Hoy toca la continuación de la ruta en coche por el sur de Francia. El pasado miércoles te conté cómo comenzó este recorrido por la zona de la Dordogne y hoy continuamos nuestro camino a través de la Occitanie.
Para un conquense visitar Rocamadour es como verse uno en su tierra subiendo y bajando cuestas. Dominando el cañón del río Alzou, la ciudad se presenta impresionante. Su fama como uno de los lugares más visitados de Francia es absolutamente merecida. Sus edificaciones verticales están adosadas a las paredes de acantilados de hasta 120 metros de altura, enormes escalinatas, y un montón de edificaciones de carácter religioso. La iglesia principal es Notre Dame. A sus puertas hay muchos voluntarios ofreciendo agua y ayuda en caso necesario a los numerosos peregrinos que la visitan. El paseo por su calle peatonal, llamada Roland le Preux, es muy agradable, a pesar de la gran cantidad de turistas que hay que, como te he comentado otras veces, no me molestan para nada: todo el mundo tiene derecho a disfrutar de las cosas hermosas que están a nuestro alcance.
En junio de 2012 la cadena de televisión francesa France 2 preguntó a los franceses por su pueblo favorito. El pueblo ganador fue Saint-Cirq-Lapopie, y no es de extrañar, porque el conjunto del pueblo está cuidadísimo. Su situación en el valle de Lot es increíble, suspendido en un acantilado sobre el río. Necesitas buen calzado para disfrutar de sus callejuelas empedradas.
El poeta y escritor André Breton fue el mentor de este pueblo, en el que se instaló para vivir. Él afirmaba: «He dejado de soñarme en otra parte».
Me llamó especialmente la atención en todos estos pueblos lo bien situados que están los aparcamientos para recibir a un montón de turistas que llegamos en coche. Están perfectamente integrados en el entorno, invisibles a simple vista, con un respeto máximo por el paisaje. A la vez están lo suficientemente cerca del pueblo como para poder disfrutarlo con un pequeño paseo.
Esa noche tocaba parada y fonda en Rodez, ¡y llegamos con ganas de descansar!
Hotel ibis Rodez Centre
Bien, aparcamiento en el propio edificio, con un acceso cómodo a las habitaciones. Recomendable.
Dirección: 46 Rue Saint-Cyrice, 12000 Rodez, Francia
Coordenadas GPS: 44° 21′ 18.1″ N, 2° 34′ 34.6″ E
Por la mañana, con las fuerzas renovadas, salimos del hotel y dejamos el coche en un aparcamiento público casi al lado de la catedral gótica de Notre-Dame de l’Assomption. Acabada a comienzos del siglo XV impresionan sus 87 metros de altura. Su campanario destaca sobre todo el casco histórico de la ciudad.
El día que estuvimos estaba instalado el mercado desde la rue de Frayssinous hasta la place de la Cité, en el flanco norte de la catedral. Cómo no, aprovechamos para comprar cosas para el picnic de la comida y ver los puestos con productos de la zona.
También nos acercamos caminando a ver el Musée Soulages y el café Bras. Michael Brás quería que este café fuera la extensión natural del museo y un espacio abierto en la ciudad, y ese carácter es el que le logró imprimir el edificio diseñado por RCR Arquitectes, que son Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta, y que han sido galardonados con el premio Pritzker el pasado año 2017.
Tras la visita a Rodez partimos hacia Conques. Forma parte del Camino de Santiago francés. Me encanta su perfil con sus estilizadas casas de oscuros tejados de pizarra, sobresaliendo por encima de ellos la abadía de Sainte Foy.
El pueblo se halla enclavado en la ladera de la montaña y sobre el valle del río Dourdou, afluente del Lot. En este punto ya no puedo decirte si hay alguno de estos pueblos que me guste más. Todos tienen aire medieval, todos están conservadísimos, rodeados de una naturaleza hermosísima, eso sí, cada uno con su encanto y su estilo.
