Realmente es un delicioso juego: masa, cuchara, freír, oreja. ¡Ay, qué ratos más buenos nos da la cocina!
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yo les pongo ajos...
No me los pierdo!!!!! una cosa que tal quedan hechos el día anterior? me gustaria...
Me encanta. Aprovecho verduras de las que hay que dar salida, y luego en todo tipo...
¿Crees que se podría hacer en olla lenta? Tiene muy buena pinta esa receta!!!...
Buenisimosss...
Cuanta sabiduria guardada en la memoria de nuestras madres, abuelas y bisabuelas. Que bueno: gracias a la transmisión oral entre las distintas generaciones (casi siempre de mujeres) podamos ahora disfrutar, todos, de estas fabulosas recetas. un beso.
qué nombre tan curioso. yo nunca lo había oído (y eso que soy de un pueblo de ciudad real).tienen una pinta deliciosa… qué sabias son las abuelas!gracias por enseñarnos estos tesoros de la gastronomíabesos manchegos
Vaya con las orejas que tienen los frailes!!!!A mi me parecian diferentes…un saludo desde catalunya.
Me apunto a los que se comen con un poquito de miel.A falta de “orejas de fraile” yo acabo de comerme un “rubiol” de cabello de angel y un platito de gelatina de melocotón que me han obsequiado mi amiga Maria y mi Sra Contraria respectivamente, pero haría el “sacrificio” de probar tus “orejas de fraile”. Me voy a preparar la entrada de mañana. Un besote.
Aquí en Cataluña hay un dulce típico (sobretodo en carnaval) que se llaman “orelletes” (orejitas) que se parecen bastante…aunque las nuestras llevan más especies (canela, matalahúva, coriandro, anís, etc) y azúcar…aunque la raíz del nombre es la misma…jejeje!!!Fantàsticos…no me estraña que se perdieran algunos por el camino!!!Besos, Eva.
Esperemos que el fraile no sea sordo.Besitos, Su
Que maravilhoso! Un forte abrazo amiga. Léia
Me gusta, me gusta.A mi además de paraceme divertido, me gusta la “cocina a ojo” por llamarlo de alguna manera.Te ha quedado buenisimos, deben ser riquisimos. Yo los robaría tanto rebozados con azúcar , como mojados con leche y con miel. Me anoto en todas, jajaja.Un beso grande Su.
La temperatura de la cuchara me recuerda a la temperatura de tus flores y su espléndido molde, espero que me salgan a la primera… o a la segunda ;)
Una receta super chula y encima de las de toda la vida , me encanta Su, esas orejillas te han quedado de miedo, besitos pepa.
Seguramente en todas las regiones hay unas frutas de sartén parecidas y a cual más rica, a mi me encantan aunque ya las hago muy raramente.El procedimiento de la cuchara caliente nunca lo había visto, solamente el de las flores.Un beso.
Me gustan estas orejas! porque tengo cerrado el chiringito hasta mañana que si no… me encanta la explicación, je,je se parece a la de las flores de carnaval, con las que la primera vez me tuve que pelear.besos para Su
Su, siempre sorprendiendo. Estas orejas te han quedado increibles. Una gran labor la de nuestras abuelas que hacían platos riquísimos con muy poco.Besos, sigue haciéndonos disfrutar.
Qué receta tan original!!! A mi también me gustan este tipo de recetass tradicionales. sencillas pero con un sabor especial.Cuando he visto el nombre de la receta he pensado en unos pasteles que hacen en Bilbao, que se llaman orejas de burro y que hacía años que no me acordaba de ellos. Voy a buscarlos porque eran una delicia.También me han recordado a lo que en mi casa llamamos cuchifritos, que no es otra cosa que la masa que sobra de las empanadillas, frita y con azúcar. Otra delicia..Por qué será que nos gusta todo? Un saludo, Begoña
Yo seguro que me quemo el hociquillo. No se me quedarán frías, no…
Que receta más buena!!Ya añadimos algo más al recetario dulce de Semana Santa!Un beso guapa!
Eres genial. Admiro tu trabajo. Besos.
Qué buenas estas orejas y qué nombre tan curioso…En Cataluña se hacen unos dulces que llamamos “pets de monja” (pedos de monja) ¿Quién se inventaría estos nombres? Al ser grandes pasteleros, siempre reciben los religiosos…Un saludo!
Que cosa mas curiosa.Besos
qué receta más curiosa… no había oido hablar de estas orejas jajajajaj Me parece muy entretenida la elaboración! habrá que pobrar!
A mi también me gustan las recetas de siempre… y esta receta me ha recordado a algo parecido que hacían en casa de mi madre, aunque no tenía ese nombre. Me encanta todo lo que sea masa frita. Besos
Pues yo también soy de esas que dice un poquito, un puñaito, una pizquita… Una vez le escuché un monologo a Secun de la Rosa sobre esto que es que me mondaba de la risa.Para ser la primera vez vamos a tener que darte un tironcito de orejas, pero de las de fraile.Besitos sin gluten.
