocéis, sabéis el cariño con el que yo guardo las enseñanzas de mis abuelos, hace ya muchos años, en épocas muy duras, y que he recibido directamente de ellos y a través de mi madre. Una de las que se me ha quedado más grabada es la de la conservación de alimentos, y aquí estoy yo para contaros lo fantástico que es hacer despensa y darle al “saca del frasco, Carrasco”.
Bien es cierto que preparar tus conservas te lleva tu tiempo —parte de esta Navidad lo he dedicado a ello—, pero me da tal placer en pleno mes de enero o febrero recurrir a mi despensa para hacer mis guisos, que, claramente, me compensa.
Las recetas ya os las he contado en otras ocasiones, y poco más puedo añadir. Esta entrada es sólo para animar a los más perezosos a hacerse con una buena despensa.
Normalmente lo que preparo en invierno es un buen lomo de cerdo ibérico, adobado con la receta de mi madre, porque, mal está que lo diga, no he probado otro adobo igual de rico. Con este lomo, las penas son menos. Llegas cansado de trabajar y pones cualquier cosa de acompañamiento —unos huevos fritos, un puré de patata, una ensalada, unos pimientos asados, una verdura asada, unos trigueros a la plancha, lo que sea, todo acompaña de maravilla—, y es que te cambia el cuerpo.
Lo compro cuando mi carnicero Angel me dice: “tengo un lomo ibérico que te va a encantar…” No es barato, pero un capricho de vez en cuando…
El adobo lo tengo unos tres días al fresco para que se seque, y luego, solo pide freírlo en abundante aceite de oliva, y cubrirlo, para que aguante sin estropearse. También lo hago sin ser ibérico, y resulta igualmente riquísimo, y mucho más arreglado de precio, claro.
Seguimos con unas costillas del mismo cerdo ibérico, adobadas también. Este adobo que os comento, es muy suave, ideal para darle un toque de sabor al guiso que vayáis a hacer, sin convertirse en un plato demasiado fuerte. Yo estas costillas las aprovecho para hacer unas patatas, o un arroz y judías… en fin, cualquier plato de cuchara manchego, que ayude a sobrellevar este invierno tan duro que estamos teniendo. El sistema de conservación de las costillas y el lomo es cubrirlos con el mismo aceite con el que los hemos frito —aceite que voy aprovechando para esos guisos que os comento, el que utilizo para hacer los sofritos—.
El siguiente bote es de morteruelo, plato estrella de la cocina conquense, elaborado con caza y paciencia, a partes iguales. Para conservarlo utilizo el método del baño maría, siempre con botes de cristal que cierren bien, con la tapa en perfecto estado, e inmaculadamente esterilizados. Los lleno de morteruelo —nunca hasta el borde, para que no roce la tapa—, cierro bien, y los pongo a hervir durante media hora en una cacerola con agua —sin llegar a la tapadera, para que no pueda entrar en el bote al hervir—. Luego los paso por agua fría, para conseguir sellar el bote, y que el alimento conserve sus propiedades lo mejor posible. Cada bote de morteruelo es un tesoro.
El morteruelo casero poco o nada tiene que ver con el comprado, que cada día se parece más a un paté (y es cierto que es como un paté, pero a lo bestia, y con una textura más rústica). Nunca probaréis un morteruelo igual a otro.
Las perdices escabechadas merecen una entrada aparte, ya que son una joya culinaria en toda la Mancha. Siempre las hacemos por Navidad, que es cuando me resulta más fácil encargarlas. ¡Qué juego dan, y qué delicia…! pero de esto hablaremos en los próximos días. El único truco, si las vamos a hacer para conservar, es disminuir el tiempo de cocción antes de meterlas al baño maría, ya que éste supone un tiempo suplementario de cocción, que, si no tenemos en cuenta, nos puede llevar a tener las perdices deshechas.
Y quedan los pimientos asados, que son tan ricos. ¡Qué me contáis acompañados de un buen bonito, o con una carne a la plancha, o con anchoas, o con un buen pescado a la brasa…! Con ellos hago también una salsa de acompañamiento para los pasteles de verduras, porque les da un punto de sabor estupendo, y se vienen arriba.
