Pizza de verduras para Thermomix

Echar el agua, la sal y la levadura en el vaso. Programar 1 minuto, vel. 2.

Agregar el aceite y programar 1 minuto, vel. 2.

Incorporar la harina y amasar 3 minutos, vel. espiga.

Echar la masa en un cuenco, taparla con un paño húmedo y dejarla reposar.

Utilicé harina de fuerza, ya que la receta no lo especificaba, pero quité 50 gramos de esta harina y los sustituí por 50 de harina fina de maíz, porque me gusta el toque que le da a la masa de pizza. Pero al día siguiente, ante el éxito que tuve, la repetí tal y como pone en la receta y no noté ninguna diferencia con el día anterior, así que me quedo con la receta tal cual. Me gustó más como me salió la masa en la Thermomix que la que amasé a mano, y es que como no soy profesional, termino con el hombro dislocado. En la Thermomix, queda la masa dividida en pequeñas bolitas, pero al sacarlas se reunifican fácilmente en una sola bola, que se maneja perfectamente y, a reposar, en mi caso, lo que duró un cine.

Precalentar el horno a 220˚

Estirar con un rodillo la masa hasta conseguir un rectángulo. Cortar la masa sobrante con una espátula de madera y una regla. Es muy importante –fundamental— que quede muy finita.

Poner una base de tomate casero y meter en el horno 12 minutos.

Cortar y tener los ingredientes preparados y cortados en tiritas finas y de igual tamaño que nuestros retales vegetales. Ya, ya… esta labor es un pelín entretenida, pero no me digáis que no queda ideal. Calcular el tiempo para tenerlo todo listo para cuando esté la pizza lista para sacar. El secreto de esta pizza está en escurrir y secar perfectamente los espárragos. Si no, ¡nos la pueden arruinar!

Sacar la pizza.

Para este paso es imprescindible trabajar con rapidez, para que la masa no pierda mucho calor. Colocar una capa de mozarella, y a continuación, las verduras como os guste, formando cuadrados alineándolas en direcciones contrapuestas, y combinando colores. Admite todo. Lo que se quiera. Innovad.

Añadir finalmente un poco de orégano. En mi caso, lo tengo natural en casa y es una delicia el aroma que desprende cuando lo espolvoreo por encima, y aproveché para estrenar unas escamas de sal marina de romero, que me regaló Adriana, y que espolvoreé por encima de todo. Tienen la textura del cristal y un toque crujiente maravilloso.

Volver a meter al horno unos 15 minutos. El tiempo es orientativo, pues depende del horno de cada uno: hasta que veáis que la masa está dorada y los ingredientes en su punto.

Servir inmediatamente.

Saborear…