Hace un año publiqué una entrada que se llamaba #proyectobizcochowebos, en la que te explicaba que buscaba dos cosas:
Desde la publicación de nuestro libro Bizcochos muchos lectores se han lanzado a hacer muchas de las recetas que propongo y que como has podido comprobar son bien sencillas.
Sé de vuestros pinitos porque me habéis mandado fotos y resultados por correo como Mónica, Miren, Catina o Lola, y otros muchos lectores y amigos, por las redes sociales.
Especialmente trabajadoras infatigables semana tras semana han estado dos personas: Susana García Soto —los que me seguís en Facebook ya habéis visto sus dulces— y Roseta, amiga de hace un montón de años —que ha compartido sus trabajos y su humor en Twitter—.
Les he pedido que nos cuenten sus opiniones al respecto por si todavía no te has puesto manos en la masa y te animas:
Todo empezó cuando el año pasado mi madre pidió para mí a los Reyes Magos tu libro Bizcochos, y seguido leí en tu blog lo del #proyectobizcochowebos. ¿Hacer bizcochos y fotografiarlos? Me apunté sin dudarlo ni un segundo.
Cuando empecé todo el mundo me preguntaba: “Pero,al final ¿no ganas nada?” Ahora que he llegado al final voy a contar lo que he ganado.
He ganado en experiencia a la hora de hacer bizcochos: cuándo se pueden batir los huevos enteros, cuándo separar las claras de las yemas, qué tipo de molde es más apropiado para cada bizcocho, qué aportan al bizcocho los distintos ingredientes —la fruta, jugosidad; los frutos secos, sabor; las distintas harinas, texturas; los cítricos, aromas; los salados, originalidad—, que los SIN tienen unas texturas y sabores diferentes pero fantásticos…
He ganado en conocimiento de mi horno, saber a qué altura tengo que poner el bizcocho, que hay que calentarlo unos 10º más de lo que manda la receta, pues al abrirlo para meter el bizcocho los pierde, que eso sí, hay que acordarse de bajarlos cuando lo metes, que mi horno calienta más por atrás que por delante, pero tiene 11 años y con la caña que le doy no me ha dado ninguna avería, se lo puedo perdonar, que con el aire el bizcocho queda más seco, y que los tiempos son orientativos, siempre hay que comprobar que esté cocido antes de sacarlo.
He ganado en conocer los gustos de mi familia. A mi marido le gustan los más clásicos (la bica, el de yogur, el Madeira), a mi hija mayor le encantó el de coco y limón, el de chocolate, el sin lactosa, a mi hija pequeña, que no es muy de dulce, la conquisté con el primero que hice que fue el de chocolate, y a mí ¡me gustan todos! Ja, ja, ja. Menos el de queso, que no nos gustó a ninguno, pero creo que fue un poco fallo mío, así que lo intentaré otra vez.
He ganado experiencia con la cámara de fotos, siempre que no tuviera a alguien diciéndome: “¿Acabas ya, que queremos desayunar?”. Dónde enfocar, cómo desenfocar el fondo, cómo quedan con las distintas luces… La fotografía es algo que me gusta mucho y he disfrutado muchísimo preparando la escena, que si este mejor desde este ángulo, que si mejor desde el otro… Ya he procurado terminar el bizcocho con tiempo suficiente para hacer la foto relajada.
Y sobre todo he ganado en la satisfacción de regalar algunos y en las horas que hemos disfrutado comiéndolos, casi siempre con mi equipo de “probadores” que si éste está insuperable, que si éste te quedo un pelín seco, que no te lo comas todo que nos vas a dejar sin nada, todo esto precedido normalmente de una cena con sus consabidas tertulias y discusiones.
Así que ya ves, al final he ganado muchísimas cosas y sobre todo el orgullo de haber hecho mis 52 bizcochos sin fallar una semana. Y si alguien viendo alguno se ha animado a hacerlo, pues me doy por supercontenta.
Me da un poco de pena acabar este proyecto por todo lo que ha supuesto para mí, pero yo seguiré haciendo bizcochos para mi familia y mis amigos. Gracias por la oportunidad de participar en él.
Un besazo
Susana
Hacer un bizcocho semanal tiene otros beneficios personales más allá de beneficiárselo, que es compartir la producción, que es compartir amor: cada uno de ellos lo han probado mis padres (la cara de mi madre al ver el de mandarina o al probar la bizcotela…); alguno ha ido como regalo a familiares (más de uno de limón y de naranja); otros han estado en mesas de celebración (aplaudido el de bacon y queso, también en versión jamón y queso).
