Una de las cosas más sencillas y que más placer me da cocinar y comer son las patatas, en todas y cada una de sus modalidades. En este caso prepararemos unas patatas asadas rellenas que están deliciosas.
Este año, desde septiembre estamos comiendo una patata excepcionalmente buena, comprada en la huerta de Paco, del que ya os hablé a raíz de sus tomates. Es una patata que sirve para todo, como la que cultivaba mi abuelo. Si las fríes, quedan excepcionales; si las asas, quedan perfectas; para cocción, no hay otra mejor. Así es la patata que yo busco: no quiero tener en mi despensa cuatro tipos diferentes de patatas. ¡Ojo! No digo que no me gustaría tener una patata canaria o gallega para cocinar además de la mía, sino que no me gusta lo que veo a la venta: la patata del abuelo que sirve para freír, pero que si la utilizas para un guiso, se deshace al primer hervor; la de cocer que se queda blanda al freír; y claro, tienes que tener de tres o cuatro variedades que cubran tus necesidades.
Patatas asadas rellenas
Verduras y legumbres
Española
- 4 patatas hermosas
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla tierna pequeña
- 75 g de jamón serrano no muy curado en tacos
- Una pizca de sal
- Queso rallado para fundir al gusto
- 100 g de sobrasada de Mallorca de cerdo negro
Preparación
Precalentar el horno a 200ºC, calor arriba y abajo.
Lavar las patatas, pincharlas un poco en la superficie y envolverlas por separado con papel de aluminio.
Meterlas en el horno, y tenerlas hasta que estén horneadas. No doy tiempo porque depende enteramente de la clase y tamaño de patata que utilicéis. Por ejemplo, estas que veis en la foto necesitaron una hora y cuarto. Sabréis que están hechas, cuando las pinchéis con un palo de brocheta —sin quitar el papel del aluminio— y el palo entre sin presión ninguna.
Quitar el papel de aluminio. La piel de la patata tendrá un aspecto un poco húmedo: es así. Ponerles un poco de sal en la piel y volverlas a meter en el horno, unos 5 minutos. De esta manera se secan. La piel, si es muy fina, queda crujiente, y si te gusta se puede comer.
Abrir la parte de arriba de cada patata y vaciarla con una cucharilla o con un sacabolas. Cortar la patata que hemos sacado de dentro a cuchillo y en trocitos pequeños.
Trocear la cebolla en dados muy pequeños.
Poner el aceite de oliva virgen extra en la sartén al fuego. Cuando esté caliente, echar la cebolla y dejarla que se fría. Añadir el jamón y la patata. Dar una vuelta. No suele hacer falta añadir sal —quizás una pizca— porque el jamón aporta la suya.
Meter este relleno dentro de la patata. Poner sobre el relleno un trozo generoso de sobrasada y por encima un buen queso para fundir.
Poner el gratinador del horno, y meter las patatas hasta que el queso se funda. Comer inmediatamente.
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Buena noches. Donde compras la sobrasada? Se puede sustituir por otra cosa?Gracias de antemano y Feliz noche de Reyes!!!!!
No le pongas si no tienes. La compro en el supermercado