Qué horno me compro
¿Qué horno me compro? Tremenda decisión para los que nos gusta cocinar. De hecho, es uno de los electrodomésticos que más uso y con el que me sentaría bastante mal equivocarme.
He pasado por varios hornos en estos 20 años que llevo cocinando. Generalmente, los de las casas de alquiler han sido bastante malos, y hace mucho tiempo mis resultados poco óptimos los achacaba a mi manera de elaborar, por ejemplo, unas magdalenas, buscando errores donde no los había, porque el error estaba que el horno no horneaba bien, cosa que he podido comprobar con el paso de los años y los diferentes hornos que han ido pasando por mis manos. El anterior horno que tuve antes del actual era un Balay de gama media, que me fue estupendamente, y al que machaqué mucho. Lo sometí a un uso salvaje y ya tenía sus años cuando murió de sobrecarga de trabajo.
Qué horno me compro
Y es cuando me tuve que ahcer el máster, hace un par de años. Mis preguntas eran: ¿qué requisitos mínimos necesita tener para la paliza que les doy yo? Y esta otra de ¿qué tipo de sistemas de deslizamiento de bandejas debe tener? ¿Limpieza? ¿Lo necesito con vapor?. Estas y otras muchas cuestiones son las que me preocupaban.
Hay un montón de marcas buenas. Los Dietrich son magníficos pero más caros que mi presupuesto. Miré Miele, Balay y Fagor, porque buscaba gama media y eléctrico, Prácticamente todos los hornos de esta gama tenían prestaciones similares y, la verdad, me decanté por Fagor, quizás por el cariño que le tengo a la marca, ya que como os conté en esta entrada, gracias a mi hija mayor, que ganó un concurso cuando contaba 10 años, pudimos conocer la fábrica y ver todo el proceso de producción, que nos dejó locos.
El modelo de mi horno es el 6H-875ATCX, actualmente descatalogado —ver nota al final de la entrada—. Los resultados en el horneado que veis en webos fritos se deben a él. Estoy encantada. Es maravillosamente versátil para hornear a temperaturas altísimas un pan, o a suaves, como los macarons, o bordar un asado a baja temperatura, o el horneado de un pescado sin que se seque… Pero sobre todo, nos hemos dado una oportunidad para conocernos mucho, y eso es lo que mejor funciona.
La pena es el panorama de la marca, que todos conocéis de sobra, salvo quizás los que nos leéis desde fuera de España —Fagor se encuentra actualmente en una situación económica muy complicada—. Desconozco el origen de la situación, pero me quedo con el montón de familias que están con sus puestos de trabajo en el aire. ¡Mucho ánimo a todos ellos!
Requisitos mínimos que debe tener un horno electrico
Hay que saber adaptarlos a las necesidades personales de cada uno, pero en general tu horno debe tener un mínimo de funciones entre las que se encontrarán, sin duda:
- Precalentamiento rápido
- Calor arriba y abajo
- Aire
- Grill
- Función baja temperatura —ideal por ejemplo para desecar setas, o frutas—
- Temporizador
Casi todas las marcas en su gama media traen incorporados funciones programables, para asar por ejemplo una carne, o cocinar una lasaña, con un tiempo y una temperatura prefijadas. En mi caso no las uso nada, ya que soy yo la que decido el tiempo que me parece correcto.
Otros factores a tener en cuenta
- Puerta fría: fundamental si además hay niños en casa. También es importante valorar otras medidas de seguridad, como el aviso de calor residual o el bloqueo de puerta.
- Clasificación energética de eficiencia: todas las marcas apuestan por este tema, con lo cual te encontrarás que prácticamente todas las marcas tienen modelos con la clase energética A o A+.
- Hay que prestar atención al tema de los controles o mandos para manejar el horno, ya sean digitales o analógicos. Mi Fagor tiene unos mandos digitales que no me parecen excepcionalmente claros, pero me he acostumbrado a ellos y me van bien. Sin embargo a mi madre no le gustan nada, por su complejidad frente a un mando manual que es a lo que ella estaba acostumbrada.
- Importante el tema de la iluminación interior del horno, para ver cómo va el alimento sin tener que abrir la puerta, cosa que en el caso de un bizcocho supondría su ruina.
- Asunto limpieza: todas las marcas que yo miré llevan sistema de limpieza. La del mío es por pirólisis. El horno se pone a altísimas temperaturas y en este proceso los restos de suciedad que quedan en el horno se queman y se convierten en unas cenizas muy finas. Después, basta con retirar estas cenizas con un paño húmedo, sin necesidad de usar producto de limpieza alguno. Me aseguraron que su uso supone un coste muy bajo. Yo sinceramente la uso muy poco, ya que mi horno no es nada sucio, y la mayoría de las veces su limpieza se soluciona pasando un trapo húmedo a sus paredes, cuando lo he usado para pan o repostería. Si su uso ha sido para asados, uso un producto adecuado para el horno, pero en ningún caso me parece la limpieza muy laboriosa. Lleva un triple cristal en la puerta que se desmonta muy fácilmente. Cosa que pude comprobar a las tres semanas de tener mi horno nuevo y mientras preparábamos unos mejillones en la placa de inducción. Me despisté un momento y al hervir el agua de los mismos, cayó amablemente por la puerta del horno metiendose entre los cristales de la puerta de mi recién estrenado horno. Se limpió sin problemas.
- Asunto vapor: en este tema tenía mis dudas, y al final, gracias a lectores y a amigos que tenían opiniones dispares, y en las que predominaba la opinión de que los resultados eran muy irregulares hasta que le cogías el truco, opté por que el mío no lo tuviera. Ya me contaréis que experiencias tenéis si os decantáis por esta opción.
- Sistema de deslizamiento de bandejas: mi anterior horno Balay tenía puerta corredera con bandejas extraíbles y estuve muy contenta con este sistema, aunque es verdad que al sacar el alimento al exterior pierde calor, y puede sufrir en este proceso.
Mi actual horno Fagor tiene un sistema de guías telescópicas muy, muy bueno, con el que estoy encantada.
Otros hornos tienen sus guías fijas, cosa que me parece mucho más incómodo, ya que para salsear cualquier cosa que se hornee, hay que sacar la bandeja, o meter la mano muy dentro del horno con cuidado de no quemarte. - ¿Acero inoxidable o no? Aunque todas las marcas intentan hacer sus modelos atractivos y con acabados correctos, me parece un tema menor en la elección de un horno, que además de por modas, va por gustos. A mi horno, a pesar de ser de acero, apenas se notan los dedos. Estoy contenta con este tema.
El precio aproximado de un horno como el mío es de entre 800 y 1000 €. Evidentemente en el mercado podéis encontrar opciones más económicas.
Por último, aunque yo no he tenido averías, sé que es importante informarse sobre el servicio postventa.
Este horno dejó de prestar sus servicios y lo tuve que sustituir por este otro.
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