Making off del reportaje de hoy en El País Semanal

¿Otra vez estos manchegos en los medios?

Estas cosas suelen ser así. De pronto sale todo a la vez. Porque este reportaje se hizo en julio de este año, y por circunstancias de organización de contenidos de El País Semanal, no ha salido publicado hasta hoy.

Muchos de los que me conocéis sabéis que Hacienda manda trabajo para los asesores fiscales cada tres meses. El mes de julio es especialmente complicado porque además de los impuestos trimestrales tenemos también presentación de impuestos anuales. Todo esto para deciros que al igual que me pasó con Elle, el reportaje se hizo en pleno día de trabajo a lo bestia.

La entrevista me la hizo Cristóbal Ramírez. Fue un placer, pues disfrutamos mucho hablando sobre todo de la implicación de los más jóvenes en temas gastronómicos.

Para el asunto foto, Javier Morán, fotógrafo, se puso en contacto conmigo para poder enfocar la imagen que iría en el reportaje. Los principales hándicaps que teníamos es que la foto no se podía realizar en mi cocina, ya que yo trabajo en Madrid y vivo en Guadalajara, y no podía desplazarme a casa para tener que volver luego a trabajar —mis clientes tienen por costumbre querer tener a tiempo sus papeles, independientemente de mis historias gastronómicas—. Con lo cual decidimos hacer unas fotos informales en la calle al lado de mi oficina… ¡Sí! Habéis leído bien. La vergüenza no vale para estas ocasiones. Mc tenía que salir también en el reportaje, evidentemente.

Con lo cual preparamos el dispositivo a las 6 de la mañana: unos tableros, unas magdalenas y unos pañitos iban en el maletero del coche. Cada uno a su trabajo, y a la hora de comer, nos quitamos los trajes de chaqueta, yo me puse el delantal y Mc su cámara, y montamos un tinglao webos en plena calle de Santa Engracia. Insisto. Sí. Habéis leído bien. Los que viváis en Madrid ya sabéis donde está; para los que no, haceros a la idea de que es una de las calles principales del barrio de Chamberí.

Y así fue. Me imagino que la gente del barrio en el que llevo trabajando 22 años, habituados a verme pasar con mi maletín y mi traje, pensarían que que grado de locura me había abducido para ponerme en plena calle, con un delantal, un señor que parece sacado de la NBA, y una magdalena en la boca.

¿Por qué hacemos estas cosas si nos supone estas movidas? Porque es la única oportunidad que tengo —además de mi blog, claro está— de defender aquello en lo que creo —y que los que nos conocéis, sabéis de sobra—, y es que con un poco de organización y ganas, todos podemos comer y disfrutar de lo que salga de nuestras cacerolas, encontrar placer volviendo a los mercados, y compartir momentos y recetas.

Espero que os haya divertido está anecdota. Los que no hayáis podido comprar El País Semanal, os quedáis sin poder verlo, porque, a diferencia de otras veces, no han subido el artículo a su edición digital. Una verdadera lástima, ya que el artículo es bien interesante: habla sobre la nueva corriente de profesores gastronómicos a través de libros, clases, blogs y publicaciones dispuestos a enseñar a una generación que tiene una asignatura pendiente entre los fogones.

Su

PD. Gracias a Teresa, por indicarnos un sitio en la red en el que se puede leer el artículo: youkioske.com Página 109 y siguientes, como dice Sergio, que se nos olvidó ponerlo.