Las recetas de toda la vida son geniales. Y estas orejillas son para chuparse los dedos.Saludos
Las orejas de fraile no las habia oido pero las pelotas de fraile si.Me gustan estas recetas antiguas como bien dices con cuatro ingredientes simples que buenas cosas hacian las abuelas.Besos
Qué buenas estas orejas… ingredientes más fáciles de encontrar en casa, imposible! Un beso
Espero que las hayáis disfrutos haciéndolas y comiéndolas tanto como cuando las hacemos nosotros.Te han salido perfectas.Besos.
¡¡deliciosos!!… y qué fáciles. Típico dulce de nuestras abuelas..
En algunas zonas de León se llaman simplemente orejas.Son típicas de Carnaval pero no de Cuaresma pues la receta original llevaba manteca.Son algo más grandes.Estas tuyas se ven preciosas.Besos.
No sé si me gusta más la foto, la receta, la descripción o el nombre de la receta, que es genial donde los haya. Mira que tenemos tendencia a poner nombres de estos a los dulces: tetas de monja, orejas de fraile… Jajaja. Un besazo.
Pobres monjes…. seguro que tenían las orejas siempre heladas, sin calefacción en los conventos….No conocía estas orejas, pero la conoceré….Un abrazo,María José.
Qué orejas taaan deliciosas, y encima es que me hace gracia porque si que parecen auténticas (con ese relieve que tienen jejeje)y lo buenisimas que deben estar!!!!muack
este tipo de recetas me vuelven loca, tan simples, tan auténticas, son las mejores. Y lo de ir a ojo, bueno, yo es que cada vez que le pido una receta a mi madre me la da así, sin cantidades, ¡así que ya estoy acostumbrada!Un beso.
Su, estoy contigo las recetas de toda la vida son riquísimas, y los dulces tradicionales todavía más ricos!Besetes!
Me encantan las recetas tradicionales. A ver si este año me traigo alguna del ‘pueblo’.bs!
k bueno su!!! nunca ahabia visto cosa igual!! ajja, pero tiene que estar bueno bueno!!!
Me encantan estas recetas auqnue ya que a mi me salgan ni medio parecidas será harina de otro costal jaja pero bueno tomo nota y espero que sea mas facil de hacer que de leer me tiene preocupada el tema de la cuchara.Besos
Que ricas Su!!!!!! ainss si no fuera que se me dan tan mal estas recetas las haría alguna vez, pero soy torpuca para estos menesteres, a mí me saldrían orejones en vez de orejas, jaja..Curiosa y buenísima receta.Besitos.
Vaya recetas!!! gracias por la tarta de leche merengada, la del cumpleaños del año pasado de tu padre. Veras, el sábado fue el cumple de mi hija pequeña, bueno… 17! i es una amante de la leche merengada, total me atrevi con tu receta,y nada solo felicitarte porque estaba genial! buenísimo!!! gràcias!Teresa (comacasa-res)
¡Qué orejas más apetecibles! A mi me encantan esas recetas que te dicen lo de “Una miajita de esto, un chorrito de aquello…! ¡Viva el ojo de buen cubero! Un besazo. Sonia
Pues bien que me comia un par de ellas ahora mismito jeje.Se ven muy bien en la foto.Un beso.
Pido permiso para enlazar este blog… es que es precioso…Muchos saludos, Sandra
Que ricas son estas recetas de siempre!!Te han quedado geniales.La verdad es que postres ricos han habido toda la vida y no había todas las facilidades de ahora!Un besín preciosa.
, esa receta es del estilo de las de mi madre, “un fisquito de esto, y algo mas de medio fisquito de lo otro… … ” y ¡mátate para adivinarlo!, pero esa es la gracia de la cocina.Creo que me voy a animar a hacerlas estas orejas, tienen una pinta de no durar nada en la bandeja, “que no se puede aguantar”.Saludos canarios desde Mallorca.
Desde luego, a los que el estómago es la víscera que nos manda… válgame el cielo!, no me habia fijado en la bandeja, ¡¡es preciosa!! y ahi tienen mejor pinta las orejas.Saluditos…..
Me encanta como divulgas la cocina de tu tierra.
No se si comerme los orejones y salir corriendo robándote ese precioso y delicado plato, o quedarme embobada mirando la foto.Besos preciosa.Margot
Que golosinas más ricas y económicas hemos heredado. Es maravilloso recuperar estas recetas que han pasado de generación a generación.Un beso enorme familia!
nunca havía oído hablar de este tipo de fritos, pero es bueno que los rectes sobre todo en épocas como la cuaresma…Tienen que ser deliciosas…Besos…
Esta receta me recuerda la de las flores (para tí manchegas y para mí de carnaval,je,je)No la conocía en esta versión “clerical”, pero sin duda tienen que estar de pecado mortal!1Y yo me pregunto, el mango de la cuchara no se calienta mucho?un biquiño
Pilar (La lechuza) se me ha adelantado al decir que la recuerda a las “flores manchegas, de carnaval o de cuaresma” (aquí en mi tierra).Por lo menos en la parte de la masa y su posterior elaboración al tener que calentar el molde para luego que se despegue la “orejilla”…Un fuerte abrazo