Hoy es un día tan bueno como otro cualquiera para comentar con vosotros otras cosas que no son recetas. Es el Día mundial contra el cáncer de mama, y quiero compartir una hermosa historia. Muchos de vosotros, los que me seguís en Facebook, sabéis de lo que os hablo porque hace 9 meses compartí unas palabras que escribió una gran amiga al enterarse de un diagnóstico de cáncer de mama. Muchos me habéis preguntado cómo se encuentra, y hoy he decidido pedirle unas palabras para vosotros, que pienso que pueden ayudar a personas que están pasando por lo mismo —este cáncer u otro—, que las vemos luchar y a las que queremos ayudar, pero que a veces, como es lógico, flaquean, y en estos momentos tan duros, igual unas palabras de una persona que ha pasado por ello pueden servir de ayuda y bálsamo para sobrellevar esta enfermedad.
Fotografía cortesía de Clara Almunia
Esto es lo que escribió mi amiga el día 9 de febrero de 2015:
Hoy es una de las primeras etapas de una nueva historia, esa que se escribe con letras de color rosa y que empieza en la consulta de un médico que te dice lo que nunca quisiste escuchar.
Los primeros minutos son duros, durísimos. Esa palabra maldita resuena en tus oídos y casi no te atreves ni a mirar a la persona que tienes a tu lado y que te aprieta (como siempre) con fuerza la mano. Aguantas las lágrimas como si no pasara nada hasta que cruzas el umbral, y ya no tienes que aparentar ser de hierro.
Luego llega lo peor: tener que ver la tristeza en los ojos de los otros, saber que ellos también quieren llorar y que están haciendo esfuerzos para no hacerlo. Ellos sufriendo por ti. Tú, sufriendo por ellos.
No es fácil mirar a tu madre ni imaginar siquiera todo lo que pasa por su mente y tampoco es fácil observar a tus hijos que lo saben todo y no preguntan nada.
No es fácil la noche sabiendo que ninguno de los dos dormís por mucho que intentéis fingir lo contrario…
Y, después de esos momentos, empieza lo bueno, empiezan las ganas de plantar cara y decidir que ahora es tiempo de disfrutar de la vida, de cada sonrisa, de cada abrazo, de cada palabra amable, de cada silencio. Y empiezas a sorprenderte con tu fuerza, con esa sensación extraña y difícil de explicar de “casi” felicidad que te acompaña.
Tienes tiempo para hacer “inventario” de tu vida: Tengo una madre. Un marido y tres hijos. Tengo una gran familia (unos desde siempre y otros que han ido llegando). Tengo un trabajo, una miniempresa que no me hará rica pero me hace feliz, unas amigas que son mucho más que amigas. Tengo muchas personas que me quieren, unas de “toda la vida” y otras que han ido apareciendo en mi camino personal y profesional, para enriquecerlo. Tengo miles de sueños y proyectos y tengo un cáncer que desde hace poco tiempo se ha convertido en mi nuevo compañero.
Como podéis ver, el resultado del inventario es esclarecedor: las cosas buenas ganan por goleada ☺
Estas semanas han sido una montaña rusa de emociones, de esperas e incertidumbres pero, sobre todo, han sido un constante recibir. Creo que he escrito cientos de gracias; gracias a mensajes, a llamadas, a regalos inesperados, a ofrecimientos (ya sabéis que os he puesto a todos en mi lista de “para lo que necesites”).
Así que hoy, solo me queda deciros que, desde aquel frío día de enero en que me dieron “la noticia” tengo un plan y quiero compartirlo con vosotros.
Mi plan consiste en ser fuerte y positiva para ganar una tras otra todas las batallas (que tengo muy claro que van a ser duras) y, sobretodo, en sacar algo bueno de todo esto.
