Macarons de chocolate y crema de mandarina
Desde antes del verano que publiqué la receta de los macarons de pistacho no os ponía otra receta. ¿Pensábais que se me había pasado la fiebre? Pues no, me va a durar ya para siempre mi amor a este caprichosete y delicado dulce. Así que seguimos por donde lo habíamos dejado, hoy con unos macarons de chocolate y crema de mandarina.
Antes de nada, recordad:
Receta de los macarons de chocolate
Ingredientes para 72 conchas —36 macarons—
110 g de almendra en polvo
225 g de azúcar glas
25 g de cacao en polvo sin azúcar
120 g de claras de huevo
50 g de azúcar
Para la parte exterior: crema de mandarina
75 g de zumo de mandarina
Ralladura de una mandarina
120 g de huevos sin cáscara
75 g de azúcar
90 g de mantequilla a temperatura ambiente
50 g de nata montada
30 g de mascarpone
3,6 g de láminas de gelatina
Para la parte interior: Crujiente de chocolate
1 cucharadita de café de pasta de avellana
75 g de chocolate negro
4barquillos redondos —de los que se ponen de adorno en los helados—
Preparación de los macarons
Segunda parte: Triturar, tamizar
1. Precalentar el horno a 150º, calor arriba y abajo, sin aire.
2. Triturar con un robot la almendra en polvo, el azúcar glas y el cacao durante un minuto a velocidad máxima hasta obtener un polvo muy fino.
3. Repartir la mezcla encima de un papel de hornear colocado sobre la bandeja del horno. Hornear durante 5 minutos. Dejar enfriar.
Este horneado sólo se hace con los macarons de chocolate.
4. Tamizar la mezcla.
5. Poner las claras en el bol que vayamos a usar. Batirlas durante 2 minutos a mínima potencia. Pasado este tiempo batir las claras a máxima potencia hasta que estén muy firmes. Añadir casi al final del proceso los 50 gramos de azúcar normal. El merengue se tiene que quedar como si fuese espuma de afeitar.
Tercera parte: Le macaronage
1. Echar la mezcla de almendra, azúcar y cacao de una sola vez sobre las claras a punto de nieve.
2. Coger el bol con un brazo. Con la lengua de silicona ir mezclando con movimientos envolventes y circulares, y de vez en cuando metiendo la lengua en la base del bol. Terminar de mezclar unos segundos de una manera un poco más enérgica, pero sin pasarse: es preferible quedarte corto y que la masa esté un poco granulada las primeras veces a que esté muy líquida.
3. La masa será lisa, brillante, pero NO líquida.
Cuarta parte: Manga pastelera
1. Preparar una manga pastelera y la boquilla de 6mm. Cortar la punta de la manga pastelera y meter la boquilla a fondo. Retorcer la bolsa unos dos giros completos y empujar con el dedo la parte retorcida de la manga un poco arrugada dentro de la boquilla. Esto actúa de estrangulamiento que evita que salga la masa conforme llenas la manga.
2. LLenar la manga pastelera.
3. Poniendo horizontal la manga, cerrarla retorciéndola, y comprimir un poco para que se quite el estrangulamiento que habíamos hecho para que no se saliese la masa. Poner la boquilla hacia arriba para que no se te caiga nada de masa hasta que estés preparado.
Quinta parte: formado del macaron
1. Poner la manga pastelera en posición vertical —esto es muy importante— encima del papel de hornear. Hacer montoncitos con la masa sobre cada círculo de la plantilla. Para terminar de hacer un montón y pasar al siguiente tenemos que hacer un pequeño giro con la muñeca y levantar ligeramente la manga: esto corta la masa. La perfección se coge después de los primeros 500 macarons.
2. Si sólo tienes una plantilla, cuando se llene, parar el proceso, quitar con cuidado la plantilla y colocársela al siguiente papel de hornear. Pasar el papel con los macarons ya formados con sumo cuidado a la bandeja en la que los vayamos a hornear.
