Estos bollos de mascarpone con la amasadora Ankarsum son absolutamente maravillosos: tiernos, esponjosos, estupendos para tomar tanto como un dulce como para rellenarlos como le gusta a mi marido, con salmón ahumado, salsa tártara y brotes de lechuga.
8gde levadura seca de panadero —o 20 g de levadura fresca—
250gde queso mascarpone
50gde aceite de oliva virgen extra
110gde azúcar
1huevo
550gde harina de fuerza
Una pizca de sal
1huevo batido
Para la nata
500gde nata para montar con un 35% de materia grasa
2cucharadasde azúcar glas
Para terminar
2cucharadas de azúcar glas
Preparación
Pon en un vaso la leche tibia y añade la levadura. Da unas vueltas y deja reposar 5 minutos. Asegúrate de que la leche no está caliente, simplemente tibia.
Monta el accesorio de amasar, la espátula y el pirulo. Pon dentro del cuenco el queso, el aceite, el azúcar, el huevo, la leche con la levadura, la harina y la sal en el cuenco de la amasadora y amasa durante 5 minutos a velocidad media.
Forma una bola y ponla en un cuenco ligeramente engrasado con aceite de oliva virgen extra. Prepara un trozo de plástico transparente, extiende un poco de aceite de oliva virgen extra sobre él y deposítalo sobre la masa, cubriéndola pero sin apretar.
Deja reposar unas 2 horas, hasta que veas que aumenta su tamaño. Depende mucho de la época del año: con calor los tiempos son más cortos.
Pon harina en la encimera, vuelca la masa sobre ella y divide la masa en porciones de unos 90 g cada una.
Pliega el borde progresivamente por partes hacia el centro, como si plegaras los pétalos de una flor. Forma bolitas y ponlas sobre una bandeja de horno forrada con un papel de hornear, con el cierre hacia abajo y separadas unas de otras, porque vuelven a crecer en el segundo levado y un poco más en el horno.
Tápalas con un paño o con plástico transparente untado con un poco de aceite de oliva para que no se pegue a la masa. Déjalas levar unos tres cuartos de hora. Si usas levadura seca y en casa no hace calor puede llevarte algo más de tiempo.
Precalienta el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.
Pincela los bollos con huevo batido con delicadeza justo antes de meterlos en el horno.
Hornea a 180ºC durante unos 30 minutos hasta que veas que tienen el bonito color dorado de la foto.
Sácalos a una rejilla y déjalos enfriar.
Para montar la nata
Pon el cuenco transparente y las varillas. Añade la nata y pograma sin tiempo a velocidad baja unos 15 segundos, luego aumenta la velocidad progresivamente, y ve echando el azúcar glas. En muy poco tiempo tienes una nata montada a la perfección, dura y fantástica.
Para terminar
Abre el bollito por la mitad con un cuchillo afilado, monta una boquilla rizada en una manga pastelera, rellénala de nata y rellena con ella los bollos.
Pon la tapa del bollo y añade azúcar glas con ayuda de un colador
Vídeo
Consejos
Lo mejor es comerlos recién hechos, pero si no los vas a consumir de inmediato, congélalos. Cuando los descongeles, los puedes rellenar de nata y echarles azúcar glas.
Recuerda que la nata debe tener al menos el 35% de materia grasa para conseguir que quede dura.
¡Ah! Los accesorios para montarla vienen incluidos en la amasadora.
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