Así que cuento con todos y cada uno de vosotros y con otros muchos a los que espero paséis este mensaje. Cuento con vuestra sonrisa y con vuestro apoyo, cuento con que paréis conmigo y aprovechéis también para hacer vuestro propio inventario. Con que os acordéis de mí y, en ese momento, escuchéis un poco más a vuestros hijos o a vuestra pareja, sonriáis a la persona que tengáis a vuestro lado o, simplemente, penséis que no vale la pena enfadarse por todas esas cosas que parecen importantes y en realidad no son nada relevantes.
Yo solo necesito saber que esto sirve para que vivamos un poco mejor, un poco más despacio, un poco más alegres, un poco más agradecidos de nuestra suerte.
Hoy, que es un día especial, entraré al quirófano convencida de que habéis aceptado mi petición de ayuda y andáis todos sonriendo pensando en mi plan, que es también el vuestro.
Esto va a salir bien, seguro… porque no he contemplado el plan B.
Nueve meses después ha escrito esto otro:
Fue un inicio de año diferente, con la agenda de 2015 todavía intacta, con los propósitos del nuevo año sin cumplir, con el día a día como único objetivo, con demasiadas cosas “importantes” que resolver, con pocos minutos para pensar, con muchas horas para hacer y hacer y hacer…
Y, de repente, una llamada que todo lo cambia, una visita al hospital que no esperas, la palabra “punción” que no te parece demasiado grave hasta que, sentada en la camilla, empiezas a pensar que no, que aquello no va a tener buenas consecuencias.
A partir de ahí, te enfrentas a la palabra maldita, esa que has escuchado muchas veces pero que nunca se había referido a ti. Y empiezas a decirla así, con todas sus letras, para mirarla con respeto pero empezar a perderle el miedo. Cáncer, tengo cáncer.
La agenda empieza a no tener demasiado sentido, los propósitos del nuevo año se quedan en eso, en solo propósitos, tus hijos ya no son esos niños que te vuelven loca con sus travesuras sino los seres más importantes de tu vida a los que hay que agarrarse con fuerza, porque no sabes cuánto tiempo vas a disfrutarlos.
Empiezan las inquietudes, los miedos, las palabras, los silencios, empiezas a descubrir muchas cosas de ti que no sabías, a tener una doble vida: la que cuentas, la que sientes, la que te apetece compartir y la que necesitas reservar solo para ti.
Aprendes por vía de urgencia que la medicina no es una ciencia exacta, que los médicos también sufren y se llevan un poco de tu vida hasta su casa, que el dolor es menos dolor cuando te tratan con cariño y que las malas noticias siempre vienen acompañadas de otras que, a veces, son incluso más malas.
Y sigues luchando con tu miedo pero al mismo tiempo te sorprendes disfrutando de una nueva etapa de tu vida que está llena de regalos, de manos tendidas, de personas que dedican un poco –o un mucho- de su tiempo a ti, y empiezas a vivir en el estado de “la montaña rusa”, esa que hace que unos días tengas toda la fuerza del mundo y otros desearías encerrarte en casa para siempre.
Han pasado nueve meses y yo puedo contar mi experiencia: que he tenido suerte, mucha suerte, que este tiempo de convivencia con el cáncer me ha dejado una secuela en el alma y me “ha regalado” una prótesis que forma parte de mi cuerpo, que el viaje no ha sido fácil pero que no solo se puede y se debe, sino que además no queda más remedio que mirar hacia delante y que sí, aunque parezca mentira, de este camino también se aprenden cosas buenas: a relativizar, a valorar, a entender el sufrimiento ajeno, a darte permiso para no ser tan fuerte y, paradójicamente, a darte cuenta de lo fuerte que puedes llegar a ser.
Que este, como todos los trayectos importantes, hay que hacerlo paso a paso, día a día, diluyendo el problema grande —enorme— de la enfermedad en pequeños logros: el diagnóstico, la primera operación, la primera sesión de radio… Cada vez que superas una fase estás más cerca de vencer a tu enemigo.