La forma de preparar estos pimientos es bien conocida; sólo os comentaré dos trucos que a mí me funcionan. El primero es que tengan mucha carne, que cada pimiento esté un poco entreverado —saben más ricos—, que su piel brille, y que pese bastante. Y el segundo es ponerlos a asar en paquetes individuales con papel de aluminio, como si fueran al papillote, pincelándolos con un poco de aceite de oliva. Con este sistema conseguimos que queden muy sabrosos al asarse en su popio jugo, y como sudan de lo lindo, se pelan estupendamente. Casi al final de su horneado, abro los paquetes y los pongo abiertos unos 10 minutos en el horno, para que cojan ese sabor tan característico que les da el horno. Su sistema de conservación también el baño maría.
Hoy por hoy vivimos en el mundo del consumo inmediato: súper, comprar, cocinar, comer, y todo ello, ¡rapidito, claro! En este sentido, me quedo con la costumbre que tenían hace cuarenta años, por lo menos en mi casa, de conservar los alimentos lo mejor posible, entre ellos el cerdo de la matanza, para luego ir sacando. Me gusta, porque hace de la comida de mi día a día, de un lunes cualquiera del mes de enero, un manjar de dioses.
Y como dice mi madre… “El que guarda, halla”
Su
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yo les pongo ajos...
No me los pierdo!!!!! una cosa que tal quedan hechos el día anterior? me gustaria...
Me encanta. Aprovecho verduras de las que hay que dar salida, y luego en todo tipo...
¿Crees que se podría hacer en olla lenta? Tiene muy buena pinta esa receta!!!...
Buenisimosss...
su, lo que daría yo por meter la nariz en tu despensa! tienes toda la razón, pero yo o soy muy vago o no tengo tiempo para preparar estas cosas, si acaso, cocinar más de la cuenta y congelar, es a todo lo que llego.
¿Cuánta sabiduría guardas siendo aún tan joven!Al ver la foto y leerte he recordado que mi madre era un genio conservero tanto en dulces como en salados. Siempre teníamos botes de mermelada, preferentemente de melocotón, botes de setas que ella misma había recogido, anchoas en salazón, lomos que ella salpimentaba y dejaba secar hasta obtener un embutido inolvidable…Recibe un beso Su de los Webos.
Qué maravilla de fotos y cuánto mejor sabrán! Te felicito, realmente una gran dedicación. Es un gusto pasar por aquí. Saludos.
Hola Su,mi comentario no tiene nada que ver con las conservas, sino con el hojaldre.Ayer hice tu receta y te quería agradecer de corazón que pusieses el post.Lo único que me resulto un póco más laborioso fue hacer el pastón inicial. Luego, es seguir las vueltas y el tiempo de refrigerado.Te llevo en el corazón desde YA!!!. Cómo bien dices, la 1º vez que haces hojaldre no se olvida núnca. Y el sabor del 1er mordisco tampoco.Besos y feliz miercoles,Este finde pondré un post con caracolas.dolores
¡Niña como estaba tu morteruelo! Nos encantó sobre todo a mi madre que casi se le escapan unas lagrimillas cuando ya no pudo rebañar mas del plato. No recuerdo si te lo dije por si acaso aprobecho ahora. La paliza te la das, pero después viene de perlas. La próxima vez que ase pimientos pondré en practica el tuquillo del papel aluminio, no lo conocía. Gracias.
Su hace tiempo que no pasaba por tu cocina, siempre me sorprendes gratamente y me deslumbras con tus recetas. Tu despensa es un placer y la frase de tu madre, me encantó!Un besito. Mar
Hola, Su es la primera vez que me dirijo a ti pero tu blog lo visito amenudo desde hace tiempo y por ello os felicito. Yo tambien soy medio de Cuenca (preciosa ciudad) por parte de mi padre. Bueno voy al lio y aunque tu lo explicas todo estupendamente tengo una duda con la conserva de pimientos ¿el tarro lo llenas con el liquido del pimiento que ha soltado en el asado? si hay que llenarlo de algo que no lo tengo claro. Un saludo y adelante. Angela
Queridos amigos:Veo que en vuestras despensas hay conservas magníficas, setas, mermeladas, lomos…es un arte maravilloso, el de conservar y el de sacar…Algunas dudas que se han planteado:Guindilla: simplemente esterilizo los botes de cristal, hirviendolos en agua antes de meter el alimento, luego meto el alimento cierro la tapa y vuelven a hervir. Nunca mido ph, siempre me ha ido bien ya que nunca se me ha estropeado nada. Los botes de cristal los compro en una tienda de esas antiguas de cosas de casa, pero yo los he visto en los chinos, la tapa debe cerrar bien.Idania y Mai, la receta del morteruelo está en el mismo post de mi despensa en un enlace que he puesto.TiaMor, esperamos que nos ofrezcas la receta de las berenjenas de la Tia Carmen.Angela: el caldo que lleva los pimientos es su propio jugo y un buen chorro de aceite de oliva.Un abrazo fuerte a todos, y no se a que esperais para venir a Cuenca a verme y para ofreceros algo de esta despensa…si queda…
¿Cuando se puede ir a tu casa a comer del “fraco Carrasco”? Así comía yo todo el año. ¡Qué maravilla hija! Pero me daría pena abrir esos frascos tan bonitos, con sus cuadritos y todo. Un beso muy grande, artista. Sonia
Te visito y siempre me quedo con la boca abierta, y no solo por dar un mordisco a la pantalla, sino por lo que soprenden tus entradas publicadas. Un abrazo
Me gustó mucho ver tu despensa Su, un día tengo que enseñar yo la mía, uixx no, mejor no, jajaja.Petonets.