No dejes de contemplar el tímpano policromado de la fachada principal de la abadía, del siglo XII, obra maestra del románico. Dedicado al Juicio Final, está organizado en tres franjas horizontales. El centro del tímpano está presidido por un Cristo Majestad dentro de una mandorla, con la peculiaridad de la disposición de sus manos, conectando otras escenas del conjunto —los ángeles con trompas del nivel superior y la cruz con el pesaje de almas, el cielo y el infierno del inferior—.
Curiosamente fuimos a este pueblo, que no es de los más visitados, porque pasábamos de camino a nuestro siguiente destino, y al final se convirtió en uno de los ratos inolvidables de este viaje. Es un pueblo pequeño, donde las casas casi parecen de decorado, con flores, y cuidadísimas. Sus habitantes, pocos y orgullosos de su pueblo.
Nos dimos un paseo hasta el río estupendo. Allí descansamos un rato, disfrutando de la tranquilidad y del paisaje verde y precioso.
El puente, de 56 metros de longitud, fue construido en el año 1409. Pasamos por él hasta la iglesia, donde había ambiente festivo de celebración de una boda.
Parada ya no muy larga, porque ya teníamos ganas de llegar a Albi a descansar, pero quisimos parar a contemplar lo más característico del pueblo: un promontorio en un emplazamiento inexpugnable, donde se levantan los restos del castillo de Najac, que data del año 1100. La población se desarrolla por una cresta, en torno a la calle que lleva al castillo.
Habíamos pasado un calor tremendo por la mañana, y nos supieron a gloria las cuatro gotas que cayeron y que refrescaron el ambiente. Hicimos una visita también a su plaza principal, la del Sol du Barry, del siglo XV, con sus característicos soportales. Y rumbo a Albi, que nos quedaban unos cuantos kilómetros para llegar al hotel.
Hotel ibis Styles Albi Centre Le Theatro
Hotel muy cómodo, con habitaciones muy buenas y unas vistas estupendas. En definitiva, recomendable, lo que uno busca para descansar una noche en una ciudad en la que estás de paso.
Dirección: 48 Place Jean Jaurès, 81000 Albi, Francia
Coordenadas GPS: 43° 55′ 29.8″ N, 2° 08′ 56.2″ E
Mira que me habían hablado de lo bonita que era la ciudad, pero aún así me sorprendió. La vimos a primera hora de la mañana, llenos de energía, que quieras que no, se nota al pasear por una ciudad.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2010 y toda ella merece la pena disfrutarla. Entramos en el Mercado Cubierto, con un montón de puestos a cual con cosas más ricas, y aprovechamos para comprar pan, fruta, tomates, aceitunas y queso para darnos el homenaje diario de nuestro picnic aumentado con unas cosillas de la despensa que llevamos en la maleta de primeros auxilios en el maletero del coche. Este mercado es un buen ejemplo del estilo Art Noveau, en base a un proyecto de Thierry Bourdois y André Michelin.
Visitamos también la Catedral de Santa Cecilia, imponente. Con su silueta de 78 metros de altura destaca desde un montón de sitios. En el pasado fue torre de vigía. Lo que más nos impresionó fue ver delante de nosotros la mayor catedral del mundo construida en ladrillo. Está muy bien conservada.
No dejes de visitar el Palacio de la Berbie, en el que llaman la atención los jardines del museo, de entrada gratuita, y desde los que se tienen unas vistas increíbles al río Tarn.
Imprescindible en tu ruta de los pueblos bonitos. A unos 25 km de Albi, posee un patrimonio gótico excepcional, especialmente unas espléndidas casas que se conservan muy bien en la parte alta de la ciudad. Es un placer pasear por la ciudad medieval, con sus calles repletas de tiendas de artesanos y galerías de artistas. Necesitas buen calzado y ganas de subir cuestas: arriba te espera el disfrute.
Esta ciudad es como un parque temático medieval. Turismo a lo salvaje en agosto. Aún así es maravillosa. Si logras madrugar la disfrutarás de una manera más tranquila. La Cité es la mayor fortaleza de Europa y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997. Lo normal es acceder a la ciudadela por la Puerta Narbonnaisse. En sus inmediaciones tienes una gran zona de aparcamiento.