No voy a engañaros, en el camino he conocido a mujeres que han pasado procesos muy duros y ahora están fantásticas, otras que son puras rocas, con una moral que te hace saltar las lágrimas, que siguen luchando y te explican los nuevos reveses que les da la vida mientras vuelven a levantarse para sacar fuerzas de donde parece imposible y otras, a las que les cuesta más encontrar los ánimos necesarios para vivir este proceso con serenidad pero que, poco a poco, seguro que lo conseguirán.
En mi corazón queda para siempre el recuerdo de quien, pese a intentarlo todo, no ha podido superar el proceso.
Yo no he pasado por tratamientos de radioterapia ni quimio y no puedo ni imaginar cómo afectan esos procesos tanto física como mentalmente a quienes los sufren pero, desde mi vivencia —que os aseguro tampoco ha estado exenta de complicaciones— solo puedo decir que hay que luchar, luchar y luchar, que los días malos están permitidos pero solo para coger impulso.
A las que estáis viviendo el proceso, mi cariño y una petición, la única que se me ocurre cada vez que alguien me dice que está pasando por esto: decid lo que necesitáis, porque para los que están cerca es muy difícil saber cómo ayudar. Hay días que preferirás estar sola, otras que necesitarás tomar un café… Pero eso tienes que explicarlo tú, para que todo el mundo lo entienda. ¡Es muy difícil saber lo que está pasando por nuestra cabeza!
A los que acompañáis a una enferma, mi comprensión, porque a vosotros pocas veces os preguntan cómo estáis y también necesitáis compartir vuestro sufrimiento.
Al resto, mi deseo de que os pongáis el lazo rosa en la solapa pero, sobre todo, que lo clavéis bien fuerte en vuestra mente, para que os sirva y os haga recordar cada día que la salud es el bien más preciado, y que todo lo demás no importa demasiado.
Han pasado nueve meses, yo cierro —al menos de momento— esta etapa que comencé escribiendo “Tengo un plan” y que ahora puedo decir “Creo que lo he cumplido”, y necesito hacerlo dando muchas veces las gracias, de corazón, a todos, por tanto.
Ésta es mi amiga; se llama Ana y la quiero mucho.
Su
19 de octubre de 2015
#diamundialcontraelcancerdemama
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yo les pongo ajos...
No me los pierdo!!!!! una cosa que tal quedan hechos el día anterior? me gustaria...
Me encanta. Aprovecho verduras de las que hay que dar salida, y luego en todo tipo...
¿Crees que se podría hacer en olla lenta? Tiene muy buena pinta esa receta!!!...
Buenisimosss...
Mi mejor amiga ha pasado por esto mismo y la vida te demuestra que son fantásticas y te hacen a ti un ser insignificante al lado de ellas, luchan y las ves con una vitalidad y unas ganas de vivir tremendas. Mi amiga también puede decir que ha cumplido también, aunque cada seis meses tenga sus revisiones. Ahí estamos todos para que se apoye cuando lo necesite, ella es la que importa. Muchísimas felicidades a Ana y un beso muy fuerte. Sigue así de luchadora, estamos con vosotras, hoy y todos los días del año.
Gracias, Su, por dejarnos las palabras de Ana. Me consta que su ‘Tengo un plan’ inspiró, consoló, emocionó y ayudó a muchas muchas mujeres. Un beso a las dos y a todas las que le están plantando cara al cáncer. Besos mil
Querida Su Tu amiga Ana no ha podido explicar mejor la situación antes y después. Gracias por compartir sus palabras con todos nosotros.
Yo voy por el tercero de mama cuando me quitaron todo pensé que ya no me volvería a salir, pero si VOLVIÓ y otra vez vuelta a empezar, radio, Quimio y complicaciones. Quiero reconocer la gran labor que hacen todos los que están a nuestro lado, sin ellos sería imposible, su lucha diaria y callada siempre en segundo plano es digno de admirar.