Muchas gracias!Yo lo hacía así, pero sin hervir después. Pero claro, las mermeladas no lo requieren. A ver si me lanzo a probar eso con alguna salsa de tomate!
Como tú dices, es mucho mejor tener conservas propias para tirar de ellas que las industriales. En mi casa hago un poco de todo. Atún, mermeladas, higos, membrillo, pimiento, tomate, pisto, alubia verde, lomo… con las setas no me he atrevido nunca. Sí que es cierto que es un poco laborioso, pero te pegas un día una paliza y luego ya está, a disfrutar!!!
María cuantas cosas compartimos!! que maravilla!Te mando todo mi cariño!
Hola Su, ya he leído tú correo, gracias por contestar. Este año yo también he hecho mermelada de fresa, era la primera vez y seguí los consejos de un blog que ahora no me acuerdo de quien era, fuí repartiéndo las conservas y todos me han felicitado diciendo que habian quedado buenísimas, eso me ha animado mucho y me voy a dedicar esta primavera hacer de diferentes frutas y también de tomate y pimiento que en casa gusta mucho.Las tuyas tienen una pinta……Hasta pronto, me volveré a poner en contacto contigo.Besitos.
Me encanta tu filosofía de la comida casera y embotada, pero me gustaría que dieras los pasos para embotar cualquier producto, tomate frito, salsas.. etc…. Es decir como conservarlos en frascos de cristal y sin congelar.
Muchas gracias por adelantado.
Pilar
Tengo que dedicarle más post a este tema, de momento sólo tengo éste
Me encanta hacer conservas y mermeladas de cualquier fruta y sobre todo conserva de tomates de pera, mi tesoro para hacer una ensalada murciana maravillosa durante todo el año. Este año el solomillo adobado caerá. Gracias Su.
Hola, Su:
En esta entrada hablas de embotar cubriendo los botes de morteruelo sin que el agua llegue a la tapa, cociendo media hora y luego pasándolos por agua fría. Tengo algunas dudas:
– ¿Lo de “para que no roce la tapa” es para que no quede alimento en la rosca o para que realmente la comida no toque el interior de la tapa (ni siquiera una vez cerrado)? Lo digo pensando en si, una vez hecho el baño maría hay que seguir con ese cuidado de que los botes no se vuelquen o se tumben y la comida toque la tapa.
– ¿Pones los tarros en la olla con el agua fría y una vez hierva, cuentas media hora o bien agregas los botes a la olla con el agua ya caliente?
– En la entrada de sofrito cubres los botes con el agua, hasta 3 cm por encima. ¿Es un cambio de sistema o es que depende del producto a embotar?
Aún no me he atrevido con la conserva y me gustaría probar, para liberar un poco de espacio en el frigo y congelador!
¡Muchas gracias, Su!
– La verdad es que no se explicarte, en mi casa siempre se ha hecho así yo no los vuelco. Y en este sentido, he leído que muchas personas sumergen los tarros completamente, de hecho empecé así y luego con los años ya los sumerjo todo.
. Los tarros en agua fría desde el principio porque si no cuando los metes tienes el peligro que el cristal estalle, con el contraste de temperaturas.
– En este sistema es posterior y ahora lo hago así.
Un abrazo grande