3. Hay que golpear dos o tres veces la bandeja sobre la mesa de trabajo, con firmeza pero sin pasarse.
Sexta parte: Reposo
1. Dejar reposar hasta que se forme una ligera costra, de manera que toques suavemente la superficie del macaron y la notes seca y no se te pegue en el dedo. Este paso es importante para formar un buen pie. El tiempo puede ir desde media hora hasta hora y media, dependiendo del frío y de la humedad que tengas en casa.
Séptima parte: Horneado
1. Antes de que termine el proceso de secado volver a precalentar el horno a 150º, calor arriba y abajo, sin aire.
2. Cuando esté listo hornear a esa temperatura, en la parte media del horno, durante 13 minutos. ¡Ojo! En este punto cada uno tendrá que ensayar tiempos con su propio horno. Puedes intentar despegar uno y se te queda la base pegada al papel, necesitan 1 o 2 minutos más, pero no te vayas a emocionar porque tampoco se te pueden quedar muy secos.
3. Sacar del horno, dejar enfriar, y despegar.
Antes de rellenar los macarons es conveniente, aunque no obligatorio, que estén secando por lo menos un día. Si están demasiado recientes, se pueden pegar un poco en los dientes y el paladar, por eso es importante el secado.
Preparación del relleno
A mí me gustan los macarons con doble relleno: una circunferencia exterior de un sabor, que es generalmente un ganache o una crema, y con un relleno interior que bien le de contraste en cuanto a sabor y textura al exterior, bien lo complemente.
La crema de mandarina
1. Poner en un cazo al fuego el zumo de la mandarina, el azúcar, los huevos y la ralladura. Mezclar y sin dejar de remover mantener en el fuego durante 1 minuto. Retirar.
2. Poner la gelatina en agua fría unos minutos.
3. Escurrir la gelatina, añadirla a la crema caliente, remover y meter en el frigorífico hasta que esté a 40º.
4. Añadir la mantequilla y remover. Volver a meter en el frigorífico, y cuando esté fría añadir el mascarpone y la nata montada. Mezclar bien.
El crujiente de chocolate
1. Poner en un bol el chocolate troceado y meterlo un par de minutos en el microondas hasta que se funda, vigilándolo cada 30 segundos para que no se queme.
2. Cuando esté fundido añadir la cucharada de pasta de avellana. Mezclar.
3. Agregar unos barquillos desmenuzados —me gustan los que se llaman Rollitos de la marca Cuétara—. Remover la mezcla.
Montaje de los macarons
1. Colocar en una bandeja los macarons por parejas, buscando los de tamaños más parecidos, ya que alguno sale siempre un poco más grande que otro. De cada pareja de macarons poner uno boca arriba y otro boca abajo al lado. Éste último será el que pongas encima. Es fundamental trabajar con orden.
2. Poner la crema de mandarina en una manga pastelera con boquilla de 6mm y hacer una circunferencia en la parte exterior de cada macaron que hayas puesto boca arriba, no muy cerca del borde.
3. Con la ayuda de un par de cucharillas poner un relleno de crujiente de chocolate en el interior de la circunferencia de crema de mandarina.
4. Cerrar el macaron con cuidado inmediatamente, apretando delicadamente, por el perímetro, no por el centro. La crema de mandarina del cordón exterior se desplazará ligeramente hacia afuera, por lo que te aconsejo que no lo pongas muy al borde.
Conservación de los macarons
1. Se pueden conservar en la nevera unos días, pero yo los tengo en una lata de galletas en un sitio fresco pero no muy frío, y el sabor se aprecia mucho mejor.
Hacer macarons perfectos se consigue haciendo muchos y aprendiendo de tus errores. Muchos de ellos están explicados en esta entrada.
Otras recetas de macarons ya publicadas
- Macarons de anchoas y aceitunas
- Macarons de avellana —son los de color crudo que acompañan a los de chocolate y mandarina de la foto que encabeza la entrada—