Sabes Su, Ana yo durante todo este proceso odio loa palabra PACIENCIA si lo sé , pero ………me gusta más VOLUNTAD y eso es lo que creo que nos une a todas la VOLUNTAD por vivir y salir adelante,y por eso cuando hacemos el inventario Ana valoramos más cosas buenas ya que la enfermedad nos pone al límite y hace que conozcas a gente maravillosa.
En esta ocasión hoy te he conocido a ti mi querida Ana.
#todascontraelcancer
Su me gustan todas tus recetas pero la de hoy es super especial tanto por el tema como por la escritora. Y la foto que la acompaña esta llena de fortaleza, superación y amistad.
Un beso Su.
Su que buena colaboración has elegido para hoy. Ana sabe poner palabras a los emociones y vivencias que la mayoría de las “luchadoras” hemos vivido.
Un beso fuerte para la dos y muchas gracias por compartir con todos.
Me he emocionado al leer tu entrada de hoy. Mis mejores deseos para Ana, y a ti gracias por compartirlo.
Un beso Su.
Hola Su, hola Ana , mis más cariñosas y sinceras felicitaciones . No sabes cómo me alegro que estés bien . Un beso muy fuerte
Su, dale de mi parte un abrazo muy fuerte a Ana, cargado de mucho cariño.
Y otro para ti igual de fuerte.
Mucho ánimo a todas las personas que han, están o estarán pasando por este proceso.
Ana a tí decirte que con tus palabras me has arrancado las lágrimas, que tu familia tiene suerte de tenerte, y que gracias a la familia que tienes eres como eres… esto es un equipo.
Un beso muy fuerte.
Maravillosa la receta para la vida que publicas hoy.
Muchas gracias.
Facil es dar ánimos desde fuera del “problema”, por eso el valor de este comentario, reflexión,.. valiente y brillante, de alguien que está o estuvo dentro, es muy importante, para si y para aquellas personas que están en el “proceso”.
Gracias, muchas gracias por tu valentía, te conozco y se que es sincera.
Y después de leerlo me viene a la mente una frase sencilla pero que sintoniza con el comentario. “Una vez que elijas la esparanza, todo es posible”
Gracias nuevamente.
Hola, Su. Gracias aunque en esta ocasión no es por una receta, ¿qué digo?, ya lo creo que es una “RECETA DE VIDA”. Leer ha sido un silencio de compartir, de aprender. Enhorabuena a Ana por su bravura y a tí Su, por tenerla como amiga.
Gracias
Impresionante¡¡ Se agradecen estas palabras, la fuerza que transmiten. Quien más, quien menos ha tenido o tiene alguna historia cerca, en carne propia o al ladito, y es duro, muy duro. Pero hay que luchar, luchar y luchar, mirando de frente a la enferdad, y diciéndole que no podrá contigo, aunque no sepas cuál va a ser el resultado de cada batalla, ni quién ganará finalmente la guerra, pero ante todo, que no te vea flaquear.
Gracias, si tus recetas son un regalo, estas palabras son un lujo.
Absolutamente brutal, lleno de vida, positivo, alentador, una “putada” con consecuencias maravillosas, y limpieza cerebral que nos hace ver realmente lo importante, lo que es realmente importante, la mirada de esa madre, la sonrisa de sus hijos, la complicidad de su pareja y la absoluta química de sus amigos.
No te conozco Ana, pero me has ganado. Ole tu corazón y tu vitalidad¡¡¡ mil besos
Muchísimas gracias por compartir tu vida con todo el que quiera leer.
Muchísimas gracias por tu ayuda inestimable.
Muchísimas gracias!!,
Ana, te saluda otra luchadora y superviviente como tú. Te expresas de una forma brutal, como enorme es lo que vivimos cuando pasamos por esto. Yo también tuve una revelación el día que escuche a mi corazón en mi primer ecocardiograma: ese latido tan fuerte, ese corazón haciendo su trabajo…. sin más preocupación, si ningún condicionamiento, sin mandamiento por mi parte. Él late con toda su fuerza, como un luchador incansable, cada latido es tan enérgico como lo es la vida misma. Él sólo es, y en ello pasa su vida entera, sosteniéndome a mí, un ser tan imperfecto, dubitativo y variable. Él era un reluciente modelo que brillaba en una humilde pantalla en blanco y negro. Y se salía!
