Rosas de salmón ahumado
En casa, el aperitivo de salmón ahumado es un clásico. Me parece tan rico, y tan fácil de preparar, que siempre cae. Me pasa como con el jamón ibérico: son dos entrantes que no necesitan mucho más. Bueno, tiene el único inconveniente del precio. Hoy os propongo una nueva presentación, muy fácil de realizar, porque ayuda mucho la textura del salmón, y muy vistosa si tenemos invitados —Mc dice que sin invitados también está igual de bien—.
Rosas de salmón ahumado
unidades
Ingredientes
Para la tosta de avena
- 50gde copos de avena molidos
- 50ggr de copos de avena
- 1cucharadade manteca de cerdo
- Una pizca de sal
- 1cucharaditade levadura seca de panadero
- Un poco de agua tibia para formar la masa
Para las rosas
- Unas láminas de salmón ahumado de la parte central que son más grandes—de dos a tres láminas por cada rosa, depende del tamaño del salmón—
- Unas gotas de aceite de oliva
Para la salsa de limón
- 80mLde nata liquida
- 1cucharadade yogur
- El zumo de medio limón
- Un poco de sal
- Un punto de pimienta
Para el timbal de acompañamiento
- 2pepinillos en vinagre
- 1cebolleta tierna
- 1huevo duro
- Unas alcaparras
Preparación
- Mantener la manteca a temperatura ambiente.
- Precalentar el horno a 180° calor arriba y abajo.
- Mezclar los ingredientes. Ir echando el agua tibia poco a poco: la justa para que se forme una masa. La receta original no ponía cantidad de agua: yo fui añadiendo con mucho cuidado, no más de ¼ de vaso de agua.
- La mezcla se trabaja regulín. Hay que hacer una bola con los ingredientes y luego con el dorso de la mano ir aplastándola, para acabar aplanándola con cuidado con el rodillo.
- Cortar las tostas con un cortapastas redondo de unos 7 cm de diámetro, y poner en una bandeja del horno.
- Hornear unos 10 minutos a 180°. Manipulándolas con cuidado, traspasarlas a una rejilla con la ayuda de una espátula.
Las rosas
- Coger una loncha y cortarla con forma de cuadrados del tamaño de una rebanada de pan de molde, con un cuchillo bien afilado y desperdiciando lo menos posible. Cortar estos cuadrados en dos por la diagonal.
- Enrollar un triángulo de salmón según la dirección de la diagonal. Ir enrollando sucesivamente triángulos hasta que se forme la rosa con un diámetro ligeramente inferior a las tostas. Con la práctica sabremos dónde empezar a enrollar el segundo y sucesivos triángulos para lograr que los pétalos —los vértices de los triángulos— queden contrapuestos. No hay regla, porque depende del tamaño y espesor de las lonchas. Las lonchas se unen entre sí con su propia grasa.
La salsa
- Mezclar los ingredientes, batiéndolos con unas varillas hasta que quede una salsa perfectamente emulsionada. Mantener fría hasta el momento de servir.
El timbal
- Cortar en trocitos muy pequeños los ingredientes del timbal, y con la ayuda de un aro de emplatar, que habremos engrasado, ir poniendo capas de diferentes colores, compactándolas un poco con una cucharita, para que no se desparrame al desmoldar.
Montaje del plato
- Poner las tostas, y encima, las rosas. Rociarlas con un chorrito de aceite de oliva antes de servirlas
- Colocar el timbal al lado o como tengáis la inspiración. Verter una cucharadita de salsa de limón acompañando, y de pijada, unas escamas de sal al eneldo alrededor.
Ahí os dejo confeccionando vuestras rosas. Es muy fácil porque la propia grasa del salmón hace que se sujeten los pétalos unos con otros. La galleta de avena es un pelín más dificultosa en cuanto a control de textura. Si vais con prisas, le podéis poner un pan tostado redondo de los que venden. No es lo mismo, porque el sabor de la galleta es muy especial, pero os puede arreglar este entrante tan vistoso y tan sencillo.