El de aceite en cazuela, tan simple y fácil, tan auténtico, que se ganó el calificativo de bizcocho antiguo, se quedará para siempre en casa, será un lazo con la familia Webos para siempre. Mi familia gustativa. Con mucho gusto.
Gracias, Su; gracias, Jesús. Y un beso a la mami Juli.
Espero que después de estas palabras alguno de vosotros se anime a este reto.
Si te apetece inspiración, el libro Bizcochos está disponible en cualquier librería, o si prefieres comprarlo online, en este enlace te dejamos unas cuantas opciones para comprarlo, tanto en papel como en formato electrónico para iOS o Android. Si en tu librería favorita no está, por favor, pídelo: te lo pueden traer en un par de días seguro.
Bizcochos
Autores: Susana Pérez y Jesús Cerezo
Editor: Aguilar Ocio
ISBN-10: 8403514158
ISBN-13: 978-8403514157
Su
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yo les pongo ajos...
No me los pierdo!!!!! una cosa que tal quedan hechos el día anterior? me gustaria...
Me encanta. Aprovecho verduras de las que hay que dar salida, y luego en todo tipo...
¿Crees que se podría hacer en olla lenta? Tiene muy buena pinta esa receta!!!...
Buenisimosss...
Muchas gracias por vuestro reconocimiento. Ha sido un verdadero placer haber formado parte de este proyecto. Animo a todo el mundo a participar y a disfrutar el antes (cuando miras el libro y decides cual hacer esa semana) el durante (ese olor que hay en la cocina y ese espectáculo viéndolo subir en el horno) y el después ( cuando lo saboreas). Así que venga “manos a la masa”
Que cosas más bonitas te han escrito. Yo empecé, hice tres, pero como somos dos en casa, por motivos de peso lo fui dejando como tantas otras cosas, pero desde luego tendré que hacerlos, poco a poco, a ritmo lento. Un placer tus libros.
A mi me ha regalado mi amigo invisible el libro. ..y los reyes un molde bunt…tenia ganas de estrenar ambas cosas y ya llevo dos bizcochos… Y ya tengo ganas de hacer el proximo…aunque dejare un poco de margen para bajar lo de las Navidades…se que este año va a ser bizcochero… Muchas gracias por la web…seguid asi
¡Qué bonito Su, todo esto que te dicen! El libro es fantástico, he regalado algunos y he hecho también algunos con resultados estupendos. Tú eres nuestra Julia Child elevada al cuadrado. Y cómo tú no lo dices, que eres prudente, lo digo yo. Hay mucho trabajo detrás de todo este éxito, que nadie piense que te regalan nada; que nuestros hijos sepan que el trabajo bien hecho y la generosidad, siempre, siempre, dan grandes satisfacciones, pero no hay que tirar la toalla y hay que ser constantes. Besos para toda la familia. Esperanza.
Ja, ja como eres Esperanza, casi no se nota que somos amigas :-) pero yo te lo agradezco mucho.
Hola Su! Quisiera comentar que ha sido un placer participar en este proyecto tan agradecido, porque es verdad que todos,familia, amigos y compañeros de trabajo, sobre todos ellos, han podido disfrutar de tu recetario. Han gustado tanto los dulces como los salados. El que más éxito ha tenido es el de cola con chocolate y el de beicon y queso .
También quiero decir que yo he disfrutado y aprendido un montón con tus recetas y consejos.
Lastima que solo he llegado hacer 27 de la lista, el horno, después de dejarme colgada 2 veces, en esta última es definitiva (ahora ya sabes por que no te envío más correos) Así que estoy sumida en otro parón técnico, a la espera de poder cambiarlo. Los más perjudicados son los compis del trabajo, que echan en falta el bizcocho semanal para el desayuno o merienda, con el añadido de la expectativa de los ingredientes, les costaba creer que ciertas combinaciones quedasen tan ricas.
Ahora solo queda esperar ha tener un horno nuevo y completar la lista de este fabuloso #pbw. Que me he quedado con ganas de probar el de queso japones. Gracias Su!
Me encanta que lo hayas compartido.
Un besote GRANDE
Que maravilla de post, me ha encantado, la pasión con la que hablan, contagian ilusión y ganas de hacer bizcochossss, preciosoo, que chulo!!!!