Así que pensé: ¡no le puedo fallar! Pase lo que pase, tenemos que trabajar juntos, es la herencia divina, la vida misma. Por algo es el único órgano que no puede enfermar de cáncer jamás. Es La Inspiración y así lo voy a tomar.
Y aquí sigo, sin saber si me queda mucho o poco, pero eso sí, viviendo… se lo debo a mi corazón
Arriba, mucho que reír, mucho se que soñar, mucho que vivir. Esto es un escalón en un camino y lo has saltado como una atleta!!
Gracias por compartir todo esto con nosotros. No sólo de pan vive el hombre ;-) Sino también de compartir experiencias… buenas y malas.
Hola Su!
Muchísimas gracias por publicar esta maravillosa receta de vida. Somos muchas las mujeres que hemos pasado por esa situación y, aunque algunos momentos son muy duros y que parece que no vas a poder salir adelante, sacas fuerzas de donde no tienes.
Es importantísimo compartir las experiencias y los miedos con las personas que nos quieren y a las que queremos con toda nuestra alma.
Enhorabuena a Ana por haber superado una etapa de su enfermedad y a ti por tenerla como amiga.
Besos.
Hola, a mi también me diagnosticaron un cáncer de mamá hace siete años, y desde entonces todo ha cambiado. La enfermedad te enseña a apreciar lo que antes te parecían tonterías. Somos unas verdaderas supervivientes y esta enfermedad no va a poder con nosotros. Un beso para todas y adelante.
Se me escapan las lágrimas. Personas como tú amiga son las que nos hacen comprender lo que es realmente importante en la vida y valorar lo que tenemos. Me alegro desde lo más profundo de mi corazón de que su situación haya mejorado. Muchas gracias por su testimonio. Un abrazo.
Enhorabuena a tu amiga por tan buenas noticias. Lamentablemente, estos problemas están a la orden del día.
Besos manchegos
Como no puede ser de otra forma, estoy muy emocionada por todo lo que acabo de leer.
Esta mañana he leído la mejor receta del mundo gracias a muchas de vosotras: la de la lucha por la vida. Un abrazo enorme¡
Preciosas palabras, me han hecho llorar a mares, de alegría.
Por desgracia para mi madre la batalla la perdió un frio día de este pasado enero, después de 8 meses de lucha con todas sus fuerzas, con todas mis fuerzas, la perdí y es la peor cosa que he pasado en mi vida.
No hay día que no la recuerde ni la llore.
Que su lucha que mi lucha con ella, sea la fuerza para que otras lo superéis y podáis explicarlo.
Mucha fuerza, sois las mejores
Impresionada del texto leído, conmovida por las palabras y emocionada de la fortaleza de Ana. Yo también tengo dos amigas fuertes que han superado esto y también las admiro profundamente y las quiero.
Un beso enorme!!!!
SE PUEDE!!!
No puedo ni hablar.Gracias.
Qué emotivo, Su! Y qué entereza!!
Dejo este enlace de la Universidad de Granada
Si no te importa. Solicita ayuda para conseguir que la administracion los apoye económicamente y poder seguir con la investigación de un fármaco prometedor.
https://www.change.org/p/financiación-para-este-prometedor-proyecto-de-investigación-contra-el-cáncer-ya?recruiter=31227743&utm_source=share_petition&utm_medium=whatsapp
Soy una de esas afortunadas lectoras que tiene a Ana por “su mejor amiga” .
Felicísima por los resultados de tu “Plan” , me hace más feliz aún, volverte a “leer” y seguir emocionandome con cada frase y cada palabra.
Ana, no dejes nunca de luchar, no dejes nunca de escribir, no dejes nunca de sonreir… Serán siempre los mejores ingredientes para tu vida!
Un abrazo especial en este día especial