Crustum: pan artesano en Sevilla

Sevilla, 8 de noviembre, escapada familiar. Recorremos a primera hora de la mañana el casco antiguo de esta maravillosa ciudad. Nuestra cita: Crustum, auténtico pan artesano en el 24 de la calle Puente y Pellón, a dos pasos de la archiconocida Sierpes.

Crustum: pan artesano

La entrada a la panadería ya me pareció espectacular: todos los panes en primer plano, ópera de Puccini y su O Mio Babbino Caro sonando mientras Beatriz estaba enfrascada colocando sus ‘joyas’, y ese olor fantástico de un buen pan artesano como no podía ser de otra manera. Nos esperaban por delante un par de horas maravillosas de la mano de Pepe Tovar y su equipo.

A Pepe le conocí personalmente el mes de junio pasado, en un encuentro de gente apasionada con el pan en Le Cordon Bleu Madrid. Además ya había leído a Circe cosas sobre Crustum, y tras intercambiar opiniones y compartir taxi, quedé en visitarle en Sevilla en cuanto me fuera posible, que era una ciudad a la que teníamos pendiente ir en familia, ya que mis mozas no la conocían.

Pepe Tovar

Pepe es un loco de estos que hace 4 años dejó un trabajo completamente diferente en una multinacional y empezó a dar forma en su cabeza al negocio, a echar sus números, a viajar para aprender a hacer pan de la mano de los mejores maestros… Fue Barriga quien le dio el definitivo empujón con un “Sí, pon en marcha Crustum, antes que la gente olvide el sabor de un buen pan”, y hace un año abrió sus puertas.

Desde entonces, todo ha sido una evolución. Desde esos panes de masa gallegos que adora por su 50% de raíces familiares gallegas, a las influencias de su maestro Barriga con panes catalanes, pero sobre todo escuchando a su público y adaptando los panes a su gusto, y sin perder la esencia de cada pieza.

Pan artesano

Me llamaron la atención el pirucho, la rosca gallega, el pan andaluz, el bagazo de cerveza, los panes de centeno, unos panecillos de masa blanca, la campesina artesana y unas hogazas con masa madre.

A Pepe le importa muchísimo el tema de las harinas bio. Me pareció especialmente rico el multicereales bio, horneado en molde.

Ojo al pan de tomate, y en bollería, a las palmeras de chocolate —adictivas— y a unas magdalenas que quitan el sentido.

Los que vivís en Sevilla tenéis mucha suerte. Son panes únicos. Cualquier pieza, y caté unas cuantas, te dura hasta 3 días sin problemas, conservándola bien. Venden por mitades las piezas más grandes y todo ello con precios muy ajustados para ser un pan artesano. A Pepe no sólo le preocupa encontrar la mejor harina, sino hacer muchos números para hacer un pan de calidad a buen precio, tema que desgraciadamente en estos días es importante, ya que proliferan las tiendas donde igual el aspecto de una barra con masa precongelada tipo gallega puede ser parecido —que no lo es— al de un pan artesano, pero ¡ay, cuando lo pruebas…!

Si llegas de turismo y te piensas perder por el casco antiguo, llévate un poco de jamón en la mochila, compra el pan en Crustum y súbete a las setas a simplemente, disfrutar.

Cuando puse la foto en Instagram un lector me dijo que el cielo andaba entre esos panes… ¡No andaba descaminado!

Crustum
C/ Puente y Pellón 24
Sevilla

Nueva apertura en c/ Eduardo Dato 43 en Sevilla

Te dejo unas cuantas fotos que nos hicimos para que te hagas una idea de esa pasión de Pepe llamada Crustum.
Puedes hacer clic sobre cualquier foto para comenzar una presentación a pantalla completa.

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