Bizcocho de claras y boniato
Tengo yo una larga historia de amor con el boniato, y este bizcocho de claras y boniato es una prueba más de ello.
No cambio un boniato rico, por casi ningún dulce. Me encantan asados, para tomarlos después de comer. En casa siempre ha habido mucha tradición boniatil; en la huerta de mis abuelos era postre seguro.
No siempre tengo la suerte de comprar boniatos muy dulces en mi frutería, por eso cuando tengo una partida de los menos dulces, los empleo en repostería. ¿Por qué? Porque me encanta la textura tan jugosa que les da a los bizcochos o a las cocas. Ya sabéis que voy buscando recetas en las que los bizcochos no se queden secos al día siguiente, si es que duran, claro…
Pero, ¿qué es el boniato?
Para los amigos que no sepan de la vida del boniato, os dejo una foto y os lo presento: es como una patata alargada y dulce, con la piel un poco más gruesa que la patata, y una textura francamente deliciosa. No hay que confundirlo con la batata, de la que el boniato es una variedad, y que también se utiliza mucho en repostería y para realizar algunos platos salados, a los que le va fenomenal el contrapunto dulce que les dan estos tubérculos.
También tengo debilidad por los bizcochos que llevan claras en su composición, obligada, ya que tengo un sector en casa que debe cuidar el colesterol, y siempre procuro hacerlos de este tipo en todas sus variedades.
Ojo para los principiantes de bizcochos de este tipo, para los que se hace una masa, a la que luego se incorporan las claras montadas. Lo siento, pero es imprescindible ligarse al horno. No os desaniméis si al principio os da calabazas, y no sube por igual o se hunde un poco por el centro: está igual de rico, y a base de repetir, acaba siendo muy gratificante cuando ya le tienes cogido el punto y sale estupendo. Si queréis ir a lo seguro para los bizcochos de claras, viene muy bien tener un molde de corona —esos que tienen centro hueco—.
A ello.
Receta del bizcocho de claras y boniato
Ingredientes
1 botella de claras pasteurizadas —en Mercadona, en el lineal de los gazpachos—
Una pizca de sal
30 gr de boniato asado o cocido, y pelado —el microondas va bien si tenéis prisa—
250 gr de harina de repostería
1 sobre de levadura Royal
110 gr de mantequilla buena calidad a temperatura ambiente
200 gr de azúcar glas
150 ml de leche entera
Si os gusta la vainilla, podéis echar unas gotitas de esencia
Preparación
Tradicional
2. Pelarlo, y con un tenedor hacerlo puré. Reservar hasta que se enfríe, para incorporarlo a la masa. Pesar 30 gramos.
3. Pesar la harina, mezclar con la levadura, tamizarla y reservar.
4. En un bol, poner la mantequilla a temperatura ambiente, y batirla durante unos minutos. Añadir el puré de boniato, la leche, el azúcar, la harina con la levadura, y las gotas de esencia de vainilla. Volver a batir hasta que esté todo bien integrado.
5. Batir aparte las claras a punto de nieve con una pizca de sal.
6. Unir poco a poco la masa con las claras, ayudándonos de unas varillas, y con movimientos envolventes, para que baje lo menos posible.
7. Engrasar el molde y verter dentro de él la mezcla.
8. Hornear con aire, a 160˚, calor arriba y abajo, durante 35 minutos. Después, subir a 170˚ otros 5 minutos, y a continuación, apagar el horno, entreabrir la puerta, y dejarlo dentro otros 5 minutos. Total de tiempo de horneado: 40 minutos, más los 5 minutos que lo dejamos dentro, para que no se asuste el pobrecillo ante el plan que tiene y lo poco que va a estar en este mundo… A mí me va bien este sistema, pero hay amigos que prefieren hacer estos bizcochos con calor de horno solo abajo; eso ya es cuestión de probar lo que mejor se adapte a vuestro horno.
Thermomix
2. Pelarlo, y con un tenedor hacerlo puré. Reservar hasta que se enfríe, para incorporarlo a la masa. Pesar 30 gramos.
3. Pesar la harina con la levadura, tamizándola unos 10 segundos a velocidad 6. Reservar en un bol.
4. Colocar la mariposa, echar la mantequilla blanda y remover durante 2 minutos a velocidad 2.
5. Quitar la mariposa y añadir la harina con la levadura, la leche, el azúcar, las gotas de esencia de vainilla y el puré de boniato. Remover a velocidad 3 unos segundos hasta verlo todo integrado. Sacar esta mezcla y reservar.
6. Limpiar y secar muy bien el vaso.
7. Poner la mariposa y montar las claras con un punto de sal a velocidad 3 y medio, hasta conseguir el punto de nieve.
8. Unir poco a poco la masa con las claras, ayudándonos de unas varillas, y con movimientos envolventes, para que baje lo menos posible.
9. Engrasar el molde y verter dentro de él la mezcla.
10. Hornear con aire, a 160˚, calor arriba y abajo, durante 35 minutos. Después, subir a 170˚ otros 5 minutos, y a continuación, apagar el horno, entreabrir la puerta, y dejarlo dentro otros 5 minutos. Total de tiempo de horneado: 40 minutos, más los 5 minutos que lo dejamos dentro, para que no se asuste el pobrecillo ante el plan que tiene y lo poco que va a estar en este mundo… A mí me va bien este sistema, pero hay amigos
que prefieren hacer estos bizcochos con calor de horno solo abajo; eso ya es cuestión de probar lo que mejor se adapte a vuestro horno.
Si os apetece adornarlo con azúcar glas, ya conocéis el repertorio de plantillas de webos fritos.
Otro bizcochito para la colección, y si sustituimos la mantequilla por una margarina de las especiales que hay para los del colesterol, tenemos un postre muy apto para los casos en los que hay que cuidar este tema, y vigilar cómo nos alimentamos es primordial a cualquier edad.
Os dejo hasta la próxima receta, que será muy pronto.
Su de la Mancha