Había leído y oído hablar muchísimo del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, pero nunca habíamos planificado una visita. ¡Qué error! No me consuela que esto sea habitual en nuestra sociedad: conocemos Singapur, pero no la maravilla de la naturaleza que tenemos a una hora de casa.
Este Parque Nacional es el último representante de un ecosistema denominado tablas fluviales, formación que se produce por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Gigüela, favorecido por la escasez de pendiente en el terreno.
Nos informaron que en Las Tablas todo comienza cuando el Gigüela, río con carácter estacional, inunda la llanura durante el invierno, mientras que el Guadiana, con carácter permanente, aporta agua procedente del acuífero 23, su acuífero principal, desde los Ojos del Guadiana durante todo el año. Los Ojos del Guadiana no son otra cosa que afloramientos de agua subterránea de dicho río.
Todo ello genera una superficie inundada durante casi todo el año, mucha más en invierno que en verano, aunque sin llegar a la sequía total.
En la web del parque tienes toda la información que necesites.
Esta maravilla fue declarada Parque Nacional en el año 1973, y Reserva de la Biosfera en el 1981. Estas declaraciones tiene una importancia crucial para la supervivencia de la avifauna que utiliza estas zonas como área de invernada y nidificación.
El parque cuenta con un centro de visitantes, en el que fueron bien amables indicándonos la ruta a seguir. La visita es gratuita, y no necesita reserva previa. Luego, si te apetece, tienen varias actividades organizadas por expertos, de las cuales te pueden informar en este centro.
De todos los grupos de fauna presentes en Las Tablas el más importante es el de las aves acuáticas. En cuanto a la vegetación, son características las praderas sumergidas de algas conocidas como ovas, fuente alimenticia de numerosas aves acuáticas.
Nosotros hicimos un recorrido hasta la Isla del Pan, apto para todas las edades, desde niños pequeños hasta personas mayores. La duración es de unas dos horas a paso normal, deteniéndonos muchas veces a observar el paisaje, las aves y a hacer fotos, claro. El recorrido es de unos dos kilómetros y medio, y discurre en gran parte por pasarelas de madera desde donde se aprecia toda la belleza del paisaje.
Hay otros recorridos más cortos, como el itinerario de la Laguna Permanente, de 800 metros, o el de Prado Ancho, de kilómetro y medio de longitud.
Si tienes unos prismáticos y te gustan las aves te aconsejo que hagas uso de ellos. Cuando fuimos nosotros no había demasiada gente, y recuerdo de manera especial La Paz de poder contemplar en silencio el paisaje y el trajín de las aves.
Lo dicho: es un planazo de lo más recomendable. ¡Dentro vídeo!
Si vas y usas parte de un día para verlo, recuerda que tienes a 55 y 40 minutos respectivamente, los molinos de viento de Consuegra y de Puerto Lápice que te comenté en esta entrada.
Su
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yo les pongo ajos...
No me los pierdo!!!!! una cosa que tal quedan hechos el día anterior? me gustaria...
Me encanta. Aprovecho verduras de las que hay que dar salida, y luego en todo tipo...
¿Crees que se podría hacer en olla lenta? Tiene muy buena pinta esa receta!!!...
Buenisimosss...
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