Casi todos los años subimos a las chorreras de Despañalagua: es para nosotros una excursión obligada. No nos coge lejos de casa, el entorno es precioso y nos encanta comer en un merendero idílico que hay a las afueras de Valverde de los Arroyos, en la provincia de Guadalajara.
Si te gustan los bollos preñaos tienes una parada obligatoria en Tamajón, pueblo por el que pasas para llegar a Valverde desde Guadalajara. Los puedes comprar en la panadería que hay al entrar en el pueblo, a mano izquierda, en la propia carretera.
Valverde es un pueblo muy cuidado, un auténtico remanso de paz. Debes dejar el coche en un aparcamiento que hay habilitado a las afueras del pueblo. Es uno de los pueblos de la famosa arquitectura negra de Guadalajara. Materiales y técnicas constructivas configuran la unidad arquitectónica de estos pueblos: piedra, pizarra, madera y barro. En muchas fachadas de la zona —y en la plaza de este pueblo se aprecia perfectamente— las fachadas incorporan rosales, parras y yedras que ofrecen un doble beneficio de aislamiento y adorno.
La visita a Las Chorreras de Despeñalagua es obligada, un recorrido precioso y muy fácil de realizar, pero ¡ojo!, no apto para llevar cochecito de bebé, ni chanclas…. Hay que ir bien calzados, porque aunque prácticamente no tiene desnivel, es un camino con piedras.
No tiene pérdida: desde la plaza del pueblo se sube a las eras, bordeando el campo de fútbol y una explanada donde solamente le apetece a uno tumbarse. Se continúa por el camino que sale de frente en la parte más alta de las eras, pasando junto a las antenas, pero de frente: ¡no tomes el camino de la derecha! Enseguida veras las chorreras al fondo, entre dos laderas.
Verás muy pronto la acequia que trae agua para el regadío desde la chorrera, así que es fácil: no hay que caminar por su lado. Cada vez te vas acercando más al arroyo, que discurre formando pequeñas cascadas a tu izquierda. El premio lo gozas cuando llegas a los prados del rincón y a la Chorrera. Allí podrás contemplar las dos cascadas que se despeñan a lo largo de sus 70 m de altura. Durante el invierno la pared completamente helada permite escalarla con un equipo adecuado. Existe la opción, no recomendable, algo peligrosa y con dificultad alta, de ascender a lo alto de la cascada por la izquierda y bajar después por el camino que baja del Hervidero y que desemboca en la zona de castaños que hemos dejado a la derecha.
Desde el camino podrás ver el pico Ocejón, que con sus 2.049 metros de altitud se hace visible desde gran parte de la zona noroeste de la provincia de Guadalajara. Lo tienes en la última de las fotos de arriba.
Una vez hecha la excursión, parada obligatoria en el merendero que hay justo a la entrada de Valverde. Justo cuando la carretera cruza el arroyo encontramos una zona acondicionada para comer o descansar un rato. Un pequeño puente de pizarra lo cruza, uniendo dos zonas: una con mesas y bancos, y otra donde, además, hay unas barbacoas, que, obviamente, no se pueden usar en verano. La tranquilidad y el sonido del río harán que recargues pilas en un entorno maravilloso.
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yo les pongo ajos...
No me los pierdo!!!!! una cosa que tal quedan hechos el día anterior? me gustaria...
Me encanta. Aprovecho verduras de las que hay que dar salida, y luego en todo tipo...
¿Crees que se podría hacer en olla lenta? Tiene muy buena pinta esa receta!!!...
Buenisimosss...
Un artículo y unas fotos espectaculares Su! Enhorabuena