Qué es un mug cake
Hace unos tres años, empezó a llamarme la atención en Pinterest una moda americana que estaba en pleno auge: unos bizcochitos en taza —que eso significa mug cake— listos en 5 minutos en el microondas. Yo, que soy de formación repostera elaborada —digamos que no me importa hacer un despliegue de medios y tiempo en casa para conseguir un delicado bocado que desaparece en 2 minutos— deseché probarlos, pensando en que no me iba a convencer esa cocción en microondas.
¿Mug cake?
Bien, sigo mi vida normal sin los mug cakes y hace un par de años, en esa semana de mis vacaciones de verano, donde saqueo mi hucha, y ya sabéis que todos los años la dedico a formarme en temas gastronómicos en París, donde hago mis cursos intensivos, visito librerías y estoy pendiente de novedades y tendencias, ya vi que habían calado hondo y había mil libros sobre este sistema de hornear. A mis hijas se les antojaron un par de ellos y se vinieron en mi maleta.
Con un escepticismo salvaje hice el primero, y si lo preparé en menos de cinco minutos, desapareció en dos. Y desde entonces mi historia con estos bizcochos continua: los he hecho de todos los sabores, dulces y salados. He probado todo tipo de tazas para hacerlos, y poco a poco los iréis viendo en webos fritos, donde estarán ordenados en el menú principal, en la cabecera del blog. Si tienes nuestro libro ‘Bizcochos’ ya habrás visto retratado uno de chocolate en la página 112. ¡Muchos lo estáis haciendo con éxito!
¿Cómo se prepara un mug cake?
Lo verás en las recetas que voy a ir compartiendo en el blog, pero simplemente consiste en mezclar los ingredientes con un tenedor, meter la masa en una taza sin engrasar, cocer en el microondas durante 1 minuto y 50 segundos, y listo: se toman templados, en la misma taza. Aún se puede hacer más exprés si los bates en la misma taza —a mi me gusta menos, pero te quedará correcto si no quieres ensuciar un pequeño bol—. Además, ya te daré yo unos cuantos trucos que me he dado la experiencia para conseguir que te queden muy esponjosos.
¿Y dices que se hornean en el microondas?
Sí, en menos de dos minutos. No es un horneado: es más bien una cocción con las limitaciones que tiene el microondas, pero hay unos trucos para paliar los defectos, masas más pálidas, o no uniformes —que crecen más por un lado que por otro— o más resecas… Te iré contando los trucos en cada receta. Si no te gusta usar el microondas, evidentemente los mug cakes no están hechos para tí.
¿Y puedo usar cualquier taza?
Sí, siempre que sea apta para el microondas.
¿Y están ricos los mug cakes?
Claro, pero evidentemente no son para ganar un concurso al mejor bizcocho de alta repostería. Estamos hablando de otra cosa. Un bocado dulce o salado con textura de bizcocho para días en los no tengas ganas de hacer un despliege de medios reposteros o en los que tengas prisa, estés vago, o simplemente quieras dedicar tu tiempo de cocina a tener adelantadas otras comidas para la semana.
¿Qué ventaja tienen?
La rapidez y la simplicidad. Lo puede hacer un niño chico sin fallar. Además no pasa como en el horno, que no puedes abrirlo hasta casi el final del horneado para probar si está hecho. En el microondas puedes pararlo para comprobar como va la cocción las veces que quieras.
Me encanta hacer los salados para una merienda que surge de improvisto: saco jamón y queso, una ensalada rápida, y un par de mug cakes salados y en 15 minutos tengo preparado una merienda-cena estupenda, con cero trabajo.
¿Y qué pega tienen?
Son para hacer y tomar en el momento. Si te queda un trozo para el día siguiente queda un pelín correoso. Ya comentaremos un truco para que esto no pase.
¿Y por qué usas su nombre en inglés?
Es como los conoce todo el mundo y así es como se han quedado en mi casa.
El de la foto es de chocolate y naranja; próximamente publicaré ésta y más recetas de mug cakes…