La ciudadela medieval cuenta con dos recintos amurallados concéntricos con cincuenta y dos torres que hacen un total de 3 km de murallas. Por la parte alta de las murallas discurre un camino de ronda. Es muy agradable pasear por él, pero mucho más por toda la ciudad mientras se curiosean calles, tiendas, o las casas perfectamente restauradas. La ciudadela fue restaurada en el siglo XIX por el ilustre arquitecto Viollet-le-Duc, gran teórico, muy influyente en arquitectos como Antonio Gaudí, Hector Guimard o Victor Horta, y restaurador también de Notre Dame de Paris.
Junto a la Port d’Aude se encuentra la Basílica de Saint-Nazaire, declarada Monumento Nacional de Francia. A la salida tienes un par de sitios para tomar unos exquisitos crêpes.
Hôtel Restaurant Campanile Carcassonne Est – La Cité
Sitio para pasar una noche sin más, la moqueta necesita un cambio, en general un poco más bajo de nivel de lo que se espera de estos sitios de parada para dormir.
Dirección: Rue Camille Flammarion, 11000 Carcassonne, Francia
Coordenadas GPS: 43° 12′ 33.3″ N, 2° 23′ 12.1″ E
Y comenzamos la vuelta a casa, disfrutando del paisaje y con parada a la hora de comer en uno de los miradores cerca de El Pas de la Casa, sitio con una paz y una tranquilidad impresionantes. Luego decidimos pasar la tarde en Andorra para hacer unas compras, que a mis chicas siempre les gusta mirar algo de calzado por allí, y la noche la pasamos en Organyà, LLeida. Al día siguiente paseo por el pueblo, compramos unos dulces de hojaldre —de los mejores que yo he probado nunca— en el Forn Ubach, en la Carretera de la Seu, 7.
Cal Tonarro
Increíble se queda corto: un edificio inteligente en el que todo funciona robotizado. Camas comodísimas, los baños de ensueño,… ¡Más que recomendable!
Dirección: Plaça Homilies, 8, 25794 Organyà, Lleida
Coordenadas GPS: 42° 12′ 41.8″ N, 1° 19′ 44.0″ E
Su
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yo les pongo ajos...
No me los pierdo!!!!! una cosa que tal quedan hechos el día anterior? me gustaria...
Me encanta. Aprovecho verduras de las que hay que dar salida, y luego en todo tipo...
¿Crees que se podría hacer en olla lenta? Tiene muy buena pinta esa receta!!!...
Buenisimosss...
Gracias por esta nueva entrega de vuestro viaje. Cuando estuvisteis en Andorra, comparasteis precios de los productos le Crouset y Emile Henry? Yo cuando he ido, he compado y la diferencia era mucho con los de las tiendas de españa. Son productos para asi toda la vida.
Un abrazo
Rosa M.
Pues la verdad es que no nos dimos cuenta, contando que mis chicas van enloquecidas de una zapatería a otra…
Me ha gustado mucho leer las dos partes de vuestro viaje por la Dordogne y Occitanie. Hace años que estuve en estos lares y me han entrado ganas de volver.
Es absolutamente cierto lo que dices de los pueblos franceses, cada cual mejor conservado y con su encanto propio. Tienen una habilidad especial para conjuntar cosas sencillas en una cosa maravillosa.
Enhorabuena.
un saludo
Muchas gracias por la receta. Jajaaa.. Me a encantado,pues hace mucho que tengo ganas de ir a conocer esos pueblos maravillosos de Francia. Si Dios quiere en mayo ire.Me sirve de gran ayuda que allas compartido con noso@s tu viaje. Gracias de nuevo. Un saludo
Reportaje muy bonito e interesante. Una pregunta: ¿las habitaciones de Cal Tonarro tienen el baño incorporado al dormitorio, sin separación, verdad ? Saludos, Rosa Maria
Pues creo recordar que en las dos habitaciones estaba separado…
Muchas gracias por tu respuesta Su.