Dubrovnik es un destino de ensueño, lo tiene todo: un casco antiguo maravilloso, mar, y posibilidad de callejear por una ciudad fabulosa. En agosto hace mucho calor, para que vamos a engañarnos, pero se combate madrugando, con sombrero y agua.
Nosotros hicimos en vuelo directo con Iberia, los precios no son nada baratos, sobre todo en verano, y hay muy pocas ofertas, ya que no hay muchas compañías que tengan vuelos directos.
A pesar de que Croacia forma parte de la UE la moneda es la kuna. Hay muchos sitios para cambiar moneda, empezando por el aeropuerto. Nosotros la cambiamos en el hotel a un cambio razonable, sobre todo para los pequeños gastos como bus, o bebida o algo de comida en tiendas pequeñas.
Te puedes desplazar caminando a casi todos sitios, pero el bus funciona muy bien. Tiene varias lineas que te llevan a todos los lados y es la manera más barata de moverte.
Los billetes de autobús se pueden comprar directamente en el autobús al precio de 15 HRK por hora, o 30 HRK por día. Hay que intentar siempre llevar en el bolsillo el importe justo, pues los conductores no suelen dar cambio.
El croata. Nos defendimos todo en inglés. Sin problemas.
Son una de las atracciones principales de la ciudad y uno de los complejos fortificados mejor conservados de Europa. Las murallas tienen una longitud de casi 2 kilómetros. Incluyen cinco fortalezas y dieciséis torres. Están abiertas todos el año. Hay tres entradas a las murallas, una cerca de la Iglesia de San Lucas, otra al lado de la Iglesia de San Salvador en la entrada de Pile y la tercera cerca del Museo Marítimo, ubicado en la fortaleza de San Juan.
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Si vas en verano te aconsejo que no hagas la visita en las horas centrales del día porque el calor es tremendo. Nosotros paseamos por ellas a las 8 de la mañana y ya hacía mucho calor —Croacia tiene la misma hora, a pesar de estar a más de dos husos horarios de diferencia de España—, íbamos bien preparados con sombreros y agua, pero es de tal belleza el recorrido que se te olvida hasta la temperatura que hace.
El precio es de 150 HRK por persona, y de 80 HRK para menores de 18 años y estudiantes.
El interior de las murallas alberga un conjunto maravilloso de casas iglesias, plazas, fuentes y un suelo fantástico, en el que aún perviven las huellas de la guerra.
La trama urbana de Dubrovnik es como una espina de pez: Stradun es el eje principal de la ciudad a la que confluyen un sinfín de callejuelas estrechas y, la mitad de ellas empinadas y con escaleras.
Se trata de la calle con más movimiento de la ciudad. Recorre el casco histórico desde la Puerta de Pile hasta el puerto viejo. Nada más entrar por ella podrás ver a la derecha la Fuente Grande de Onofrio, que data del siglo XV. Tiene dieciséis grifos con forma de máscara que te van a venir de cine si vas en verano. Frente a la fuente verás la pequeña iglesia de San Salvador, construida en 1520 por el maestro Petar Andrijic. Quedó intacta en el desastroso terremoto que vivió la ciudad en 1667.
Junto a San Salvador se encuentra el complejo del Monasterio Franciscano en el que podrás admirar la antigua farmacia de los franciscanos, fundada en 1317.
Algunas de las casas comerciales y palacetes de Stradun fueron dañados por proyectiles de mortero durante en el año 1991 aunque casi todos los daños han sido ya reparados, excepto alguna baldosa del suelo, donde se ve algún impacto. Por cierto el suelo de mármol, abrillantado por las suelas del calzado de todos los que vamos a conocerla hace que sea una de las cosas más representativas de esta calle, con sus rígolas para recoger el agua de lluvia.
La catedral de Dubrovnik, consagrada a la Asunción de la Virgen María, fue uno de los edificios más afectados por el famoso terremoto. Construida en estilo Bizantino, y reconstruida en románico a lo largo del siglo XII, se volvió a reconstruir tras el terremoto con un nuevo estilo, el barroco. Distinguirás su cúpula desde muchos lugares por toda la ciudad.
Cuando estés paseando por Stradun, mira bien las calles trasversales, están llenas de restaurantes, escaleras y sitios curiosos.
Detrás de la catedral, cruzando la plaza de Bunić se llega a la plaza de Gundulić, con un monumento a Ivan Gundulić, uno de los mejores escritores de Dubrovnik, del siglo XVIII. Por la mañana verás unos puestos llenos de frutas, verduras y pequeños objetos artesanos: si te gustan los mercados locales, no te lo pierdas.
Sitio con muchísimo encanto, con sus terrazas y su zona de paseo para contemplar la ciudad vieja, los barcos y la costa desde otra perspectiva. Si queréis disfrutar del mar podéis acercaros a la playa de Gradska Plaza, saliendo por la Puerta Ploče.
Pensarás, si has visto la ciudad desde las murallas, que igual no te compensa subir en el teleférico. Te compensa pagar el precio: las vistas son increíbles. Aunque el teleférico se construyó en 1969 para unir el centro de Dubrovnik desde Ploče con lo alto de la montaña Srđ, las modernas instalaciones que vemos hoy fueron construidas después de la guerra de independencia, ya que durante el asedio de Dubrovnik fue destruido en su práctica totalidad. De hecho no fue hasta 2010 cuando el teleférico volvió a rodar, mejor dicho, ¡a volar!
Las dos cabinas que se cruzan en la mitad del recorrido tienen una capacidad total de 25 personas, que en unos tres minutos cubren el desnivel.
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,Ida, Ida y vuelta
Adultos, 70 HRK,120 HRK
Niños de 4 a 12 años, 30 HRK, 50 HRK
Niños menores de 4 años, Gratis, Gratis
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Aceptan tarjetas de crédito pero no así el pago en euros. Los billetes se pueden comprar tanto en las taquillas como online.
El teleférico abre todo el año a las nueve de la mañana, pero el cierre oscila desde las seis de la tarde a las doce de la noche, dependiendo de la época del año. Puedes consultar los horarios aquí.
Nosotros no hicimos ninguna excursión a las islas cercanas y tampoco estuvimos en sus playas, con lo cual no te puedo contar mi experiencia en ese sentido.
Hotel: Lero
Muy recomendable, camas muy cómodas, buen desayuno, una piscina pequeña pero muy agradable después de un día de excursión. Tiene una parada de autobús en la puerta y está muy bien comunicado.
Yo lo reservé aquí.
Su
Nuestros proveedores te ofrecen ventajas especiales. Ser webero supone regalo seguro….
yo les pongo ajos...
No me los pierdo!!!!! una cosa que tal quedan hechos el día anterior? me gustaria...
Me encanta. Aprovecho verduras de las que hay que dar salida, y luego en todo tipo...
¿Crees que se podría hacer en olla lenta? Tiene muy buena pinta esa receta!!!...
Buenisimosss...
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